Un Año Para Divorciarme De Mi Marido romance Capítulo 4

Al ver a Nadia aparecer de repente frente a él, Lisandro frunció ligeramente el ceño.

Estrella primero se quedó sorprendida, luego se levantó de su silla y le saludó ofreciéndole una sonrisa, "Nadia."-

Observando la fiambrera en manos de Nadia, de igual manera Estrella dijo con una sonrisa, "¡Viniste a traerle el almuerzo a Lisandro!"

Luego, girando su rostro hacia Lisandro, añadió, "Lisandro, ya que Nadia te ha traído el almuerzo, no necesitamos salir a comer. No es frecuente que Nadia venga a la empresa, deberías pasar tiempo con ella."

La comprensión de Estrella parecía indicar que ella era la esposa de Lisandro, que ella era la dueña del Grupo Lández, como si el hecho de que Lisandro comiera el almuerzo que Nadia había traído fuera una oportunidad que ella le había cedido.

Mirando a Estrella, Nadia dijo con desdén, "Estrella, deberías hacer que Lisandro se enfrente a su padre y se divorcie de mí o me puedes tirarme la evidencia concreta a la cara."

"Siempre con comentarios sarcásticos, ¿a quién intentas disgustar?"

Nadia le tendría algo de más de respeto a Estrella si esta tuviera algo de capacidad.

Pero con esa actitud ambigua, Nadia ya no lograba soportarlo.

La desaprobación de Nadia hizo que Estrella se viera obligada a explicar con cierta incomodidad, "Nadia, Lisandro y yo no somos lo que piensas, solo estamos hablando de trabajo."

Terminando su explicación, su mirada se volvió aún más sombría, "Entonces ustedes pueden seguir conversando, yo me voy."

La puerta se cerró y Nadia se acercó al escritorio, colocó la fiambrera encima de la mesa con indiferencia, y se sentó en la silla opuesta a Lisandro como si nada, "Mi suegra me pidió que te trajera la comida."

Con un golpe, Lisandro arrojó los documentos sobre la mesa y le preguntó con frialdad, "Nadia, ¿puedes tener una iniciativa propia?"

El gesto de Lisandro al tirar los documentos hizo que Nadia dejara de hablar.

Su actitud hacia Estrella no había sido esa.

Como era de esperar, cuando a una persona no le gustabas, todo lo que hacías o decías era un error, incluso traerle comida, incluso estar vivo, incluso respirar se convertía en un error.

Después de mirar fijamente a Lisandro durante un rato, Nadia se recostó en el respaldo de la silla y dijo con calma, "En lo que concierne a nosotros, carezco de iniciativa propia, las palabras de tus padres son ley para mí, no puedo desobedecerlas."

No solo no podía desafiar las palabras de los padres de Lisandro, ella también tenía miedo de que su madre acabara llorando y lamentando lo difícil que había sido criarla, pidiéndole que fuera obediente y amable.

Dicho esto, Andrés había sido bueno con ella.

Cuando se casaron, puso una condición firme para Lisandro: no podía pedir el divorcio, no podía serle infiel y tenía que hacer todo lo posible para hacer funcionar ese matrimonio, de lo contrario, sería expulsado de la familia Lández sin nada, y todas las propiedades y negocios serían para ella.

Si definitivamente eran incapaces de llevarse bien, entonces tendrían una seria conversación después de tres años de intentarlo.

Ahora, solo les quedaba el último año.

Al ver que Lisandro no le prestaba atención después de la confrontación, Nadia se levantó y se acercó al escritorio, tomó los cubiertos y le dijo con un tono mimado, intentando imitar a Estrella, "Lisandro, el hombre es de hierro y la comida es de acero, si no comes, te morirás de hambre, ¡come un poco!"

Capítulo 4 1

Capítulo 4 2

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