Te Quiero Como Eres romance Capítulo 516

El presentador se quedó boquiabierto.

Micaela también sintió que algo iba mal y se acercó con Carlos.

Alba miró a Micaela, luego a Carlos y rápidamente apartó la vista.

—Micaela, yo...

La mente de Alba estaba confusa, entonces Ernesto le agarró la mano y la llevó a sus brazos, abrazándola con fuerza.

Ernesto se puso nervioso y triste.

Todo el mundo estaba muy confundido. «¿Qué ha pasado?»

En el corazón de Micaela también surgió una vaga inquietud.

«¿No recuerda Alba a Ernesto?»

«¿Cómo puede ser tan repentino?»

«¿O estaba gastando una broma?»

«¡Pero ella no haría una broma así en una ocasión como ésta!»

Antes de que tuviera tiempo de reaccionar, Micaela oyó la voz de Alba:

—¡Oye! Ernesto, estoy bromeando contigo.

Al escuchar estas palabras, Ernesto la soltó y la miró con ojos llenos de emoción.

Alba pareció olvidarse de Ernesto por un momento. Mirando su expresión, estaba realmente asustado.

—Alba, ¿estás bien? —preguntó Ernesto con inquietud.

Alba sacudió suavemente la cabeza, y la horquilla que llevaba en el pelo se balanceó ligeramente con el movimiento:

—Lo siento...

Ernesto se contuvo de seguir sosteniéndola en sus brazos.

Micaela dio un fuerte suspiro de alivio, pero también se aseguró en su mente de que no era una broma por su parte. Ella realmente casi se olvidó de Ernesto.

Carlos apretó su mano y la calmó:

—Está bien.

Micaela asintió con inquietud.

El equipo del programa estaba confundido, pensando que este clip tendría que ser cortado definitivamente.

El presentador salió a aligerar el ambiente:

—¡Alba es siempre tan traviesa! Enhorabuena a las cinco parejas que han superado nuestro juego. ¡Pasemos ya a la siguiente parte!

Eric también se sintió aliviado. Acababa de pensar que Alba había perdido repentinamente la memoria, porque en la gran pantalla, ¡ella estaba mirando a Ernesto como si estuviera viendo a un extraño!

El público se sintió extraño, pero no le dio mucha importancia. Sus emociones se dejaron llevar por el presentador y su atención se puso inmediatamente en la siguiente ronda.

Los segmentos posteriores fueron todos emocionantes e interesantes. El equipo del programa no puso toda su atención en el emparejamiento de Micaela y Carlos, sino que todos los miembros fueron tratados por igual.

Micaela observó la interacción entre Alba y Ernesto. Ambos actuaban como si lo que acababa de pasar nunca hubiera sucedido. De hecho, todo era para no preocuparse.

Carlos cogió la mano de Micaela y la tranquilizó:

—Está bien, no te preocupes.

Micaela lo miró y asintió, queriendo de repente abrazarlo un poco. Era como si estar en sus brazos la hiciera menos incómoda.

Como si supiera lo que ella estaba pensando, Carlos le rodeó los hombros y la mantuvo a su lado.

—Pequeñita, ajusta tu mente.

Carlos estaba un poco celosa porque Micaela se preocupaba mucho por Alba.

«Sí, Alba y Ernesto están tratando de superar las emociones negativas del accidente de ahora, ¡yo también tengo que superarlo!»

Solo con este pensamiento consiguió que su estado fuera correcto y volvió al espectáculo.

La última parte del partido fue un juego que todos disfrutamos, que las mujeres se encargan de decir y los hombres de adivinar.

Hubo muchas risas. Romina y Moises no entendieron nada y acabaron por no adivinar ni una sola palabra correctamente.

Ernesto y Alba lo hicieron bien, acertando siete de las diez preguntas.

Hugo y Coco trabajaron bien juntos, acertando la mitad.

Pascual y Albina estaban un poco peor, pero una de las preguntas era especialmente interesante. Cuando Albina miró las palabras en la gran pantalla, se dio una palmada en los muslos y dijo con entusiasmo:

—¿A qué animal le diste un picotazo aquella vez que fuimos de excursión, y luego el plato que te apetecía especialmente?

Sin dudarlo, Pascual respondió:

—Te amo.

Toda la sala se quedó en silencio. Micaela no reaccionó y dijo con ansiedad:

—No, ¡es al revés!

Micaela lo miró con ojos llenos de expectación.

Repitió Carlos con ojos llenos de seriedad:

—Te amo.

Micaela se congeló...

—¡Dios mío! Sr. Aguayo definitivamente lo está haciendo a propósito.

—¡Sr. Aguayo es demasiado romántico!

—¡Increíble!

Todo el público hablaba, sorprendido por esta forma tan romántica de expresarse de Carlos.

La voz del presentador sonó:

—¡Se acabó el tiempo, respuesta equivocada! ¡Micaela, por favor, dile la respuesta correcta!

Alba y Ernesto estaban un poco sorprendidos:

—¡Parece que el equipo del programa está dispuesto a bromear con ellos!

Interiormente feliz, Moises dijo:

—Esta ronda es realmente genial, ¡tan creativa e interesante!

Carlos se acercó unos pasos, miró a Micaela y preguntó:

—Dime, ¿cuál es la respuesta?

Los ojos de Micaela estaban llenos de ternura. ¿Cómo pudo defraudarlo?

—La respuesta es, Carlos, te amo.

Carlos quedó satisfecho y le dio un beso.

—Enhorabuena, has respondido correctamente.

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