Triple penetración romance Capítulo 39

En momentos como este, creo seriamente que algo no está bien conmigo. Esto no es normal. Absolutamente anormal ... ¿Por qué me siento tan atraído por sumergirme en este Reino de lujuria y libertinaje una y otra vez? ¿Por qué no puedo ser como todos?

Decidí responder a otra llamada de Ruslan.

– ¿Por qué no me respondes desde ayer? ¿Estás enfadada conmigo? – escuché su voz emocionada. – Y te perdiste la Universidad otra vez.

– No te preocupes, Ruslan, estoy bien. Es solo que estoy un poco cansada, últimamente me han caído demasiados problemas.

Aquí no mentí, de todo lo que sufrí realmente me dolió la cabeza. Y no podía pensar en nada.

Necesitaba dormir bien, pero tampoco podía dormir.

– ¿Puedo ir a verte después de la universidad?– con esperanza en la voz preguntó Ruslan.

– Vale, ven después de clase, esperaré.

Tiré el Teléfono a un lado y pensé. Tenía que calmar el temblor en mis manos de alguna manera, y ponerme en orden. Parecía un neurótico.

Decidí tomar un té calmante con hierbas y dar a sus pensamientos una pequeña pausa para descansar. Ya estaba al borde de un ataque de nervios, mis manos temblaban y mi corazón latía al doble de velocidad. Pensé, y tomé un par de pastillas más de sedante, y luego se acurrucó y cerró los ojos.

Me costó tomar algunas respiraciones profundas, el corazón volvió a un ritmo normal, y luego el sueño me ayudó a fallar en el olvido.

Me desperté con el timbre. Ruslan, como prometió, vino a mí tan pronto como terminaron las lecciones en la Universidad. En sus manos sostenía un ramo de rosas y una Caja de dulces. Me sorprendió mucho. ¡Maldita sea, es demasiado lindo! ¿Por qué lo hace tan difícil?!

Ruslan y yo nos abrazamos, e inmediatamente me sentí mucho mejor. Siempre he estado tranquilo con él.

– ¿Qué vamos a hacer? – es astuto, se preguntó.

- No lo sé, estaba dormida cuando llegaste. Tengo que despertarme. ¿Podemos ver la tele?

Y luego nos acostamos en el Sofá y vimos una película tonta y romántica, y sentí la facilidad y la calma en ese momento. Me sentí bien con este tipo. Algo así estaba en el olor del cuerpo de Ruslan, me afectó de manera atractiva.

El chico me adquirió aún más fuerte y me miró fijamente a los ojos.

Al segundo siguiente, ya estaba colgando sobre mí y besando con avidez mi cuello y clavículas. Mi piel estaba literalmente quemada por cada toque de sus labios.

Cuando ya me quitaron la ropa, la mano del chico bajó hacia las bragas de encaje beige.

Comentarios

Los comentarios de los lectores sobre la novela: Triple penetración