Tener Niños con Mi Esposo Infértil romance Capítulo 8

Ximena recordó cuando Ulises le había dicho que la dote de su madre había quedado atrapada en el mercado de valores, y se quedó preocupada. Incluso las prendas más baratas de aquella tienda de ropa costaban miles de dólares, y ella no gastaba esa cantidad ni en medio año en el campo.

Ni con todos sus ahorros podría pagar esa deuda.

"Las jovencitas deben vestirse con vivacidad y brillantez. Una nuera es como una hija. ¿Para qué necesitan las madres e hijas ser tan formales entre ellas?"

Un ápice de brillo pasó por los ojos de Ximena.

Suegra y nuera arrasaron con la tienda de ropa y después entraron a la joyería.

Pero siempre había alguien que estaba buscando problemas.

"Vaya, Sra. Juana. ¿Todavía estás animaba como para ir de compras? Felicitaciones por que su hijo haya despertado. Es una lástima que se haya quedado discapacitado... Ahora los derechos de sucesión de la familia Juez serán del primogénito", dijo aquella dama con una sonrisa maliciosa cubriéndose los labios.

Ulises había superado a demasiados, y ahora que había caído, todos querían pisotearlo.

Juana respondió con una gélida sonrisa: "Sra. Rafaela, escuché que su hijo acabó en el hospital por andar con varias mujeres, espero que no termine muerto en brazos de una. ¿Y qué si es así? Al fin y al cabo, ¿qué relación tiene eso con nosotros?"

"¡Tú!" La dama se enfureció.

"¿Qué hay de mí? ¡Incluso si mi hijo está discapacitado de las piernas, sigue siendo mejor que el tuyo! He oído que la familia Sotelo ha buscado a médicos de renombre sin poder curar su infertilidad. ¿Será que los Sotelo... se van a extinguir?"

Juana miró de manera despectiva, cada palabra golpeaba el orgullo de la Sra. Rafaela.

El único hijo de la familia Sotelo tenía problemas conocidos por todos en Ciudad Mar, y era conocido por meterse en situaciones embarazosas por exceso de medicación.

La Sra. Rafaela no se quedó atrás: "¿Y su hijo no es igual? Tarde o temprano encontraremos al Sr. Jaime, ¡y espero luego no venga a pedirme ayuda!"

"¿Pedirte ayuda? ¡Qué gracioso! Ulises es una persona bendecida, no me sorprendería que el Sr. Jaime viniera por sí mismo a tratarlo!"

En términos de luchas entre familias ricas, Juana siempre tenía la última palabra.

"¡Tú... no olvides que los Sotelo aún controlamos tierras, y quiero ver cómo Ulises resuelve el proyecto con los Juez y Renzo!"

El rostro de la Sra. Rafaela palideció y se marchó apresuradamente con su bolso.

Al escuchar sobre el proyecto del Grupo Renzo, Ximena frunció el ceño un poco confusa.

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