Te tomo prestado romance Capítulo 95

No quería despertarme...

Ojalá no hubiera vuelto a abrir los ojos.

- ¡Buenos días!

Un breve golpe y Elena, la criada, entra en mi habitación.

- Reúnanse, o llegaremos tarde. Bulat Ramzanovich ha ordenado que te vistan inmediatamente y te envíen a los invitados.

Me arrastro de mala gana fuera de la manta.

- ¡No me siento bien! Tengo náuseas...

¡Hago lo posible por no estar ahí!

- Tengan paciencia. Estarás sentada durante la parte más importante del evento y luego podrás ir a descansar", me tranquiliza mientras pone mi maquillaje y otros equipos en el tocador junto al espejo.

De alguna manera me obligo a comer. Lo hago por el bebé. Aunque no pueda comer ni un bocado. Luego me entrego a Elena, que me ayuda a arreglarme.

Unas horas... y estoy irreconocible.

- ¡Bien hecho! - Me considera una mujer de pie frente a un espejo con un vestido exquisito. - ¡Te queda muy bien!

Sí, soy muy bonita. A mí también me gusta. Pero Victoria... creo que ninguna de las invitadas pudo superarla en belleza y lujo del atuendo.

Elena me ayudó con mi lujoso peinado, rizando mi cabello y con un maquillaje ligero y discreto. Pero ni siquiera una transformación tan llamativa me levantó el ánimo. Cuanto más se acercaba la hora de la boda, más triste me sentía.

Se oyó otro golpe en la puerta.

- Anastasia, ¿estás lista? La ceremonia está a punto de comenzar. El maestro ha ordenado que te lleven al jardín y te sienten.

Suspirando, cerrando las manos en puños, arrugando la tela aireada de mi atuendo, seguí a la criada.

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