UN BEBÉ PARA NAVIDAD romance Capítulo 17

—Sí, aquí está... lo siento, no ha sido el mejor día.

—Está bien, es un gusto ayud... —detrás de ella se escuchó aquel sonido característico y Zack escuchó cómo Andrea intentaba calmar el llanto de su bebé—. Lo siento señor Keller... ¿Qué me decía?... Shshshshs tranquila mi amor...

—No, nada, de nuevo discúlpame por molestar tan tarde y...

—Claro no hay proble... Sí, mi vida, ya... mami te va a dar tu biberón, cálmate... vamos...

Zack no pudo evitar sonreír inconscientemente por la forma en que Andrea manejaba a su pequeña bebé. ¡Y entonces aquel cerebro se iluminó hasta con fuegos artificiales!

Se despidió apurado y colgó el teléfono y luego se giró hacia Ben.

—¡Eres un genio! —le gritó y su amigo lo miró espantado.

—¡Eso ya lo sé, pero tú súbeme el ego y explícame por qué! —respondió.

—Lo que me dijiste el otro día, tu broma de mal gusto es perfecta ahora —exclamó Zack—. "Aviso urgente: Magnate renta familia para estas Navidades", parece una locura...

—¡Porque es una locura, tarado! —lo increpó Ben.

—¡Pues antes sí, pero ahora no! Ahora todo lo que tengo que hacer es pedirle un favor a una amiga, y pagarle como se merece por fingir ser mi novia —explicó Zack—. Andrea tiene una bebé. Quizás cinco o seis meses, igual podemos adaptarnos. ¿Qué crees?

Ben parpadeó mientras intentaba no gritarle.

—Creo que necesitas una camisa de fuerza —replicó—. ¿De verdad vas a rentar una novia y una hija falsas para poder llevarlas a conocer a tu familia? ¡Es que hay que estar muy desesperado!

—Mi padre se está muriendo, Ben. ¿Tú qué crees?

Benjamín respiró despacio y negó. No estaba de acuerdo con aquello, pero siempre estaba listo para apoyar a su mejor amigo cuando lo necesitara. Y vaya que iba a necesitarlo, porque conociendo a la familia de Zack, no se lo iban a poner fácil.

Los dos hermanos varones, menores que Zack, eran exactamente como él, desenfadados y sencillos, y sus padres tenían corazones de oro. Pero sus dos hermanas mayores, por otra parte, eran elitistas e insoportables. Ellas se habían quedado con la dirección de la empresa familiar y los hombres se habían ido cada uno a hacer su propio negocio.

—¿Cres que tus hermanas no te van a descubrir? —le preguntó.

—Tengo tiempo para hacer que esto parezca real —replicó Zack—, y Andrea es inteligente. Si se le dio fácil tenerme de maestro, no voy a ser mucho peor de novio.

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