Te tomo prestado romance Capítulo 94

Sollocé felizmente y me apoyé en él, olvidando por un segundo aquella desafortunada conversación. Bulat me acarició el pelo y me susurró algo en la parte superior de la cabeza cuando nadie miraba.

- Te echo de menos...

Yo también.

Susurro sólo con los labios y me alejo bruscamente al oír el timbre. Bulat también. Nos giramos y vemos a la chica de la limpieza. Se queda en la puerta y nos mira con ojos vidriosos. Luego gime distraídamente, se arrodilla y recoge el cubo de solución jabonosa que se le ha caído accidentalmente del suelo.

- ¡Tía despistada! ¡Limpia eso ahora! ¿Cómo te atreves?

Un hombre con traje, el gerente, se precipita detrás de ella y la castiga, casi golpeándola en la cara. Luego dirige la mirada a su amo y comienza a hacer un informe somero sobre lo que está ocurriendo ahora en la casa del millonario Bulat Basmanov.

- ¡Señor! Hemos comenzado los preparativos para las fiestas. Se acaba de entregar un espléndido arco con lirios y orquídeas blancas como la nieve.

- Llévalo a la sala. Pondremos la mesa allí. ¡Oh, ten cuidado! ¡Si algo se daña, te quitaré el sueldo o serás despedido deshonrosamente! ¡Estás al mando, Boris!

Él asiente, la chica se disculpa.

- Entendido, lo siento.

La criada se limpia rápidamente y sale corriendo a hacer sus necesidades.

Estamos frente a frente en silencio.

- Así que...

Hablamos juntos a coro.

La expresión del rostro de Bulat cambió: una frialdad se instaló en él. Las chispas de felicidad ya no bailaban en sus ojos negros. No sé qué decir de mí.

- Sí, la boda tendrá lugar en unos días. Nos hemos decidido. Victoria lo quería cuanto antes... No hay razón para esperar más.

- Ya veo.

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