¿Tuvimos un hijo romance Capítulo 224

—Perfecto. Por consiguiente, nuestra compañía dará lo mejor de sí en esta temporada. Para el final de este mes se espera que todos trabajen el doble de su carga de trabajo actual. Además, asegúrense de mostrarme el límite de sus capacidades, no descuiden eso.  Luego de la junta, Fernanda tocó la puerta de la oficina de Anastasia y entró un café en mano; eso significaba que quería hablar con Anastasia.  —Anastasia, Alexis fue promovida a directora adjunta y ella intentará hacerte la vida imposible en la compañía en cualquier aspecto que pueda. Deberías cuidarte las espaldas para que no caigas en sus trampas.  —Ok, entendido. Gracias por tu preocupación, Fernanda—Anastasia sonrió en agradecimiento al tener una gran amiga como Fernanda.  — ¡Oh, estás viendo autos! ¿Ya te decidiste por uno?—Fernanda se acercó con curiosidad dando un vistazo a la pantalla de su monitor.  Anastasia asintió.  —Veo modelos pequeños. No es muy conveniente ir y venir en transporte público al trabajo todos los días y los precios tampoco ayudan. Sería más conveniente si tuviera un auto.  — ¿Has visto algo que te haya gustado? ¿Qué modelo?  —Nunca he conducido un auto desde que conseguí mi licencia, así que opté por uno compacto—Anastasia apuntó hacia el pequeño BMV compacto. Se ajustaba a su presupuesto.  Fernanda miró las opciones con Anastasia, luego en la tarde fue con ella a ver el auto en persona. Anastasia pidió una prueba de manejo y concluyó en que fue una experiencia bastante placentera. El desempeño fue satisfactorio y el auto se vio lindo y elegante, la cubierta exterior era blanca. Anastasia se había debatido por un auto por 5 días hasta que por fin decidió el modelo adecuado. En la concesionaria, pagó por él con su tarjeta y dejó en ahí mismo se ocuparan del papeleo y de todo lo demás antes de regresar a la compañía con Fernanda. El auto estaría listo para llevárselo mañana y Anastasia estaba emocionada por su primer auto. Era un importante logro para una persona común como ella. Ella invitó a Óliver a comer, pero este programador nunca tenía tiempo. Estaba trabajando en un proyecto importante en ese entonces por lo que estaba bastante ocupado. Anastasia podía esperar hasta que Óliver tuviera tiempo para comer. Ella todavía se la debía por aquel día en que él recogió su teléfono. Estos días fueron muy pacíficos, pero faltaba una persona; ¡Elías! Si ese hombre no hubiera tomado la iniciativa de aparecer en su vida, ella tendría cero oportunidades de acercarse a él. Esto era debido a que aquel hombre sabía moverse en los estratos sociales más altos. Incluso sus subordinados no lo conocieron ni una sola vez en todo el año, más o menos personas normales. Seis días pasaron de pronto. Anastasia se detuvo a la mitad de su edición antes de que una figura dominante apareciera en su mente. Debería regresar de su viaje de negocios hoy. Ella sacudió la cabeza. «¿Por qué pienso en él?» Anastasia mordió sus labios rojos y llevó de nuevo su atención a su trabajo. De pronto, el teléfono sonó. Levantó la mirada con sus lindos ojos y se apresuró a responder la llamada.  —Hola, ¿quién habla?  —Anastasia, ¿terminaste de firmar el documento que te envié justo ahora?—se escuchó la voz de Gabriela.  —Oh… Sí, lo terminé. Puedes venir y llevártelo—dicho esto, Anastasia se dio un golpe en la cabeza.  «¿Qué es lo que me pasa? ¿Esperé que fuera Elías? ¡No puedo creer lo mucho que este hombre me afectó!» De pronto, el teléfono volvió a sonar, su ritmo cardíaco se aceleró un poco. Ella tomó el teléfono y respondió:  —Hola, ¿quién habla?  —Anastasia, ¿cuándo vas a subir los documentos de este mes? Ya te retrasaste en la fecha de entrega por dos días. No te atrevas a holgazanear—la voz de Alexis se escuchó.  —Trabajaré tiempo extra esta noche y haré lo mejor para enviarlo mañana—respondió Anastasia.  —Escúchame, tengo mi ojo en ti. Si aún no lo envías para mañana a las 10 de la mañana, te lo voy a deducir de tu bono. ¡Ja!—dijo Alexis y sin despedirse colgó la llamada.  Anastasia se sintió inquieta, pues ahora Alexis con su nuevo puesto de directora adjunta, la empezaría a molestar. Ella usaría cualquier pequeño error para llegar a Anastasia. Ella sabía que no debía de fantasear más, por lo que regresó a su tabla de dibujo y cuando miró la hora eran las 3:30 de la tarde. Tuvo que dejar de trabajar y seguir con su trabajo en casa después ya que tenía que ir a recoger a su hijo. En el jardín de niños, el pequeñín le preguntó por Elías y ella le dijo que estaría afuera por un viaje de negocios por una semana. De forma inesperada, aquel niño recordó cada detalle.  —Mami, ¿el señor Palomares va a regresar hoy? ¿Vamos a cenar en casa?—Alejandro tenía una cara de expectativas en su rostro.
 

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