Su Ternura es Mi Veneno romance Capítulo 11

La vida de Camila no fue tan tranquila como la de Jorge. Cuando todavía estaba en la primaria, tenía que cocinar sola porque su padre trabajaba todo el año en obras de construcción y su madre también trabajaba. En aquel tiempo, todavía no era tan alta como para llegar a la estufa, tenía que pararse en un taburete para encender el fuego y cocinar para ella y su inútil hermano.

En cuanto a hacer pasta a mano, Camila ya lo dominaba cuando todavía estaba en sexto grado. No pasó mucho tiempo antes de que llevara la pasta humeante a la mesa. Al ver a Fermín sonriendo de oreja a oreja, este parecía haber vuelto a los días con su esposa, comiendo con gran alegría.

Pero Jorge no mostró demasiadas emociones. Camila estuvo observándolo a escondidas, tratando de ver si su desempeño había alcanzado los estándares de los 20 mil dólares.

Después de comer, vieron televisión por un rato, y luego llegó el momento que Camila más temía, pero también más esperaba.

A las diez de la noche, Fermín se retiró a su habitación para descansar.

"Ve a dormir", le dijo Jorge, mirando a Camila.

Camila siguió a Jorge a su habitación. La habitación de este último era muy amplia, comparable a un apartamento de dos habitaciones en el que ella vivía, con un baño privado, equipo de gimnasia, estantes para libros, escritorio, y una gran cama doble.

"Te bañas en la habitación, yo iré a la sala". Dicho eso, Jorge sacó su pijama del armario y salió, sin prestarle atención, que estaba nerviosa en la habitación.

Camila se sentía como una marioneta controlada por alguien más, solo pudo asentir, y también se llevó su pijama al baño. Cuando ella salió del baño en su pijama, Jorge ya estaba acostado en la cama leyendo un libro. Él ocupaba la mitad de la cama, y la otra mitad, naturalmente, era para ella.

Jorge llevaba un pijama de seda de muy buena calidad, mientras que Camila llevaba un pijama de algodón que parecía muy infantil, que no combinaba con él en absoluto. Desde el principio hasta el final, Jorge no la miró, estaba concentrado en su libro.

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