¿Tuvimos un hijo romance Capítulo 370

Capítulo 370

Anastasia se apresuró a explicar:

-No, papá, no tiene nada que ver con él, de hecho, adora a Alejandro, pero ya no lo quiero.

De alguna manera, se sintió mal por Elias cuando su padre insinuó que la despreciaba.

– ¿Y por que ya no lo quieres? – Franco estaba sorprendido.

Cuando levantó la mirada para ver a su padre, se preguntó como se sentia el hombre luego de perder a su esposa y verse obligado a vivir con su única hija.

-Papá, calguna vez has odiado a la familia Palomares?

Luego de pensarlo un poco, el hombre respondió:

– ¿Por qué lo haría? Tu madre los salvó aquel día.

-¿Crees que mamá todavía estaría viva si no se hubiera dedicado tanto a su trabajo? – pregunto Anastasia mientras se sentaba junto a él.

– ¿Por qué preguntas? ¿Terminaste tu relación con el joven Elias porque no puedes aceptar que, por salvarlo a él, tu madre se haya sacrificado? -Franco la miraba desconsolado.

-Si-respondió Anastasia.

– Conozco a tu madre, si cualquier otro niño hubiera estado en riesgo de ser asesinado frente a ella, sin dudarlo, habría dado su vida por él.

-¿No crees que sea posible que lo haya salvado bajo presión? Después de todo, era el único heredero de la familia Palomares -dijo Anastasia mientras miraba a su padre; sentia que el hombre no era consciente de que la anciana Palomares había amenazado al alcalde.

-En aquel momento, la situación era crítica y difícil, el secuestrador había tomado al joven Elías por el cuello y estaba a punto de degollarlo, ¿quién habría tenido el corazón para permitir que algo así sucediera? Tu madre era quien estaba más cerca del hombre, así que lo derribó con todas sus fuerzas antes de tomar al niño entre sus brazos. En ese momento, el secuestrador comenzó a apuñalar a lo loco y fue abatido en el acto por el resto de los agentes; lamentablemente, aunque lograron rescatar al joven Elias, tu madre falleció.

Anastasia cerró los ojos y se imaginó la escena completa ella misma; entonces comenzó a llorar, pues se sentia desconsolada.

– Está bien, hija, si no puedes aceptarlo, no pasa nada. Hay que cortar cualquier tipo de lazos con esa familia, siempre y cuando, no te ocasione más tristeza.- La consoló su padre, pues podia entender cómo se sentia. Luego de cenar, Franco le ofreció-: ¿Por qué no trabajas en mi empresa? Debería enseñarte ahora mismo a administrarla.

-¿Estás seguro de que quieres que yo me haga responsable de ella? – preguntó Anastasia, porque después de todo, el tenia otra hija.

– Sé que solo puedo contar contigo, een verdad crees que puedo depositar mis esperanzas en Erica? – Suspiro Franco-, desde muy chica ha sido mimada y solo sabe gastar dinero, por eso, se que la empresa tendrá esperanzas si te la entrego a ti. Solo espero que no seas grosera con tu hermana en el futuro.

De repente, Anastasia se sintió un poco agobiada y respondió:

– Está bien, luego de llevar mañana temprano a Alejandro a la escuela, llegaré a tu oficina. – Segundos después, agregó-: también tengo algo más que decirte, ya se quien es el culpable tras la muerte de mi madre, se trata de Raúl Palomares, el tío de Elías.

-Qué? ¿Estás segura?

– Fue el principal sospechoso del secuestro de Elías y lo investigarán de nuevo. Si en el futuro te requieren, por favor, coopera con ellos para poder detener a ese asesino y llevar justicia a mamá.

-Está bien, cooperare con ellos totalmente. Era obvio que no dejaría libre al asesino de su esposa.

Luego de despedir a su padre, el teléfono de Anastasia sono; se estremeció un poco cuando miro el nombre en el identificador de llamadas: se trataba de Elías. Respiro hondo y respondió:

– Hola?

– La policía te citara mañana para que declares, ¿tienes algún lugar en dónde dejar a Alejandro?

-Lo llevare a la escuela —respondió Anastasia.

-Bien, ¿quisieras que te acompañe mañana?

-No, estaré bien. —Lo rechazó y colgó.

A la mañana siguiente, llevó a su hijo a la escuela y luego, se apresuró a ir a la estación de policías junto a Gabriela para hacer su declaración. Le explicaron todo el proceso del incidente del secuestro y las experiencias anteriores de Anastasia también fueron grabadas, aunque omitio lo que Raúl le había dicho. Cuando salieron de la estación, se encontraron con Elías; ella se dio cuenta de cuándo llegó, y también sabía por qué seguia ahí.

– Hola, presidente Palomares -saludo Gabriela con sorpresa.

– Gabriela, ideberías regresar a la empresa! -dijo Anastasia.

-Claro, entonces me despido -dijo la mujer, pues no quería interrumpir el encuentro de la pareja.

 
 

Comentarios

Los comentarios de los lectores sobre la novela: ¿Tuvimos un hijo