TU CITA A CIEGAS FUI YO, PAPÁ romance Capítulo 3

Su padre la abrazo apretándola contra su cuerpo, pero no podía darle consuelo, pues Él mismo no podía hacerlo, la dejo con sus padres y fue a despedirse de su esposa.

“Como quisiera que todo esto fuera una pesadilla, y por más agua fría que me eche en la cara o me pellizque, me doy cuenta de que esta es mi triste realidad y no te tengo más en esta vida

Trato de imaginar que estás llegando a casa, que escucho tu voz que me llama desde la puerta de nuestra habitación, siento que estoy enloqueciendo de solo pensar que nunca más te volveré a ver.

Daría mi vida entera y pagaría todo lo que fuera, por volver a estar contigo, y compartir lindos momentos, pues la mejor etapa de mi vida, ha sido cuando he estado más cerca de ti. No tienes idea de cuánto te extraño

Te extraño con todo mi corazón, y aunque muchos digan que el ya no tener cerca a alguien, hace que lo olvides, yo te puedo asegurar que nunca te olvidaré, pues te guardo en lo más profundo de mi corazón, porque tu recuerdo es para mí el mejor de los tesoros, y lo cuidaré por toda mi vida.

Adiós amor, me dejas y yo me quedo aquí sufriendo tu partida, nuestra hija me acompañará siempre para recordarme a ti”.

Se movió de allí para que pongan el ataúd en su bóveda, sus padres e hija lo abrazaron observando que se perdía ya de su vista y cerraban el sitio donde la metieron, su llanto se escuchaba en todo el mausoleo, pero trato de resignarse saliendo de allí, afuera todos le daban fuerzas para soportarlo, agradeció a cada uno de ellos hasta que solo quedaron ambas familias.

Subieron a los autos para regresar a casa, Marck sollozaba y decía

—¡Para qué mierda existe el dinero!, si no puedes hacer nada para ayudar a quien amas, la extraño… ¡El maldito dinero… no me sirvió de nada! ¡Maldición! —eso lo dijo ya gritando y su madre dijo

—Hijo, cálmate por Dios, Judith ya descansa en paz, por favor tu hija… te está escuchando

Marck se había olvidado que Jenna iba junto con ellos y replico

—Perdona hija es que… la extraño mucho —pero la niña era muy inteligente y sensible y acoto

—Te entiendo papi, yo… también la extraño mucho —Pero su abuelo a ratos observaba a su hijo con culpabilidad e iba muy callado.

Llegaron a casa, entraron para sentarse todos en la sala, Jenna abrazaba a su papá, le hacía mucha falta su mamá, Dereck miraba ese cuadro y no se aguantó de llorar, su conciencia estaba en conflicto, su esposa se levantó para abrazarlo y reconfortarlo.

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