Solo Una Noche [#1 Trilogía Infierno] romance Capítulo 39

DANTE

Vamos a una amplia y gran mesa y tomamos asiento para seguir con nuestra charla animosa, las bromas y las risas no podían dejarse esperar, y más cuando todos se burlaban de mí por que tenía pensado pedirle matrimonio a la mujer que me traer loco. Enzo ya se encontraba sentado del otro lado de la mesa, mientras hablaba con otros conocidos de Muhammad, y también tenían sus nuevas compañeras.

En cambio Franco no quiso tomar asiento y unirse al relajo, que porque estaba en servicio. Por más que le di la orden y le dije que por esta noche estaba libre, se negó. No era solo él, también están sus chicos vigilando, así que el podía tomarse un momento para ser unos minutos un hombre, pero prefirió seguir trabajando.

La noche se va entre charlas, bebidas y más bebidas. Ya había decidido no tomar mucho, pero por una ocasión así podía hacerlo. Ya con unas cosas ya bien entrados, revisé el celular para ver si había recibido una respuesta de mi mujer. Y efectivamente así había sido, habían dos, no los escuché cuando llegaron por todo el ruido.

Abro el primer mensaje que envió.

"Espero pasen pronto los días, yo también muero de ganas por verte y que me beses como tú solo sabes hacerlo"

Deseaba tenerla aquí conmigo.

Abro el siguiente mensaje.

"¿Te has dormido?, bueno descansa, ya que mañana viajas"

Como no respondí su primer mensaje creyó que me había dormido. Pero estaba más despierto que al principio antes de beberme casi dos botellas de whisky.

"No hermosa, sigo despierto, solo que no escuche el sonido del celular" respondo.

Paso un minuto después cuando respondió.

"Pues deberías de estarlo, ¿qué mañana no sales temprano?"

Hasta por mensaje quería discutir, no se cansaba nunca. Sonrió al ver el mensaje.

"A sus órdenes jefa. En cuanto me termine la segunda botella de whisky" respondo.

Me reí, se que eso hará que se prenda más y no como yo quisiera que lo hiciera.

Llega un nuevo mensaje.

"Creí que ya habías cambiado y que no saldría tanto a divertirte. Que equivocada estaba. Buenas noches" finaliza.

No podía ser cierto, yo estaba bromeando y ella lo tomó muy en serio. Rápidamente me pongo de pie y marcó el número. Todos se me quedan mirando, pero los ignoro y me alejó del ruido y del gentío.

Da dos pitidos, el tercero.. cuando creo que no va a volver a responder, lo hace.

— Ya dejé lo que tenía que decir — va directo al grano.

— Espera… no me cuelgues. — digo, parecía más una súplica — No es lo que piensas, Muhammad el tipo con el que vine hacer un trato, armo una fiesta, para despedirnos. Yo solo tome mientras platicaba con él y con otros colegas. — suelto todo rápido, mientras intento sonar decente, sin que se me traben las palabras, estaba algo borracho pero aún así podía hablar bien y ser conciencia de lo que decía. — ¿Me crees? — no sé porque le estaba dando explicaciones, pero sentía que debía de hacerlo, o más bien quería hacerlo, era la primera vez que esto me pasaba.

Un suspiro profundo se escucha en la bocina.

— Te creo — dice — Y confío en ti.

Sus palabras me alegraban, el saber que confiaba en mí eso me hacía sentir inmensamente feliz. Ya no dudaba de mí, ya no creía que podía jugar con ella y lastimarla.

Trague saliva, tenía deseos de estar esos momentos con ella, de tomarla y arrancarle esas prendas y hacerla mía toda la noche.

— Quítatelas y tócate para mí. — pido.

Ella no dice nada, solo su respiración que se acelera un poco, al oírla en la bocina del celular.

— Tócate, como si fuera yo él que lo estuviera haciendo. — vuelvo a decir. Su respiración se estaba acelerando más, eso quería decir que estaba haciendo lo que le pedí — frota tu delicioso botón lentamente y después mete uno de tus dedos en tu apretado y humectante coño.

La escucho gemir, se que esta haciendo todo lo que le digo. Eso hace que yo también me prenda y me excite hasta el punto de mi compañero de abajo de emocione.

— Dante — jadea mientras me nombra — Se siente… quiero que…

— Shhh, tranquila.. Hazlo despacio para que disfrutes de más — intentaba sonar seguro en lo que decía, mi respiración también se había agitado un poco y es que me volvía loco escucharla gemir y más cuando decía mi nombre entre gemidos — ¿Te está gustado? — ya sabía la respuesta, pero quería oírlo de ella.

Gimió fuerte.

— ¡Sí! — soltó entre jadeos — Deseo… que… estuvieras aquí… haciéndomelo… — dijo entre contada cada palabra.

— Yo también lo deseo, no sabes cuanto.. si en este momento estuviera allí. Te pusiera bajo a mí y te metería mi en una estancada mi duro y bien parado pene, muy pero muy profundamente hasta hacerte gritar de satisfacción. Y después te tomaría por atrás y te colocaría de rodillas y con los brazos apoyados en la cama mientras te inclinas hacia el frente para así poder entrar otra vez en tu cremoso coño. Y así lograr hacerte llegar a otro orgasmo más y poder correrme dentro de ti, toda la noche.

Le digo todo lo que deseo hacerle en cuanto la tenga otra vez junto a mí. Ella solo gime en respuesta y con lo último que le dije solo escucho como llega a la cima del clímax.

Demonios. Yo seguía excitado, mi miembro seguía duro, y no me quedaba más que darme placer yo mismo.

Historial de lectura

No history.

Comentarios

Los comentarios de los lectores sobre la novela: Solo Una Noche [#1 Trilogía Infierno]