El entorno era demasiado tranquilo.
Daniela estaba en oscuridad, tan asustada que no podía reprimir el temblor de su cuerpo, y finalmente, abrió los ojos. En lugar del derramamiento de sangre que había imaginado, el alrededor era pacífico. «¿Por qué?»
A su lado, José miraba a la carretera con rostro tenso y la mirada alerta. De vez en cuando miró por el espejo retrovisor.
Daniela arrugó el ceño confundido y preguntó:
—¿Por qué solo nos siguen?
—Están esperando una oportunidad
—¿Qué oportunidad?
«Para matar a alguien, ¿no basta con disparar?»
La mirada preocupada de Daniela calmó la ansiedad de José. Ella estaba preocupada por él.
En un principio, no quería dar explicaciones, pero en este momento, quería decir todo a ella,
—Para estos asesinos es fácil matarme, pero sería muy difícil disfrazar mi muerte como un accidente
José sabía que ella volvería a preguntar por qué en la siguiente frase, así que continuó explicando:
—Soy el único heredero legal de la Familia González, si muriera por un asesinato deliberado, entonces los bienes de la familia serían congelados y no se tomaría ni un solo centavo. Pero si mi muerte fue un accidente, entonces ciertas personas podrían sacar el máximo provecho.
—¿El motivo es la herencia de tu familia?
Daniela se sorprendió, y después de pensarlo un rato, de repente se le ocurrió algo y se tapó la boca ferozmente.
José sonrió:
—Sabes quién es, ¿no?
—¿Es Luis, tu tío?
—Los asesinos, ¿qué tipo de accidente quieren crear?
Daniela giró la cabeza para mirar el coche trasero.
José dijo con calma:
—Estoy en el coche. Lo mejor sería un accidente de tráfico. Ellos están buscando un lugar sin monitor de vigilancia. Sigo conduciendo hacia los suburbios, es una oportunidad para ellos.
Daniela le miró con horror:
—¿Por qué haces eso?
José explicó:
—Tal estancamiento no es se puede seguir. Encontraré una buena oportunidad para ellos.
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