¡SUÉLTAME, DIABLO! romance Capítulo 106

José miró su pequeña cara y dijo:

—No hay un hotel cerca de aquí. Te trataré la herida en el coche.

Al decir esto, alargó la mano para quitarle la chaqueta que llevaba y vio las marcas en su cuerpo.

—Quiero tomar una ducha. No me siento bien.

Daniela miró su piel y no pudo evitar pasar la mano por ella.

José le cogió la mano y la limpió con papel húmedo mientras decía:

—Quédate quieta y te la limpio.

—Bueno, no me has contestado. ¿Cómo me has encontrado?

—No te encontré en el hospital.

—¿Pues estabas enfadado? No era mi intensión dejarte solo, es que... —Daniela bajó la cabeza, sin atreverse a mirar a los ojos de José.

Al oír estas palabras, el movimiento de José se detuvo:

—¿Crees que haría tantas cosas porque estoy enfadado? Daniela, si no te pasa nada en los ojos y en la cabeza, debes saber que estoy preocupado por ti. ¡Mi enfado es porque me das pena!

«Se me rompe el corazón por tu adversidad.»

Esto era como una frase de amor. Daniela se congeló, olvidándose de responder.

«Pero, ¿qué hay que hacer después del sexo?» Daniela pensó que nunca se enfrentaría a esta vergüenza, pero esta vez, no había escapatoria. Miró las pupilas de José y pudo ver también su propio rostro. Los dos se quedaron sin palabras, pero sus cuerpos seguían apretados.

—Daniela, ¿todavía te duele? —José la miró burlonamente.

Daniela bajó tímidamente la cabeza y negó:

—Ya no me duele...

«Pero, ¿por qué no me sueltas todavía?»

—Bueno.

José no se dio cuenta de su reacción, y cerró los ojos como si quisiera descansar.

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