Leticia se sorprendió mucho y preguntó directamente:
—¿Por qué? Señor González, ¿si yo no había hecho nada malo, por qué rompió conmigo? Siempre pensé que podríamos llevarnos bien, ¿para qué exactamente?
—¿No puedes adivinar? —José sonrió
Leticia se le acercó, en su delicado rostro ya se vislumbraba el pánico:
—Yo... ¡Realmente no lo sé!
—¡Sea audaz y adivina!
—De repente quieres romper conmigo, ¿porque tienes otra mujer?
Leticia había tenido miedo de decirlo y de enfrentarse a la respuesta.
José era un hombre tan maravilloso, ella lo sabía bien que él era un rey en las alturas y por eso ella se sentía atormentada por esta relación desigual, haciéndola tan humilde en el amor por primera vez.
José, sin embargo, no lo negó y se levantó lentamente y se acercó a ella.
Leticia se mordió el labio, levanta la mirada y fue abrazado por él antes de poder reaccionar. Era familiar, y frío.
—¿Por qué? Señor González, ¿qué tiene esa mujer?
—¡La mimo mucho!
En este momento, José la abrazó con fuerza, con la cabeza ligeramente inclinada, hablando a su oído como fue un movimiento de tentación.
Leticia se mordió el labio y preguntó:
—¿De verdad la quieres? ¿Te casarás con ella? ¿Por qué no lo sabía antes? ¿Por qué te quedaste conmigo, por qué me dejaste perderte después de tenerte?
—¡Leticia, estoy muy satisfecho contigo!
Ante esas palabras, Leticia se quedó confundida,
—¿Entonces por qué me abandonaste para estar con esa mujer?
—¿En quién has pensado?
José guardó silencio una vez más, su mano acarició lentamente la mejilla de Leticia mientras se inclinaba para dar un suave beso.
—Leticia, a Daniela no le importa que tenga otras mujeres, pero sí que la otra mujer seas tú. No tengo más remedio, la mimo, y si ella lo dice, lo hago.
—¿Es realmente Daniela?
En este momento, Leticia estaba completamente abrumada por el odio.
José la miró sin decir nada, acariciándola con los dedos, sus movimientos eran íntimos y suaves.
—Leticia, arregla las cosas entre tú y Daniela por tu cuenta, ¡en realidad no me importa tener otra mujer!
—¿Es Daniela realmente importante para ti? ¿La quieres?
Leticia apretó los dientes y lloró.
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