Te Quiero Como Eres romance Capítulo 254

«¿Cómo es que no se me ha ocurrido que le gusta toca el piano a mi cariño? ¡Yo debería habérselo comprado un piano hace tiempo!»

Bianca miró a Micaela, un poco sorprendida.

«¿Realmente sabe tocar el piano?» ¿No me dijo Adriana que ella es huérfana de padres que se dependía de su familia? Carlos mencionó Nyisrenda en la llamada, que es la residencia de él, así que, ya están viviendo juntos, ¿no?»

Al ver sus acciones consideradas con Micaela, Bianca sintió aún más envidia.

Armándose del valor, ella miró a Carlos y dijo:

—Carlos, lo siento mucho. No debí haberle tendido una trampa a Micaela. Te prometo que voy a tratar de dejarte y olvidarte, pero...

El hombre guardó bien su teléfono y miró a ella.

Sus ojos no eran tan evidentemente distantes y fríos como antes, lo que dio a Bianca el valor para decir lo que pensaba en el interior:

—Si no hubiera Micaela en este mundo, ¿me elegirías a mí?

En este momento, el melodioso sonido del piano sonó en el vestíbulo.

La gente de alrededor escuchó con expresiones embelesadas, incluso los periodistas invitados por Bianca fueron a tomar fotos de Micaela.

Carlos miró seriamente a ella y respondió rotundamente:

—No.

Aunque Bianca ya había decidido dejarlo a ese hombre, todavía sintió una punzada aguda en el corazón al oírle negarse tan directamente.

Carlos puso su mirada en Micaela, quien siempre cerraba los ojos cuando tocaba el piano, disfrutando, irradiando un aura elegante.

Al ver a tanta gente alrededor apreciando a su querida tan encantadora, le surgió el impulso a Carlos de llevársela de este lugar inmediatamente. Su belleza solo le pertenecía a él mismo, pero ahora estaba en un lugar bullicioso donde tanta gente la contemplaba.

Carlos retiró la vista y dijo de repente a Bianca:

—Pero me gustaría que pudieras ser mi cuñada.

Hizo una breve pausa, ignorando la complicada expresión de esta, y continuó:

—No todos los amores profundos pueden aguantar una larga espera sin esperanza. Tomás también está bajo la presión de la familia, si le rompes el corazón de nuevo, se rendirá a la familia.

—¿Qué quieres decir con eso? —Bianca no entendía muy bien lo que él quería expresar.

Sin embargo, Carlos no tenía intención de darle más explicaciones concretas, se levantó y se dirigió donde estaba el piano.

Al final de la pieza, un fuerte aplauso estalló entre la multitud.

Micaela abrió los ojos y vio a Carlos de pie a su lado, inconscientemente le sonrió dulcemente.

Gentilmente, Carlos le extendió la mano y Micaela sin mayor dilación lo tomó de la mano.

El hombre la cogió de la mano, se dio la vuelta y salió al exterior, atravesando el vestíbulo. El portero les abrió inmediatamente la puerta de cristal, y los dos se metieron en el coche y se fueron a la vista de todos.

Los fans, todavía embriagados por la música de piano que acababan de escuchar, se sintieron conmovidos por esta hermosa escena, y se sintieron felices de ser fans de Micaela, porque todos experimentaron esa sensación de felicidad que les hacía palpitar el corazón.

Katarina volvió a pedir a todo el mundo que no publicara comentarios negativos sobre Micaela en las redes sociales, y luego se acercó a Tomás y dijo:

—Bianca no ha conducido hoy, por eso, por favor la llevarás de vuelta a casa, ¿vale?

Hizo un gesto con la mano a Bianca como despidida y se marchó.

Bianca se levantó de su asiento, Tomás apartó la silla para cederle el paso y dijo en voz baja:

—Vamos, te llevaré de vuelta.

Los dos salieron del restaurante uno tras otro.

Sentada en el coche, Bianca tomó la iniciativa para hablar:

—Tomás, lo siento mucho. Lo que te he dicho la última vez se ha sobrepasado demasiado.

El hombre puso en marcha el auto, le dirigió una mirada ligera y dijo:

—No pasa nada. Ya está pasado y lo he olvidado.

Bianca se sonrojó mucho y preguntó murmurando:

—Lo que he hecho es muy tonto y torpe, ¿verdad?

—Sí, tu supuesto plan está lleno de lagunas. Micaela es muy inteligente y tiene la habilidad de desactivar las crisis. Hoy ella quería venir a verte a solas, es mi hermano, quien insistió en acompañarla.

Bianca se quedó muy avergonzada y le contó todo el plan a Tomás:

—Pensé que después de haberle sacado fotos íntimas con ese hombre, terminaría el contrato con ella con el pretexto de que había violado la cláusula de prestar atención a su estilo personal, y le pediría una indemnización por incumplimiento de contrato.

Tomás no pudo evitar reírse a carcajadas al escuchar las palabras de esta.

—¿Crees que Carlos te dejaría tener la oportunidad de publicar una historia así?

Bianca se quedó sin palabras sin responder.

«Sí, según el carácter de Carlos, no toleraría tal cosa.»

—Y, aunque se tratara de un incumplimiento de contrato, ¿qué más daría? ¿Crees que Carlos no podría pagar la indemnización? En realidad, para él sería mejor que Micaela tuviera el menor contacto contigo. Mi hermano consiente mucho a esa mujer.

Bianca se quedó sin palabras al instante y miró afuera por la ventanilla otra vez.

Muy pronto llegaron a la casa de Bianca.

El coche se detuvo lentamente frente a la puerta principal de la villa.

Bianca se desabrochó el cinturón de seguridad y preguntó casualmente:

—Gracias por llevarme de vuelta, ¿quieres tomar algo en mi casa? Mi padre debería estar en casa a esta hora...

—Bianca.

—¿Eh?

Bianca, quien ya abrió la puerta del coche, inconscientemente giró la cabeza cuando oyó que la llamó por su nombre, pero solo vio que un rostro apuesto se le acercó de improviso y le besó en los labios inesperadamente.