Solo Una Noche [#1 Trilogía Infierno] romance Capítulo 41

DANTE

Un pitido en mis oídos provoco el sonido de la explosión. Abrí los ojos y veo a Franco ponerse de pie y caminar hacía mí, mi cabeza me dolía mientras sentía que todo a mi alrededor daba vueltas. Aquí es cuando odio haber tomado mucho alcohol esa noche.

— Señor, ¿se encuentra bien? — me ayudó a ponerme de pie, pero antes de responder los disparos llegaron a nosotros. Nos habían encontrado.

Y como dijo Franco. Estaban completamente cubiertos de telas por todos lados, solo dejaban ver sus ojos, y estaban muy equipados con armas.

— Debemos regresar al camino y ver si aún hay alguna camioneta intacta. — vuelve hablar Franco.

El dolor de cabeza no me dejaba pensar ni decir nada. Así que solo asentí y me deje guiar por él. Nos cubrimos entre las montañas de arena mientras nos arrastramos para llegar al camino.

Cuando llegamos al borde del camino vemos tres camionetas exterminadas en el fuego. Faltaban dos y no había rastro de ellas. Quizás alcanzaron a salvarse. No se si Enzo había logrado librarse de todo este desmadre.

Solo éramos Franco y yo, en medio de la nada. Ni como comunicarnos o dar señales de vida.

En eso una de las balas me rozó, pasando muy cercas por mi cuerpo al momento que Franco se lanzó para cubrirme. La bala le dio en una pierna y cayó conmigo al suelo. Lo arrastre para cubrirnos con lo poco que quedaba de los vehículos.

— Maldición — dice — No quiero que batalle conmigo, déjeme aquí, así sirve que los distraiga y lo cubro, mientras se marcha. Usted me dice cuando esta listo para irse.

— Estas loco, no pienso dejarte aquí solo — me niegue a dejarlo aquí — Nunca saldría corriendo mientras abandonó a uno de mis hombres. Salimos de esta juntos o aquí mismo nos morimos — dije, era más una orden.

Él asintió con la cabeza, estaba perdiendo sangre. Con mi mano corte un trozo de tela de mi camisa y le cubrí la herida, para que no siguiera perdiendo mucha sangre y así también protegerle de la arena.

Nos quedaban muy pocas balas, por esa razón ya no tiré ningún disparo, quería guardarlas por alguna emergencia.

Después de unos largos minutos ya no se escuchaba ningún disparo, le ayude para ponerse de pie con su pierna buena, y para así intentar alejarnos de ahí. Pero no llegamos muy lejos cuando otra vez nos emboscaron, alcancé a tirarme con él en el suelo. Intentado sacar mi otra arma para dispararles.

Acabe con todos ellos, y cuando vi que ya no quedaba ninguno volvimos a seguir y tomar el camino para alejarnos ese rumbo.

Caminamos varios kilómetros más, no se cuantos fueron, solo se que nos alejamos gran parte del sitio donde fue toda la masacre. Había perdido varios de mis hombres y me enfurecía aún más el solo ver sus cuerpos tendidos sobre la arena.

Cuando creí que estábamos a salvo, vi un pueblo algo solitario, pero en el se apreciaban algunas personas. Al vernos heridos y con algo de sangre, corrieron a refugiarse a sus hogares.

Se que temían y no querían meterse en problemas, pero solo quería pedir agua para Franco y para mí, el necesitaba que lavara su herida, sino se infectaría.

Al parecer estábamos muy lejos de Marruecos, no sabia exactamente en donde nos encontrábamos pero por lo que notaba era otra región algo alejada de donde veníamos.

Un hombre mayor se acercó a nosotros con una cazuela que contenía agua. No hablaba su idioma, era uno de los pocos idiomas que no sabía, así que intenté comunicarme con el en Inglés, podría ser que quizás lo entienda mejor.

— ¿Sabe si hay alguna clínica o consulta por aquí? — pregunte.

Comentarios

Los comentarios de los lectores sobre la novela: Solo Una Noche [#1 Trilogía Infierno]