Aunque dudó un momento, Lydia finalmente encontró fuerzas para llamar a la puerta de Tatiana. Pronto se oyeron palabras desde el interior del despacho:
—Entra.
Lydia respiró hondo y entró. Puso el papel impreso la noche anterior sobre el escritorio y dijo con una sonrisa bastante deferente:
—Este es el archivo que me pediste que imprimiera ayer, Tatiana.
Se quedó callada, como una niña obediente.
—Vale, ya veo —dijo Tatiana. Luego continuó revisando algunos expedientes. Durante un rato, se dio cuenta de que Lydia seguía de pie frente a ella.
Levantó la vista y preguntó:
—¿Algo más?
Lydia estaba nerviosa y notaba que le sudaban las palmas de las manos. Se dijo a sí misma que Tatiana, a diferencia de sus anteriores jefes, era una buena líder, y que el Grupo Emperador era una empresa justa y equitativa. Respiró profundamente y puso una sonrisa genuina en su rostro. —He terminado el trabajo. He pensado detenidamente en lo que dijiste ayer y creo que tienes razón. Así que avísame si hay algo que pueda hacer.
Tatiana se sorprendió un poco de que Lydia se ofreciera a hacer un trabajo extra. Miró a Lydia con admiración y dijo:
—Oh, habrá una reunión más tarde. Puedes tomar notas para ella.
—¡No hay problema! —dijo Lydia con los ojos brillantes de emoción.
En cuanto Lydia salió del despacho de Tatiana, pensó para sí misma:
—¡Vamos, Lydia! ¡Trabaja duro y algún día lo conseguirás! Tú puedes hacerlo.
—Ya veo. Y dame un momento —Lydia volvió a su sitio y dejó su pase de personal. Tras despedirse de Isabel, entró con Javier en el ascensor privado de Eduardo. En el momento en que salieron, hubo un estallido de murmullos detrás de ellos.
—¡Dios mío! Parece que el Presidente la quiere mucho. Es imposible que sigamos manteniéndola alejada, ¿verdad?
—Tienes razón. No quiero que el presidente se enfade conmigo.
—¿De qué tienes miedo? Elena fue bastante clara al respecto. A nuestro presidente no le gusta nada Lydia. El Sr. León se casó con ella sólo porque tiene algo contra él.
Al oír esto, todos se indignaron. Miraron al escritorio de Lydia con el corazón celoso:
—¿Por qué Lydia tuvo tan buena suerte?
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Los comentarios de los lectores sobre la novela: Sorpresa de una noche
Final sin sabor...