Un chico especial (COMPLETO) (BL) romance Capítulo 14

Eran exactamente las nueve de la noche y a pesar de tener todo listo para la cita, no podía evitar sentirme nervioso tras saber que él podría rechazarme como ayer lo hizo, mis latidos iban muy deprisa, era difícil para mí no estar nervioso frente a esta situación en donde no sé qué puede pasar, puede que me precipité antes de recibir una respuesta, pero joder ¿Qué más puedo hacer? Yo busco su aprobación, su cariño y que me sonría en vez de que llore frente a mí como ha hecho en dos ocasiones y me sigue doliendo verlo de esa forma.

Ahora estoy parado frente a su puerta sin saber muy bien que debería decirle ¿y si me voy y dejo las cosas cómo están? No, esa no es una opción, no quiero que nadie se me adelante, pero mierda, es difícil hablar con alguien que no quiere hablarte de la misma forma que tú quieres. A pesar de tener un dilema dentro de mi cabeza toqué la puerta escuchando como se acercaba a paso lento, parecía que estaba hablando con alguien, ¿Qué tal si está con alguien? ¿Qué tal si ya no me quiere ni para el sexo? Joder, joder.

Cuando abrió la puerta, me sentí aliviado por el hecho de que estuviese hablando con alguien, pero por teléfono, incluso me dejó entrar así que ya van dos avances muy beneficiosos para mi propuesta, además no habló mucho tiempo, cuando entré y me encaminé hacia su sofá este finalizó la llamada siguiéndome y se sentó en forma de indio a mi lado viéndome de frente por lo que me vi obligado a sentarme un poco doblado para verlo a la cara.

–¿Qué haces aquí? –me preguntó.

–¿Creíste que me daría por vencido a pesar de ser rechazado? –le respondí usando otra pregunta como él suele hacer.

–No realmente– me dijo dejando escapar un suspiro– bien, vamos a la ca–.

–Quiero ir a otro lado– lo interrumpí a pesar de que se estaba quitando la polera, así que me miró un poco desconfiado dejando su ropa donde estaba.

–¿A dónde? El punto es tener sexo ¿no? En cualquier lugar estará bien.

–¿Vienes o no? –pregunté viendo como mordía su labio inferior para seguido aceptar.

Me sentí feliz de este logro, por ello le dije que pusiera en un bolso ropa para que se cambiara a lo que él obedeció creyendo que realmente iríamos a un lugar sólo a tener sexo, además mientras tomaba sus cosas saqué su número de teléfono tras marcarme con su móvil, dejé mi número en el registro de sus llamadas sólo para que supiera lo que había hecho mientras tomaba sus cosas, no pude evitar sonreír al tener su nuevo número, me sentía orgulloso de todo lo que había conseguido hasta el momento, incluso diría que me sentía más relajado.

Luego cuando ya tuvo todo, nos fuimos en mi auto hasta el lugar donde había reservado, al principio tenía pensado hacer una reservación típica en un restaurante cinco estrellas, sin embargo, tuve una mejor idea tras encontrar un sitio donde podremos estar sólo él y yo, estaba fuera de la ciudad escondida entre el bosque, pero a sólo media hora así que era perfecto, además había aguas termales que seguramente me gustará visitar con él, es la oportunidad perfecta, no podrá huir, está a media hora en un lugar donde no pasan taxis ¿Qué mejor idea que esta? Además, tendremos una cabaña sólo para nosotros.

Él parecía desinteresado hasta que salimos de la ciudad, en ese momento me miró un poco confundido, pero no preguntó nada, simplemente miró por la ventana durante la media hora de viaje que tuvimos, cuando llegué a la propiedad le pagué a la encargada y ella me entregó una llave, nuestra casa estaba un poco más apartada a comparación del resto que eran más públicas, todas estaban un poco ambientadas al estilo japonés tradicional, de hecho, la señora que me entregó la llave vestía un kimono así que todo era fuera de lo común.

–Eh...– soltó cuando estuvimos frente a la puerta– okey...– susurró cuando vio a unas chicas frente a la puerta– esto es muy raro ¿Qué hacemos aquí?

–Está todo listo, joven– nos dijo una de ella– si necesitan algo solamente deben llamar, nosotras les traeremos lo que necesiten.

–Bien, gracias– le dije por lo que luego de hacer una "reverencia" se marcharon– ven, vamos a ver– le dije entrando a la casa dejando mis zapatos en la entrada como decía un cartel.

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