UN BEBÉ PARA NAVIDAD romance Capítulo 71

Zack miró por la enorme ventana de su oficina en el mismo corazón de Manhattan. Hacía dos días que había tenido aquella conversación telefónica con Andrea en la que ella solo había hecho una pregunta y ni siquiera había sabido si ella había escuchado la respuesta porque todo lo que había podido oír luego era a Ben gritándole que no se fuera.

Le habría gustado decir que no había podido dormir desde ese momento, pero la verdad era que no había podido dormir desde el mismo instante en que se había subido a aquel avión para irse de Canadá. La sombra de Mason Lee de pie en el umbral de su puerta seguía volviendo una y otra vez a su cabeza. La desagradable presentación, las amenazas que a él no le habían importado para nada, y luego aquella declaración.

—Puedes obviar todo, pero la realidad es que Andrea y yo no nos vamos a separar nunca, porque hay una hija de por medio —había siseado Mason con satisfacción.

—¡Una hija a la que tú abandonaste!

—Eso no importa, no cambia el hecho de que fui el esposo de Andrea por años mientras que contigo solo ha estado dos semanas. ¿Has escuchado lo de "mejor malo conocido"? Bueno, sé que soy el malo pero al menos Andrea me conoce. ¿Está enojada? Sí. ¿Se le va a pasar? También. Siempre se le pasa.

—¡Andrea no volvería contigo ni obligada! —había exclamado Zack porque realmente lo creía así en ese momento.

—¿Estás seguro? —había reído Mason—. Andrea es tan incapaz de desprenderse de mí que estoy seguro de que ni siquiera te habló para decirte que acabo de visitarla. ¿Quieres saber hasta dónde es capaz de llegar por mí? Bien. Mañana va a ir a pedirte dinero.

Zack recordaba el sentimiento de incredulidad y de asombro ante aquella afirmación, pero ni siquiera había necesitado preguntarle al hombre qué quería decir.

—Regresé con una deuda, una deuda de quince mil dólares... Solo tuve que ir y pedirle el dinero, me dijo que mañana te lo pedirá a ti —había sentenciado Mason—. Es lindo creer que te quiere y te desea y todo eso, pero la realidad es que solo eres un cajero automático para ella, uno lindo... pero solo sirves para dar dinero.

Zack se había aguantado las ganas de golpearlo porque realmente lo consideraba una basura. Se había conformado con tirarle la puerta en la cara y confiar en que todo lo que había dicho solo sería una estúpida mentira. Sin embargo al día siguiente, todos esos miedos que no quería tener se hicieron palpables en el mismo segundo en que Andrea le pidió dinero, no solo lo que le debía por el contrato sino más.

Comentarios

Los comentarios de los lectores sobre la novela: UN BEBÉ PARA NAVIDAD