Mierda. Toma esto...
Me quedo como una estatua, mirando fijamente a un punto. Miro los trozos de espejo donde puedo ver mi propia cara pálida, y siento que voy a morir.
- ¡Nastya! ¡Nastya! - Alguien me sacude el hombro, pero ni siquiera reacciono. - ¿Estás bien?
- ¿Qué?" Sacudo la cabeza, tratando de salir del profundo shock.
- ¿Estás herido?
- No, soy n-normal.
- ¿Por qué te pones tan blanco? ¿Tienes la regla? ¿O tienes un resfriado? - preguntó Angelina en tono serio, examinándome con una mirada severa.
- ¡No, nada de eso! Estoy bien. Sólo pensaba...
¡Mentiroso!
- Voy a buscar a la señora de la limpieza y tú vete al pasillo.
Me estoy haciendo a la vida.
Anímate.
Sigue adelante.
¡Tengo que hacerlo!
Pero es tan difícil...
Tengo que hacer mi trabajo si no quiero estar fuera en poco tiempo y perder tan buen dinero. Así que aprieto mi voluntad en un puño y me dirijo a la salida de los vestuarios.
- ¿Y quién servirá a este importante y formidable Basmanov? - Alka tiembla como si tuviera fiebre.
- ¡Claro que sí! - declaró Angelina con orgullo, dando un paso adelante. Me sentí como una estrella. - Estás demasiado verde para esta misión, y yo tengo mucha experiencia. Basanov nos reservó para un banquete para un pequeño círculo de personas importantes. Todo debe salir a la perfección. Están celebrando una especie de fiesta de compromiso.
Espera.
¿Qué?
¿Una fiesta de compromiso?
Me siento peor que hace un minuto.
Compromiso...
Creo que estoy empezando a entender algo...
¿Es por eso que Basmanov se despidió de mí tan fríamente? ¿Fue porque se iba a casar?
Comentarios
Los comentarios de los lectores sobre la novela: Te tomo prestado