Un chico especial (COMPLETO) (BL) romance Capítulo 17

No estaba seguro de que tan temprano o tarde era, sólo sé que cuando desperté Kim no estaba a mi lado y de cierta forma me preocupó, normalmente no suele estar cerca de mí a la mañana siguiente, así que de forma rápida me levanté queriendo comprobar que él no estaba, aunque me sentí relajado cuando lo vi caminar a lo lejos queriendo salir al jardín donde estaba la fuente con agua termal, como sabía que permanecía cerca de mí me estiré un poco antes de entrar al baño queriendo tomar un baño antes de desayunar, sin embargo, cuando acabé él apareció en la habitación cuando tenía intenciones de vestirme, en ese momento no pude evitar acercarme a sus labios y con un apasionado beso nos dijimos "Buenos días" que me elevaba a las nubes durante todo el día.

–Quiero meterme en las aguas termales– me dijo tomando mi mano antes de dirigirme hasta el jardín donde estaba ubicada.

Lo cierto es que podía entender lo que buscaba al nada más ver aquella sonrisita divertida en sus labios, además cuando estuvimos frente a la fuente él comenzó a besarme a medida que quitaba mi toalla, el beso sólo era una distracción, sabía que estaba buscando por ello no lo detuve y quité su ropa interior, eso era lo único que traía puesto así que fue muy fácil desnudarlo y meternos desnudos en el agua donde me senté y él se sentó sobre mis piernas viéndome de frente.

Los besos se subieron de tono, mi lengua entraba en su boca de una forma seductora mientras que él pasaba de forma suave sus manos por mi cuerpo, no me estaba centrando en la temperatura del agua, ni tampoco en la comodidad que sentía, en ese momento lo único que quería era tocarlo mientras él estaba sentado sobre mi entrepierna.

Kim estaba caliente, cuando corté el beso pude notar sus jadeos leves y cuando pensé en girarlo para ponerlo abajo, él me lo impidió haciendo más presión en mi cuerpo, no estaba muy seguro en querer dejarlo, sobre todo porque la forma en la que se movía rozando mi piel con su entrepierna me mantenía al borde de mi locura, me sentía caliente, quizás también tiene culpa el agua, no obstante, ni por asomo superaba el calor que sentía cuando mi entrepierna rozaba su agujero.

Llevo semanas sin tocar aquel punto, por ello me siento un poco inquieto por el hecho de estar debajo de su cuerpo, aparentemente quería buscar mi placer antes que el suyo, no obstante, cuando tuve la oportunidad de girarlo y abrir sus piernas lo hice, esté se quejó, pero no tuvo tiempo de quejarse demasiado, ya que mi mano izquierda se adentraba entre sus nalgas, mientras que la derecha agitaba su entrepierna de arriba abajo, supe que le gustaba la forma en la que lo tocaba por culpa de sus caderas que buscaban que mis dedos se adentraran en él, pasé mi pulgar por su glande rozando aquel punto mientras mi dedo se adentraba, Kim gimió, tiró su cabeza un poco hacia atrás abriéndome más sus piernas, yo besé su cuello, toqué su entrepierna, pellizqué sus pezones sólo con la intención de ponerlo más caliente, su cuerpo temblaba cuando sacaba y metía mis dedos al mismo tiempo que lo tocaba por todos lados. No tardó mucho tiempo en correrse acompañando su corrida con un suave gemido que agitaba mi entrepierna.

–No es justo...– me dijo entre suspiros antes de girarse– déjame a mí ¿sí? Yo también quiero tocarte– me hizo saber mientras tomaba mi entrepierna.

–Pero...– alcancé a decir antes de que él se pusiera de pie y caminara sonriéndome de una forma seductora, así que lo seguí regresando al futón donde él se puso por encima de mi cuerpo otra vez.

No es que no me guste, mi problema con esto es que siento que no duraré lo suficiente cuando sus labios se aproximan a mi entrepierna, sus ojos me buscan a pesar de estar haciendo algo que de cierta forma mancha su imagen de chico indomable, yo sinceramente lo veo de una forma muy erótica y me excita la forma en la que chupa mi pene como si fuera un helado o una paleta, me gusta la forma en la que levanta su trasero de la cama siguiendo el movimiento que crea cuando embiste su boca, me encanta el sonrojo leve de sus mejillas y el sonido tan obsceno que crea con sus labios. Lo peor es que le encanta, puedo notarlo tras poco a poco hacer más cosas con su boca, mi entrepierna está completamente mojada por culpa de su saliva que de cierta forma está sirviendo como lubricante. Intenté relajarme, pero realmente es muy bueno en esto así que no puedo bajar la guardia cuando me la está chupando de forma muy profesional.

–mmh...– soltó saboreándola para seguido sonreír, parecía divertirle la forma en la que mi cuerpo se desesperaba, por ello me incliné un poco más hacia adelante apretando su trasero e incluso llegué a nalguearlo mientras él recorre con su lengua cada centímetro de mi miembro. Cuando volví a introducir mis dedos él gimió con mi pene en su boca, me miró hacia arriba apretándome con sus labios mientras yo buscaba meter y sacar mis dedos con toques muy profundos– mmgh... –se sacó mi miembro de su boca para agitarlo con su mano antes de seguir.

Continuamos con aquel proceso sólo un poco más hasta que él decidió que era buena idea dejarme entrar, pero seguía con la idea fija de él estar arriba por ello fue Kim quien se abrió así mismo antes de acercar mi erección a su agujero, en ese punto estaba muy mojado, su entrepierna estaba al borde de correrse, así que no me sorprendió que se corriera cuando mi mojado y duro glande entró con su ayuda.

–¡Agh...! –gimió bajando más su trasero por lo que inconscientemente apreté sus nalgas tratando de separarlas para que entrara más rápido, se sentía muy bien estar dentro, me gusta como sus paredes me aprietan y humedecen mi miembro con un líquido caliente que me hace quemar por dentro.

–ah...– suspiré cerca de sus labios, esto me estaba gustando mucho, quería atrapar sus labios antes de ser interrumpido por el sonido de mi móvil, él lo introdujo casi de golpe aferrándose a mí con fuerza diciéndome entre jadeos y suspiros que contestara.

Era de la empresa así que lo hice esperando a que él detuviera sus acciones un instante, de todas formas, creí que se acostumbraría primero antes de comenzar a mover sus caderas, no obstante, no lo hizo, yo estaba muy caliente, me sentía muy débil por la forma en la que absorbía mi pene con facilidad, estaba tan dilatado que era fácil entrar y salir creando un sonidito peculiar que nos excitaba por igual, además por primera vez lo estábamos haciendo sin condón así que las sensaciones eran mucho más agradables.

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