¿Tuvimos un hijo romance Capítulo 305

Capítulo 305

Anastasia comenzó a culparse a ella misma para ese punto.

-Es mi culpa por haber pasado por alto la salud de mi papá. Señor Salcido, me tiene que hacer saber tan pronto como pueda si algo le llega a pasar a mi padre.

-El presidente Torres no me permitió contarle porque no quería que usted se preocupara-. En la mirada de Mario había un destello de esperanza-Señorita Torres, ipor favor esté lista para tomar el control de la empresa en los próximos dos años! -De un momento para el otro, fue abatida por la presión que vino con sus palabras, pues asumir y gestionar la empresa de su padre era algo que iba más allá de lo que era capaz de hacer. La mirada apasionante de Mario se mantuvo fija sobre ella-. Pero haré mi mejor esfuerzo por ayudarla.

Luego prosiguió a contarle sobre la agenda sobre algunos de los eventos de la empresa y ella le puso mucha atención a cada cosa que le decía; mucho de lo que escuchó le fue dificil de comprender, pero él actuó con paciencia para explicarle a fondo sobre todo y ella también hizo un esfuerzo por entenderlo todo con una mente abierta. Después de que acabó la cena, Mario caminaba a un lado de ella mientras se retiraban del establecimiento; Anastasia tenia prisa en regresar con su hijo y padre. En ese momento, el tono de su celular comenzó a sonar y pudo sentir cómo su corazón daba un salto cuando vio que era una llamada de Elías.

-Hola, presidente Palomares. ¿Qué se le ofrece? – le preguntó con una voz tranquila, pero el no le respondió y prefirió hacerle una repentina pregunta:

-¿En dónde estás?

-Estoy en…

-Cuidado, Anastasia – llamó Mario de la nada mientras que pasaba su brazo alrededor de su hombro para moverla lejos de un auto que se estaba desviando del camino; ella volteo para mirarlo con agradecimiento, pero la voz en el teléfono pronto volvió a surgir.

-¿Quién era ese que estaba hablando a un lado tuyo? – Ella quería poner total atención a sus alrededores mientras que caminaba por la calle, por lo que le respondió con rapidez.

– Voy a colgar, presidente Palomares. Ya me voy a casa. -Se pudo ver un destello de celos en los ojos de Mario al paso que caminaba a un lado de Anastasia; de hecho, el hizo saber de su presencia a Elías de manera intencional al hablar durante la llamada por teléfono porque tenía la intención de sabotear la relación que tenían Elias y Anastasia.

Al mismo tiempo de todo eso, había un hombre apuesto parado afuera de un comedor privado de un restaurante de cinco estrellas; llevaba una apariencia apagada mientras observaba su celular.

Debe de estar en una cita con otro hombre. Pensó con desilusión, Elias luego volvió al comedor y se disculpó con el padre y la hija:

-Señor y señorita Durazo, me temo que tendré que retirarme para atender una emergencia

Hay que volver a cenar juntos para la próxima.

-Elias, ino te vas a quedar ni un poco más? – Luis lo miro con culpa.

– No, señor Durazo. Hablaremos en otra ocasión. -Después de decir eso, Elías tomó su saco. asintió hacia ellos de manera cordial y se fue al poco rato. Alma llevaba un vestido de noche plateado muy seductivo, pero se percató que la mirada de Elías solo había aterrizado sobre ella unas cuantas veces durante toda la cena, pese a lo hermosa y llena de clase que lucia, no podía creer que eso era todo lo que había recibido de su parte incluso por tener ese nivel de encanto.

-¿Será que haya logrado ver a través de mi cobertura? – Luego miró de repente a Luis, Señor Durazo, no me diga que ha traicionado a Raúl.

Luis fue sorprendido por sus palabras, por lo que rápido sacudió su cabeza y escupió sus palabras:

-¿Cómo me atrevería a traicionarlo cuando la vida de mi hijo está en sus manos? – Pero, por supuesto, ella sabia muy bien qué era lo que Raúl tenía en su posesión que le pertenecía a Luis; el tenia un hijo que habia asesinado a alguien en el extranjero, pero, de algún modo, las grabaciones de las cámaras de seguridad que captaron el crimen terminaron en las manos de Raúl, por lo que no había alguna manera que Luis tuviera las agallas de traicionarlo. Alma luego alzó su copa y dijo con una sonrisa:

-Lo voy a estar necesitando para que sea quien nos una como pareja de ahora en adelante, señor Durazo.

-Eso no tiene nada que ver conmigo, ya sea si logra o no hacerse con Elías y el Grupo Palomares. Yo no quiero estar involucrado en esta pelea con los Palomares, lo único que quiero es que mi hijo regrese a mi, sano y salvo. -La copa en la mano de Luis temblaba mientras hablaba; ahora estaba caminando por una cuerda floja y él no era quien determinaría si se quedaria sobre la misma o si se caería. No deseaba que algo malo le pasara a los Palomares, pero, al final, la vida de su hijo era lo que más le importaba sobre todo lo demas

Ella pronto presionó un botón en su celular y colocó su oído sobre la bocina.

-¿Lo estás siguiendo?

-Señorita Alma, estamos justo detrás de él. – No podía evitar preguntarse qué era lo que había hecho que Elias decidiera marcharse de repente.

Anastasia ahora estaba sentada en el auto de Mario mientras que este la llevaba a casa, pero ella no tenía la más remota idea de que había un auto que se estaba dirigiendo a la misma dirección que ellos. Elias se encontraba en el asiento trasero del auto mientras que aflojaba el nudo de su corbata debido a lo fastidiado que estaba y le rugió a Ray, quien estaba al volante:

-Ve más rápido. -Con total obediencia, Ray pisó el acelerador y comenzó a preocuparse de que algo le haya ocurrido a Anastasia. Detuvo el auto al final de la calle de su área residencial, pero Elias se mantuvo sentado en el auto con un aspecto dificil de distinguir en su rostro; parecía que estaba esperando a que algo ocurriera hasta que el auto de Mario por fin arribó al mismo lugar después de unos cuantos minutos, incluso se salió del auto para abrirle la puerta a Anastasia,

 

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