El número 9 reaccionó que si no la hubiera ayudado, ¡Micaela podría lograr el quinto traje!
En otras palabras, deberían eliminar al número 9…
Fue el número 3 quien empujó al número 9, por eso, ella se cayó.
El número 9 la miró con una mirada cruel y apretó el puño…
«Si yo pudiera entrar el Súperocio, ¡me vengaría!»
Adriana también se asustó. ¡La trampa que había puesto acabó en vano!
Sabiendo que Micaela no podía competir con las demás en arrebatar ropa ni se cambiaría en público, ¡Adriana había asegurado que Micaela perdería en esta ronda!
¡Pero Adriana no había esperado que pasara esto!
Su plan terminó en vano...
Precipitándose a elogiar a Micaela, los jueces comenzaron a comentar.
Dos de los jueces eran muy conocidos en la moda en el extranjero, quienes invitaron a Micaela que se incorporara a su empresa. También dijeron que podían pagar todas las pérdidas en Anlandana…
Pero Micaela los rechazó.
La última que dio comentarios fue Adriana.
Adriana y Micaela se miraron.
Adriana estaba deduciendo lo que indicó en los ojos de Micaela.
«Adriana, ¡te estoy alcanzando poco a poco!»
De repente, Adriana no supo qué decir.
¿Elogiaba a Micaela?
¡Ella no podía hacerlo!
¡Se notaba su rabia en las venas expuestas!
«Tengo que aguantarla. ¡Todavía me queda otro remedio! ¡Definitivamente esa maldita Micaela no podrá obtener el certificado de nivel A!»
—¡Vaya la modelo más popular de Brillantella! Casi se comporta perfectamente en cada sección, como si se hubiera preparado —después de una respiración profunda, Adriana dijo sonriendo.
—Pero no os malentendáis. La improvisación y la arrebatiña las hemos agregado los jueces hace una hora. ¡No hemos revelado los contenidos con anticipación! —Adriana siguió diciendo.
¡Adriana lo dijo con atención de que los oyentes dudaran de Micaela!
La gente comenzó a susurrar con incredulidad.
—¿Es que cierto que Micaela se ha preparado para los contenidos?
—¿Ya sabía los últimos contenidos? ¡No existían en las evaluaciones anteriores!
—Por cierto, esta juez Adriana y Micaela ambas no son modelos de Brillantella?
—Sí, acaso Brillantella les ha facilitado recursos?
Mostrándose inocente, Adriana ya obtuvo lo que quería. La gente se quedó confundida.
—Es imposible que se hayan desvelado los contenidos del examen. Los hemos añadido provisionalmente. ¡No os preocupéis! —un juez se levantó y explicó en serio.
Sin embargo, una vez plantada la duda, la gente no dejó de adivinar.
¡Ella se enfureció!
—Maldita transmisión en vivo. ¡Voy a revelar esa abominable intriga de Adriana! —dirigiéndose hacia la zona de jueces, Alba se levantó. Pero Candy la detuvo.
—¡No me impidas! ¡No puedo dejarla calumniar a Micaela!
—Alba, mira, ¡han llegado los organizadores! ¡Detrás de ti! —Candy dijo apresuradamente.
Alba se quedó atontada. Vio que un hombre y una mujer estaban detrás de Eric.
—Sr. Eric, usted es vanguardista de modelo. Ya que está aquí, ¿podría presentarse en el desfile de moda para el examen de hoy? —se asomaron y dijeron a Eric.
Como todavía no se había resuelto el problema presente, Eric no quería pensar en el desfile.
Cuando estaba por rechazarlos, Alba le tiró la manga.
¡Eric se dio cuenta de que estas dos personas le estaban haciendo señales!
De repente, ¡entendió que Carlos las había mandado!
¡Carlos también había organizado este desfile para él a propósito!
—Podría hacerlo, pero tengo un requisito a cambio —comprendiendo todo, Eric dijo.
—Pida lo que quiera usted. Intentaremos hacerlo si podemos y no afecta el examen —el jefe asintió.
Eric se le acercó y le dijo algo al oído. El hombre se quedó suspenso. Pero lo que había planteado Eric no influiría en el examen, por eso, el jefe estuvo de acuerdo.
—Candy, ¡maquíllame! —Eric dijo a Candy satisfechamente.
Comentarios
Los comentarios de los lectores sobre la novela: Te Quiero Como Eres