Un chico especial (COMPLETO) (BL) romance Capítulo 36

...Narra Kim...

Luego de pasar dos meses con mis abuelos por fin puedo decir que me siento mucho mejor, con ellos no he tenido tiempo de extrañar mi antigua vida, me han mimado tanto que siento que todo es un sueño, mis abuelos son una ternura conmigo, mi abuelo y yo hemos salido de pesca, jamás he pescado, pero con él lo he hecho, mi abuela por otro lado me enseñó a preparar un platillo delicioso de Noruega al igual que cientos de postres, si no fuera por ellos yo no me sentiría tan alegre, eventualmente aún duele mirar hacia atrás, pero estoy seguro de que pronto llegaré al punto de olvidar el sentimiento que le tengo a Thomas por completo.

Por otro lado, la familia más cercana a Thomas mantiene una muy buena comunicación conmigo, ahora me consideran un amigo de la familia, claro que Thomas no sabe nada sobre esto, les dije que no quería que él se enterara de mi paradero, por lo cual ellos entendieron y no me lo mencionan. Los niños siguen llamándome, me cuentan miles de historias e inclusive hacemos videollamadas entre todos, es decir, entre siete, contándome eventualmente, ya que los niños en total son seis. Me encanta escucharlos, su imaginación algunas veces me sorprende, hemos llegado al punto de hacer videollamadas entre los siete sólo con tal de hacerlos dormir, yo les cuento un cuento, ellos me escuchan y pronto se duermen por lo que debo llamar a sus madres para que apaguen la llamada, los niños son una ternura y sus padres me agradecen el hacerlos dormir.

Normalmente hablo con Andrea (la madre de Benjamín) con los padres de Thomas, con los seis niños, con Félix y con Steven. Con los últimos suelo hablar cada vez que tienen problemas académicos, por lo que no me sorprendió recibir una llamada de Félix a eso de las ocho de la noche, no estaba haciendo nada, así que me acomodé en la cama y lo vi verme con una mirada preocupada.

Cuando le pregunté comenzó a mostrarme la última calificación que tuvo en español, se sentía muy mal por el hecho de equivocarse en tres ejercicios que yo le había enseñado, aunque seguía siendo un sobresaliente, así que lo felicité por el progreso que tenía.

–¿Y qué calificación tuvo Steven? –le pregunté.

–Un 10– me respondió con cierta envidia– unos minutos antes del examen le respondí unas preguntas que él tenía, le expliqué como tú me lo habías enseñado, pero a la hora del examen, comencé a sentirme confundido debido a las cosas que me preguntaba Steven– reí, a veces me pasaba, cada vez que ayudaba a alguien, siempre acababa con menos calificación–.

–Bueno, a la próxima trata de no ayudarlo– le dije entre risas.

–No puedo, sabes que me gusta– sonreí, hemos llegado al punto en el que me cuentan cosas– ¿él no te habla sobre mí cuando yo no estoy? –preguntaba con curiosidad.

–Puede ser...– respondí con una sonrisa divertida.

–Steven es muy lindo, pero sus padres son religiosos, no lo aceptarían– me decía con tristeza.

–El amor no es fácil, sin embargo, puede que él si te quiera, o bien sólo está confundido– le subía y bajaba las esperanzas por lo que me miró con cierto enfado.

–¿Y qué hay de ti? Te ves mejor, no me estás engañando ¿o sí? –no pude evitar reír, Félix de vez en cuando me coquetea lo cual me hace reír mucho.

–Quieto ahí jovencito, te faltan un par de años para mirarme con esos ojos– esta vez él fue el que comenzó a reír.

–Ya caerás rendido a mis encantos– me aseguraba, habría reído de no ser por el hecho de que alguien entró en su habitación luego de golpear la puerta, en ese momento Félix dejó la Tablet sobre su pecho tratando de ocultar mi existencia, de todas formas, era Thomas el dueño de aquellas palabras que aceleraron a mi corazón– ¿Qué tal mocoso? ¿No piensas darme la bienvenida? –le decía– ¿qué hacías? No me digas que estabas viendo porno– le decía en un tono divertido, yo me llevé la mano a la boca para no reír, que vergonzoso debe ser que te pillen en esa situación.

Como no quería que me descubriera, busqué la opción de "finalizar videollamada" sin embargo, mi abuela entró en la habitación pronunciando mi nombre, en ese momento con nerviosismo le dije que enseguida bajaba a cenar, mientras que oía la voz de Thomas diciendo con más seriedad con quien hablaba, incluso tomó la Tablet de Félix, pero corté la videollamada antes de que pudiera verme, todavía no lo supero, cuando el sentimiento por él se esfume, lo veré, antes no, no quiero verlo a los ojos y recordar aquellos días donde yo no era prioridad en su vida.