¡SUÉLTAME, DIABLO! romance Capítulo 118

—¡No se enamorará de José y no tendrá un hijo para él!

—¡Aunque ella se conmoviera ahora, todavía tengo una forma de arrebatarle el corazón!

Las palabras fueron acaloradas en la discusión.

La voz de Gabriel se cubrió repentinamente de ira y era fría en cada palabra, como una maldición siniestra.

—¡Ya sea Martina en aquel entonces o Daniela ahora, es algo fácil para mí quitárselas a José!

Luis se suavizó de repente y respiró profundamente:

—¡Si estás realmente seguro, entonces date prisa!

La voz gradualmente calmada de Gabriel volvió a sonar:

—Señor González, ¿por qué pregunta de repente por este asunto en mitad de la noche?

—¡Esta noche he dispuesto que unos asesinos asesinen a José, y aún así han fallado!

—¿Fuiste a matarlo de nuevo?

—¡Debe morir!

Luis se burló, sus ojos mostrando brutalidad:

—¡La próxima vez no tendrá tanta suerte!

Gabriel se rio, pero no era tan optimista:

—Señor González, ¿cree que no reaccionará a tu asesinato? Si yo fuera tú, deberías considerar cómo él tomaría represalias ahora.

Porque él era un hombre vengativo.

Estas palabras advirtieron repentinamente a Luis, que se sobresaltó:

—¿Dices que José va a herir a mi hijo?

—¡Si esa mujer y el niño son importantes para ti, entonces, están muertos!

Gabriel colgó el teléfono burlándolo.

***

—¡No puedes tomar tantos analgésicos!

Daniela frunció ligeramente el ceño y estiró la mano, cubriendo su frente para comprobar la temperatura.

Después de eso, la gran mano de José apretó suavemente su pequeña mano.

—Está bien, mientras los analgésicos puedan suprimir el dolor del veneno, ¡no te preocupes por los efectos secundarios en absoluto!

—¿Pero cómo es que no has traído los analgésicos? La próxima vez que tengas que encontrarte con este tipo de situación, no tienes que esforzarte en volver a casa para ponerte al día, ¡puedes tomar la medicina y descansar!

Daniela parecía tener muchas dudas, preguntando inconscientemente.

José bajó ligeramente la mirada, explicando suavemente:

—Este analgésico es un medicamento prohibido para la producción en Brasil, si se descubre, ¡pasará algo!

—¿Medicina prohibida?

Daniela se quedó atónita, y de repente se agachó para recoger el frasco de medicina que había tirado a un lado.

José cogió la medicina en su mano, la atrajo suavemente a sus brazos, utilizando la fuerza para apuntalar su débil cuerpo, apoyándose en el sofá.

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