¿Tuvimos un hijo romance Capítulo 358

Capítulo 358

-¿Crees que puedo dejarte sola en un momento así? – preguntó Elias aferrándose con firmeza a Anastasia, rehusándose a irse. Su comportamiento volvió a ser de acero y cuando habló, su tono era claro e inquebrantable.

contesto

Sobreviví por cinco años y estoy muy segura de que estaré bien yo sola esta noche ella.

-¿Alejandro es hijo de ese vándalo? -preguntó Elías con indecisión. Anastasia odiaba confrontar la verdad sobre el nacimiento de Alejandro, pero la realidad era cruel y no podía hacer nada para negar la identidad del padre del niño.

-Si-respondió por fin a través de sus dientes apretados.

El pecho de Elías se tenso, pues entendía que era un tema doloroso para ella, así que lo dejó de mencionar; al final, se levantó y se fue después de que ella le hubiera insistido. Cuando la puerta se cerró detrás de él, un brillo helado cruzó por sus ojos, mientras que juraba descubrir la identidad de aquel hombre, incluso si Anastasia se rehusaba a hablar de él. Necesitaba saber qué tipo de monstruo podía soportar lastimarla demasiado; en breve, Elías esperó en la puerta, pero cuando se dio cuenta de que Anastasia no la iba a abrir e invitarlo a que pasara de nuevo, se fue. La única forma de avanzar en este caso, era descubriendo en qué casa club había ocurrido el incidente; solo porque Anastasia se rehusó a hablar de aquello, él estaba seguro de que otros tenían idea de lo que había pasado en la noche que abusaron de ella.

En lo que se sentó en la parte trasera de su auto, empezó a considerar sus opciones: Helen sabia los detalles de esa noche, pero no quería preguntarle al respecto. El analizó los nombres en su mente, intentando elegir a la persona que fuera más capaz de darle un conocimiento más útil en el asunto. Al final, se decidió por Érica, pues era la media hermana de Anastasia y dado que ella había mencionado el tema del nacimiento de Alejandro la última vez que hizo un berrinche, había una gran oportunidad de que supiera acerca del incidente. Estaba seguro de que ella podia proveerle algunas pistas al respecto; mientras que se recargó en su asiento y sacó su teléfono para marcarle a Ray.

Necesito que prepares una junta con alguien.

-¿Con quién sería, presidente Palomares? – preguntó Ray, siendo cortés.

Erica.

En la habitación silenciosa, Anastasia estaba sosteniendo un vaso de agua y se encontraba sentada en la sala sin energia; se sentia culpable por haber imaginado que Elias era el hombre que abusaba de ella hace cinco años, mientras que estaban en la intimidad. Siendo honesta, ella estaba sorprendida de ver como el trauma que pensaba que había enterrado en las profundidades de su corazón, pudo salir a la superficie de manera tan fácil, con un solo toque, provocando así un miedo a la intimidad. Ella sintió de repente que era injusto para Elias, pues si en realidad si funcionaban como una pareja y se casaban, ella no podria rechazarlo por el resto de sus vidas y lo encadenaría a una castidad involuntaria. A la mañana siguiente, Erica seguia acostada bajo las mantas, cuando, de repente, recibió una llamada que la hizo pararse como un rayo de la cama.

-¿Qué? ¿El joven Elias quiere verme en la tarde!

Sí, el presidente Palomares necesita que le ayude con algo. ¿Estará libre para poder reunirse con él? preguntó, a lo que Érica se sorprendió tanto que no podía unir las palabras que salían de su boca.

– P-por supuesto, estaré libre para reunirme con él tartamudeó.

En ese caso, ca las 11:30 de la mañana está bien?

-Sí, por supuesto, ahí estaré respondió con intensidad. Cuando terminó la llamada, recibió la dirección del restaurante donde sería la junta, ella estaba tan encantada que se podia desmayar ahí mismo. Nunca, ni en sus más salvajes sueños, pensó en que Elías la invitaria a comer.

– Dios mío, ¿qué debería ponerme? –se preguntó y bajó de la cama para abrir por completo las puertas de su armario, buscando entre toda su ropa con fervor.

Ella tenía un objetivo en mente, el cual era seducir a Elías y hacerlo su hombre, pues no le importaba que fuera el supuesto novio de Anastasia, ni le molestaba su historia con Helen. Érica estaba decidida a acostarse con él porque lo valía; no le comentó a Noemi de dicha reunión. Después de elegir un vestido ceñido al cuerpo, se puso una chaqueta sobre este, pensando en que, si anastasia pudo ganarse a Elías vestida con unos simples pantalones, era seguro que significaba que él tenía una debilidad por las mujeres con una carrera profesional. Luego, se sentó frente a su tocador y empezó a aplicarse su maquillaje con delicadeza, sin dejar que se mirara ni el más mínimo desperfecto; estaba determinada a mostrarle su mejor versión a Elias.

Mientras tanto, todos los departamentos en Burgués se estaban preparando para mudarse a al nuevo edificio de la compañía; ya que las oficinas del Corporativo Palomares estaban por completo amuebladas con las decoraciones más lujosas, la única cosa que los departamentos tenían que hacer era empacar sus archivos y equipos para la gran mudanza. Anastasia estaba acurrucada en el silencio de su oficina cuando Alma, de repente, entró por la puerta.

-¿Hay algo que necesite, señorita Durazo? -preguntó Anastasia con brusquedad.

Su eficiencia para atrapar al presidente Palomares es, en efecto, admirable -dijo Alma, arrastrando las palabras con sarcasmo.

Solo mantendré conversaciones sobre el trabajo, senorita Durazo-senaló Anastasia con frialdad. La compañía no es un lugar para hablar sobre nuestros asuntos privados.

 

Comentarios

Los comentarios de los lectores sobre la novela: ¿Tuvimos un hijo