El nombre de Jorge en Facebook era su nombre real. Era ese tipo de persona con posición y estatus, no necesitaba un alias, su nombre lo decía todo.
Camila echó un vistazo a las publicaciones de Jorge, casi no había contenido, solo compartía los artículos del Departamento de Relaciones Publicas del Grupo Nicolás. Para que él no llamara la atención tanto en su teléfono, Camila cambió el nombre de contacto a ‘Don Nadie’. Después de agregarlo, Don Nadie le envió un mensaje: [Mañana firmamos el contrato, y recogemos la licencia de matrimonio] Sin ninguna sorpresa, Jorge siempre cumplía lo que decía.
Camila solo respondió con un "vale". Después del trabajo, ella fue a Plaza Nicolás para comprar una nueva blusa, ya que iba a ir al ayuntamiento para casarse. Plaza Nicolás también era de Jorge, tenía muchas propiedades.
A la mañana siguiente, Camila se maquilló un poco más que de costumbre, su piel era muy suave, y con el maquillaje, sus rasgos eran aún más refinados y atractivos. Se puso la nueva blusa. En el espejo, ella se veía muy hermosa, pero ella no sentía nada, solo pensaba que si iba a registrarse, tenía que verse bien.
El autobús de la mañana estaba un poco lleno, cuando estaban a punto de llegar, Jorge le envió un mensaje diciendo: [Ven a mi oficina]
Camila respondió: [En diez minutos]
Cuando llegó a la oficina de Jorge, su atuendo lo dejó impresionado, especialmente la curva de su pecho, lo que hizo que él recordara aquella noche, sus pensamientos vagaron por un momento. Pero no dijo nada. Él le había ofrecido ayuda financiera a Camila.
Había otra persona en la oficina, el asesor legal de Jorge, le pidió a Camila que firmara algunos acuerdos, cuyo contenido básico era: ‘Las propiedades de Jorge no tenían nada que ver con Camila, el asunto del matrimonio debía mantenerse en secreto, pero al final del acuerdo, Camila recibiría un millón en recompensa, además, durante el matrimonio por contrato, habría bonificaciones.
Los detalles de las bonificaciones eran los siguientes: Primero, hacer reír al abuelo una vez, diez mil. Segundo, cocinar una comida deliciosa para el abuelo, veinte mil. Tercero, acompañar al abuelo en el hospital una vez, cien mil. Cuarto, darle el último adiós al abuelo después de su muerte, un millón’.
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