¿Tuvimos un hijo romance Capítulo 392

Capítulo 392

– Tómalo con calma, tengo la impresión de que vinieron preparados, asi que será mejor que no caigamos en su trampa -dijo Fernanda, mientras palmeaba el hombro de Anastasia.

Luego de entrar a la sala de reuniones, Anastasia miró a las 5 personas que ya se encontraban ahí, dos eran abogados, otros dos empleados de Vanidad y el director.

-¿Usted es Anastasia Torres, la persona que se robó el trabajo de nuestra diseñadora? — Joel preguntó en cuanto la vio.

A lo que la mujer lo miró con frialdad.

-¿En qué se basa para decir eso?

– Tenemos las pruebas necesarias, de hecho, usted robó casi todo el trabajo de nuestro diseñador y lo presentó como propio.

respondió Anastasia, mientras seguía viendo a

-Yo sé perfectamente lo que hice y lo que no Joel; la mujer no queria verse intimidada.

Justo entonces, una de las personas sacó una tableta y abrió el boceto, entonces se lo entregó a Anastasia

-Señorita Torres, ¿por qué no revisa esto? Uno es el dibujo de nuestra diseñadora y el otro es el suyo, si se fija bien, son prácticamente idénticos.

Anastasia tomó la tableta y no pudo evitar quedarse estupefacta luego de ver los bocetos; en efecto, eran idénticos, habia unas cuantas diferencias, pero eran simples detalles.

-Este es mi trabajo, ustedes son quienes lo robaron —respondió ella, mientras dejaba la tableta sobre la mesa.

-Entendemos que no tiene suficiente talento, señorita Torres, y que quiere hacerse conocer dentro de la industria, pero debió pensarlo dos veces antes de robar, porque ahora será conocida como la diseñadora que hizo plagio -dijo Joel.

En ese momento, intervino Fernanda.

-Se equivoca, la señorita Torres es la diseñadora con más talento que tenemos y no se robaría el trabajo de nadie más.

– Por eso, fue que reunimos todas las pruebas antes de venir hasta aquí: en primer lugar, este boceto es de nuestra diseñadora número uno, Jaqueline Martinez; en segundo lugar, ella lo lanzó antes que usted, es más, el producto final fue colocado en la vitrina de nuestra empresa desde el mes pasado y la señorita Torres lo presentó el dia 12 de este mes. Así que, de acuerdo con el tiempo, ella pudo haber plagiado la pieza.

-¡Es imposible! -respondió la mujer mientras contenía la respiración, estaba sorprendida de la

-Sí, incluso dicen que la pieza que robaste es la que presentaste para la exposición de joyas.

-ilmposible! iEse es mi propio diseño y de mi total inspiración! -respondió ella.

-Yo también te creo, sin embargo, estos hombres no se irán si no vienes a hablarlo tú misma, ¿puedes venir lo antes posible?

-Claro que sí, estaré ahí dentro de unos minutos. -Con eso, Anastasia se apresuró a llegar al Estudio Burgués.

De regreso en el estudio, los rumores no se hicieron esperar; Alexis estaba entre todos ellos mientras escuchaba lo que se decía acerca del incidente; más que nada, le encantaba que la mayoría se estaba burlando de Anastasia.

– Demonios! Hasta pagaron para que la noticia apareciera en la revista del momento.

En eso, alguien leyó el titular:

-Diseñador de un reconocido estudio de joyas, roba descaradamente el trabajo de otro luego de quedarse sin ideas. Hay pruebas que lo respaldan.

– La diseñadora, Anastasia Torres, del Estudio Burgués de QR, es culpada de plagio.

Alexis sonrió mientras escuchaba cada uno de los comentarios.

«iParece que Vanidad en verdad quería armar un escándalo! ¿Acaso tendrá Anastasia el valor de seguir en la industria?».

En ese momento, Fernanda les pidió a las personas de Vanidad que esperaran en la sala de reuniones; después de salir, pensó si debía llamar a Elías o no, pero al final, decidió esperar hasta que Anastasia llegara. Después de todo, se trataba de un asunto vergonzoso para la mujer. Mientras corría hacia la recepción, todas las mujeres le hicieron mala cara, estaba claro que todos en el estudio se habían enterado del incidente.

Cuando Anastasia se presentó en la oficina, las habladurías cesaron de inmediato, pero las miradas burlonas seguían hacia ella.

-Anastasia, aquí estoy — llamó Fernanda a la mujer. Entonces, entró a la oficina de Fernanda y en cuanto se cerró la puerta, la miró con gravedad- . Anastasia, están armando un gran lío, está claro que quieren arruinar la reputación del estudio.

Claro, Anastasia podía entender la preocupación de Fernanda, ante eso, levantó la mano y dijo:

– Juro que jamás he robado el trabajo de nadie.

– Está bien, confió en ti, además, aún no se lo he contado al presidente Palomares. Tú decides si se lo informas o no.

— Primero quiero conocer a estas personas -dijo exasperada, pues antes, quería dejar las cosas claras. No comprendía cómo podían acusarla de plagio sin motivo aparente.

 

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