Sorpresa de una noche romance Capítulo 183

Elena tenía una mirada tímida. Era una persona muy sensual, pero no había tenido la oportunidad de mostrar esta faceta suya en absoluto. Ahora estaba de buen humor y no podía evitar mostrarla bien. Eliseo estaba disfrutando mucho de esto. ¡Esta vez valía la pena!

Justo cuando ambos estaban disfrutando, de repente se oyeron unos fuertes golpes en la puerta.

Al principio, Elena pensó que debía ser alguien que llamaba a la puerta equivocada, y entonces alguien abrió la puerta de su chalet de una patada. Elena se sobresaltó e inmediatamente empujó a Eliseo para que se alejara de ella. Eliseo estaba confundido. Todavía no sabía qué había pasado. Elena se puso rápidamente algo de ropa y le pasó a Eliseo la suya:

—Deben haber sabido lo que pasó, mi hermano viene por nosotros ahora, será mejor que te pongas rápidamente la ropa y bajes de un salto las escaleras y yo trataré de detenerlo.

Eliseo fue empujado al balcón por Elena, y no pudo evitar quejarse interiormente. Eduardo estaba siendo un perro molesto y lo perseguía tan rápido

Pero también sabía que Eduardo podía derribarlo fácilmente, así que Eliseo sólo pudo ponerse la ropa indistintamente y le dijo a Elena:

—¡Elena cariño, me temo que tengo que ir al extranjero y esconderme esta vez, pero por favor espera mi regreso!

A Elena no le importaba mucho ahora. Para ella, todo lo que tenían era un trato a lo sumo. Era sólo una aventura. Recogió las cosas, se miró en el espejo, luego abrió la puerta y salió. Vio que Eduardo ya estaba en la puerta caminando hacia ella.

—Mi querido hermano, ¿qué te ha traído aquí?

—Hazte a un lado.

Elena saludó a Eduardo, sin embargo, fue apartada por él. Eduardo no tuvo ninguna piedad con Elena e incluso se sintió sumamente disgustado por su actitud tan sensual.

Se dirigió inmediatamente hacia el dormitorio y Elena no se atrevió a detenerlo. Eduardo entró en la habitación y ésta olía como debería oler después de que la gente terminara de tener sexo dentro.

—¿Qué diablos es él?

Le preguntaba a Elena pero sonaba aún más indiferente, también había un toque de desprecio en su tono. Sabía lo que Elena había pensado de él, pero nunca había pensado que su vida pudiera ser tan sucia.

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