Sorpresa de una noche romance Capítulo 84

Eduardo se acercó, no pareció notar el cambio de ambiente en la mesa, salvo que tampoco siguió comiendo.

Lydia esperaba que dijera algo, pero no dijo nada.

¡Sintió como si su corazón se asfixiara por un momento!

—¿Por qué no estáis comiendo? —preguntó Eduardo, que por fin se dio cuenta del ambiente raro.

Lydia no quiso enfrentarse a Elena delante de Eduardo y se limitó a poner una excusa.

—Estoy llena, vámonos.

Quería volver antes y preguntarle a Eduardo a qué se refería, pero no podía preguntarlo delante de Elena.

—Vale.

Eduardo nunca había sido exigente con la comida, simplemente estaba acostumbrado a comer la comida de Juana, por lo que la gente asumía que sólo comía lo que Juana hacía, y él no lo negó.

Para él, la comida sólo era para llenar el estómago.

Los tres estaban a punto de levantarse cuando, de repente, de la nada, una mujer se precipitó hacia Lydia.

—¡Ah!

Casi al instante, Lydia la equivocó y abordó al asaltante.

Había vivido en los barrios pobres hasta ahora, ¿acaso iba a salir a la sociedad sin algunas habilidades?

Pasaron segundos antes de que Lydia sintiera un objeto lanzarse hacia ella, y lo siguiente que supo es que estaba agarrando el brazo de la persona hasta que un grito salió de ésta.

—¡Aaaaaahhhhhh duele. Suéltame!

—¿Eres tú?

¿Cómo podía ser Alicia?

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