¿Tuvimos un hijo romance Capítulo 322

Capítulo 322

A Alma no le importaba revelar su lado oscuro con tal de hacer que Anastasia se fuera, pues se sentia amenazada por su belleza. Anastasia se quedó quieta por un segundo antes de darse cuenta de que Alma, quien parecia una chica dulce e indefensa, tenía un lado oscuro.

-Puedes ir y ser cariñosa. No me afecta.

Luego, Anastasia acarició su cabello largo con elegancia e intentó retirarse. Cuando Alma se dio cuenta de que Anastasia se rehusaba a irse de la fiesta, extendió su mano y tomó su muñeca. Luego, entrecerró sus ojos y advirtió:

– Espero que te vayas pronto para que no nos molestes a Elias y a mí, Anastasia Torres,

Eso ya era una amenaza. Anastasia parpadeo un par de veces y luego se libero de las manos de Alma para decir:

– No te preocupes, no los molestare.

– Los ojos de Elias están sobre mi ahora. ¿Por qué necesitas estar aquí y quedar en ridículo? ¡Hay muchas personas mirando!

La burla en los ojos de Alma se intensificó, pues siempre había sentido malicia hacia Anastasia. Ahora, no había necesidad de esconderlo.

«El dicho era cierto; las apariencias engañan. Acabo de aprenderlo

-Señorita Durazo, cacaso le hace falta autoestima? Teme que me robe el corazón de Elias? – dijo Anastasia con una sonrisa. Ella quería que Alma entendiera que no se iba a dejar.

-Eres muy descarada e insistes en quedarte a mi fiesta de bienvenida, así que solo puedo admitir que eres de piel dura-se burló Alma en un intento de provocarla.

Anastasia se quedó sin palabras y penso:

«¿Descarada? ¿De piel dura? ¿Yo?»

-El costo de esta cena está bajo los gatos del Departamento de Diseño y como miembro de dicho departamento, tengo derecho a disfrutar de este beneficio -respondió Anastasia mientras alzaba su ceja. Luego, abrió la puerta y salió del baño.

Después de eso, Alma se mordió sus labios con enfado, pues nunca pensó que Anastasia fuera astuta. Cuando Anastasia regresó a su asiento, fingió que nada había sucedido.

-Acabo de recibir una llamada del presidente Palomares. Quiere que comencemos con la cena -susurró Fernanda a Anastasia.

Al escuchar eso, Anastasia se quedó congelada por un segundo.

«Entonces, eno va a venir?

Poco después, Alma regresó a su asiento también. Luego, hizo contacto visual con Anastasia y parecía haber una guerra invisible en el ambiente. Ella ya había expuesto su verdadera personalidad, así que no era necesario fingir amabilidad hacia Anastasia.

«¿Elías conoce el lado secreto de Alma? Como sea, no es algo que debería preocuparme. Depende de él decidir con qué tipo de mujer se quiere casar

En ese momento, sirvieron la comida y Fernanda se levantó, alzó su copa y dijo:

-Ya que el presidente Palomares no ha llegado, le daré la bienvenida a Alma en nombre de nuestro Departamento de Diseño. iSalud!

Anastasia siguió a Fernanda y alzó su copa mientras observaba a Alma, quien no escondió su mirada. La mesa larga que tenía a más de veinte personas estaba llena de platillos y postres mientras todos comían. Mientras tanto, Alma miró a Anastasia con malicia y sacó su teléfono para marcar el número de Elías. Cuando contestó, Alma preguntó en un tono cariñoso:

-¿Por qué no has venido, Elias? iTodos te estamos esperando!

Anastasia pudo escuchar todo lo que dijo, pues estaba sentada frente a ella. Luego de escuchar su conversación, no pudo evitar tomar su copa de vino y tomar dos sorbos de forma deprimente.

-No bebas mucho -dijo Fernanda en su oído.

Hasta ese momento Anastasia se dio cuenta de que casi se terminaba toda la copa de vino, así que miró a Fernanda y asintió con gratitud.

Después de diez minutos, la voz de un mesero habia atraído la atención de todos hacia la entrada principal. Elías había llegado tarde, pero nadie dijo nada. Bajo la iluminación, todos podían ver que lucía impecable, con una camisa negra y pantalón de traje. Después, caminó hacia la mesa de forma elegante mientras las luces proyectaban una sombra sobre su cuerpo, lo cual lo hacía lucir más frío e indiferente.

-Lamento hacerlos esperar-se disculpó Elías. Luego, miró a su alrededor y encontró un asiento vacío junto a Alma y camino hacia él. Sin embargo, sus ojos profundos mostraron consternación por unos segundos al ver a Anastasia del otro lado.

«Luce bastante atractiva y seductora esta noche. ¿Se arregló especialmente para mí?»

De pronto, una ligera sonrisa apareció en los ojos de Elias, como si pudiera conocer sus intenciones al vestirse de una forma tan hermosa.

 

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