Sorpresas de la vida (SDLV #1) (COMPLETA) romance Capítulo 30

Desde que Cam llegó todo ha ido sorpresivamente bien. Él y Jace no se hablan mucho, pero cuando lo hacen todo es cortesía y buenos tratos. Todos parecemos mucho más felices estando juntos sin pelear. Los niños especialmente que son la razón por la que hacemos todo esto. Lexie es la más feliz teniendo a su padre en casa. Pobrecita, es demasiado pequeña para que entienda que ya no verá a su papá tan seguido como solía hacerlo y temo que el día en que lo entienda lo tome mal, como si Cam la hubiera abandonado. Espero que para cuando llegue ese momento ella siga a nuestro lado para poder explicarle bien como pasó todo, aunque eso es difícil sin dejar mal a su madre.

Como sea, cuando Lexie logre entender todo esto en unos años más va a terminar odiando a uno de sus padres, o en el peor caso, a los dos.

Han pasado muchos días desde que Cam llegó y puedo notar un cambio en él. Ahora está un poco más alegre y más cuando está con su hija. Creo que decidió olvidarse de todos sus problemas mientras está aquí. Eso le recomendé yo y parece que me ha hecho algo de caso.

Hoy es catorce de febrero, conocido mundialmente como el día de los enamorados o san Valentín. Para mí, es el día del amor. No solamente del amor de pareja, sino de todo tipo de amor. Por ejemplo, el amor a mis hijos. Les compre a todos en la casa un paquete de chocolate para celebrar este día. A los niños uno más pequeño que a los demás porque no creo que sea muy buena idea darles demasiada azúcar. No me apetece andar persiguiendo a niños locos por toda la casa hoy.

-Gracias, hermana- dice Josh.

Yo frunzo el ceño, primera vez que él me dice así.

-Josh, no soy tu hermana.

-Pero es como si lo fueras...

-Entonces si eres hermano de Maddie, eres mi hermano también- dice muy listamente Emma- Y eso significa que no podemos estar juntos...

Josh abre los ojos como platos y abraza a Emma y la besa.

-Gracias, madre de mis sobrinos- dice corrigiendo lo que había dicho antes.

Eso nos hace reír a todos. Incluso a Cam, quien por ser este día compró un pastel de chocolate para el desayuno. Un poco extraño, pero delicioso. Todos nos servimos y quedamos más que satisfechos.

-Bueno, nosotros tenemos que irnos- dice Josh tomando la mano de Emma- Tenemos todo un día planeado para celebrar.

-Sólo no olviden usar condón- dice Jace y todos reímos.

Menos Emma, ella está roja como un tomate. Le gusta bromear sobre la vida sexual de los demás, pero cuando se habla de la suya parece que no tanto.

-Claro hermano, ¿cómo tú?

-Touché- dice Jace.

Los chicos se van y nos quedamos los tres adultos en la casa con los tres niños. Un silencio incómodo comienza a acumularse. Oh no, pensé que ya habíamos acabado con esto.

-Es momento de que ustedes se vayan también, ¿no creen? - dice Cameron un poco desanimado.

- ¿Irnos? - pregunto mirando a Jace.

-Te tengo una sorpresa preparada- dice él entre nervioso y tímido- Cam se ofreció a cuidar a los chicos por hoy.

Me quedo mirando sorprendida a Cam. Jamás pensé que aceptaría algo así. Tiene un aire triste, pero resignado. No sé qué es lo que puede estar pensando mi amigo en este minuto. Con él no puedo leer sus expresiones tan bien como lo hago con Jace

- ¿Podrás solo con los tres niños? - pregunto dudosa.

-Claro

-Pero ¿Matty...?

-Sé lo que hay que hacer si a Matty le da algo, Maddie- dice mi amigo mientras se acerca a mí y pone sus manos en mis hombros tomando cierta distancia- Confía en mí. Los cuidaré tan bien como cuidaré a mi hija. Solo pásala bien.

Una sonrisa sincera aparece en sus labios. Sigo sin entender cuál es el propósito de Cam de hacer esto. Hablaré con él cuando Jace y yo lleguemos. Quiero que Cam sea sincero conmigo y me diga que es lo que está pensando.

Jace no me ha querido decir a donde vamos. Me dice que tenga paciencia y que me dirá cuando lleguemos. Vamos en silencio, principalmente porque él no me quiere decir y yo comencé a hacerle la ley del hielo. Muy maduro de mi parte, pero no estoy con mis hijos en este minuto como para tener una razón para ser madura. Siempre se tiene a ese niño/a inmaduro en su interior y está bien dejarlo salir de vez en cuando.

Cuando ya llevamos una media hora en el auto comienzo a inquietarme. ¿Qué cosa podría ser tan lejos? Pensé que podríamos ir a comer afuera, pero estamos demasiado lejos de las ciudades para eso.

A los cuarenta minutos de viaje, Jace detiene el auto en medio de la nada. Escondido entre los árboles. Esto cada vez se vuelve más terrorífico.

-Jace...

- ¿Confías en mí? - pregunta Jace interrumpiéndome.

Jace se pone frente a mí y me mira algo serio. Comienzo a ponerme nerviosa.

-Claro que confío en ti

- ¿Entrarías a un lugar donde se supone que no podemos?

- ¿A qué vienen tantas preguntas Jace?

Me toma de la mano y comienza a guiarme entre los árboles. Lo sigo a regañadientes. No me gustaría entrar a un lugar prohibido. Por algo está prohibido, pero el control que tiene este chico sobre mí podría hacer que hiciera las cosas más insólitas posibles.

Asusta el poder que tiene sobre ti la persona que quieres.

Llegamos hasta una reja gigante. Tal vez de unos cinco o seis metros de alto. La parte en la que estamos tiene un pequeño hoyo en donde cabría una persona. Por aquí quiere Jace que pasemos.