Solo Una Noche [#1 Trilogía Infierno] romance Capítulo 38

DANTE

Me encontraba de pie frente al espejo mientras terminaba de vestirme. Unos pantalones de vestir negro y una camisa sin corbata abierta con los primeros botones de arriba, casi nunca me gustaba usar algo en el cuello, que no fuera mi cadena de oro blanco que mi madre me regaló cuando cumplí quince años. En ella cargaba un dije de alas parecido a mi tatuaje, solo que con dos alas era la diferencia. Atrás de ellas tenía escrito en italiano "sempre con te"

Ella había dicho que esas alas eran las mías, y la frase era para que supiera que siempre iba a estar conmigo protegiéndome. Que cuando estuviera listo para volar las iba a necesitar.

Por una parte tenía razón esas alas las necesite mucho cuando los pedí, fueron con las que me aferre y sus palabras que quedaron muy marcadas en mis recuerdos. Pero lo que no había sido cierto fue estaría siempre conmigo, cuando era muy joven todo me llegue a creer, pero nunca pensé que podría llegar a perderlos, que unos malditos les arrebatará sus vidas y los apartaran de mi vida.

Era una pérdida y un dolor que no podía lograr superar y curar. Mis pesadillas me lo recordaban siempre el como habían sido asesinados ante mis ojos, era algo duro de sobre llevar, y lo peor de todo era que yo había sido el culpable de ello, por mi culpa los habían matado, todo por protegerme y yo no hice nada por salvarlos.

Intento dejar mis a tormentosos recuerdos en lo más profundo de ese oscuro infierno que viví hace casi nueve años.

Termino de arreglarme, después de colocar mi reloj en mi muñeca y tomar mi celular, salgo de la habitación para dirigirme al patio trasero donde se está elaborada la fiesta de despedida.

Mientras voy caminando sin quitar mi vista por el camino, le escribo un mensaje a mi fiera.

"Mañana regreso a Italia, y después de un par de días viajaré para ir a verte, muero de ganas de verte y por fin devorar esa boquita deliciosa"

Envió el mensaje, espero este me responda pronto, no recuerdo bien que horas son en este momento en América, pero se que en cuanto lo vea me contestará.

Llego al jardín, el lugar está todo arreglado con luces, telas, oro por todos lados, como siempre. Y no podían faltar las mujeres que bailan una danza de su región. Y los aperitivos y un gran banquete era el gran anfitrión de la noche.

Me dirigí hacia una de las mesas de banquete y tomo un bocadillo, un sirviente pasa con unas copas de champagne, no es mi estilo, esas bebidas son para mujeres. Yo prefería algo más fuerte. Así que le pedí un whisky en las rocas.

Mientras esperaba mi bebida, me quedé cruzado de brazos viendo el espectáculo. Eran buenas bailando, pero no mejor que mi mujer, ella si sabía lo que era un baile y más provocador y excitante.

En este momento no quería pensar en ello, porque podría llegar a cachondearme aquí mismo, y no quería que notaran eso.

— Así que aquí estabas — dice Muhammad al acercarse a mí — Ah ya te vi pícaro — sonríe mientras me señala con su índice — Estabas viendo mujeres.

Sonrío mientras niego.

— La verdad sí, pero no estaba poniendo atención — respondo.

— Como así. ¿Ninguna es apropiada para ti?, o quizás no están a la altura del Diablo — dice.

Comentarios

Los comentarios de los lectores sobre la novela: Solo Una Noche [#1 Trilogía Infierno]