Sorpresa de una noche romance Capítulo 81

A la mañana siguiente, temprano, Lydia se estiró y se despertó acurrucada en su mullida almohada, frotándose cómodamente la cara contra ella.

Se acordó de repente que estaba casada.

—Ah...

Se incorporó, pero se sorprendió al no ver a Eduardo sentado en su silla leyendo el periódico. Recordó que Eduardo había ido al estudio a sus espaldas la noche anterior. No había vuelto ayer, ¿verdad? De todas formas no eran pareja de verdad, era raro durmiendo juntos todos los días.

Cuando se levantó y se preparó para asearse, se miró en el espejo llevando su pijama rosa y se quedó aturdida.

El cepillo de dientes se cayó al lavabo.

¿Ropa?

Recordó que anoche no estaba muy contenta, así que no estaba segura de cuándo se había quedado dormida y no tuvo tiempo de ponerse el pijama…

¿Lo había cambiado Eduardo?

La cara de Lydia se puso roja como una manzana cuando pensó en ello. Se obligó a calmarse, luego se lavó, bajó las escaleras y no pudo evitar el enrojecimiento de las orejas cuando vio a Eduardo sentado en el salón, desayunando elegantemente.

Esto….

Su ropa interior era de Bob Esponja anoche, ¿también la vio Eduardo?

«¡Quiero llorar!»

—Buenos días.

Lydia se acercó y saludó, Juana al instante añadió otra vajilla y saludó a Lydia con una sonrisa. Después de esperar a que Juana se apartara, Lydia miró a Eduardo.

Parecía como cualquier otra mañana, nada en especial.

—Esto… —dijo Lydia dudosa.

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