Un disparo en mi corazón romance Capítulo 12

Yolanda se sorprendió al escuchar esto.

«¿Jairo ya tiene un compromiso matrimonial con otra chica?»

Yolanda no quería entremeterse en la relación de otros en cualquier caso.

Sin embargo, Jairo no se lo tomó en serio y dijo ligeramente:

—¿Te refieres al compromiso matrimonial con la señorita de la familia Costa?

Estela asintió repetidamente:

—Sí, en aquel entonces tu papá y yo acordamos con la señora Malena Xirau de la familia Costa que el hijo mayor y la hija mayor se casarían cuando se hicieran adultos.

—Pero la hija de la familia Costa lleva desaparecida desde que era una niña, y su familia no la ha encontrado hasta hoy —Cecilia intervino.

—Es que recientemente he oído hablar de que la familia Costa muy posiblemente podrás recuperar a la hija perdida esta vez, porque se dice que ya hay muchas pistas —Estela dijo con cautela a su hijo—. Jairo, aunque nuestra familia es muy rica, al fin y al cabo solo somos comerciantes. La familia Costa tiene muchas influencias en la política y ha tenido un firme control del poder militar de la Capital durante casi un cien años, por lo que tienes que entender la importancia de contraer matrimonio con una familia poderosa así. ¿Cómo has podido casarte tan causalmente como si fuera un juego de niños?

—Sí, la señorita de la familia Costa es comparable a una princesa —Cecilia dijo con una mirada de envidia.

Justo cuando Jairo estaba a punto de hablar, Yolanda se adelantó primero y dijo con un tono serio:

—Lo siento mucho. No sabía que Jairo todavía tiene un compromiso matrimonial con la otra señorita. Si hay algo que puedo hacer para solucionar este problema, por favor díganmelo directamente.

Como una chica común y corriente, Yolanda naturalmente no quería involucrarse en la unión matrimonial o la lucha de estas familias adineradas y poderosas.

Tras escuchar las palabras de Yolanda, Jairo le lanzó una mirada feroz.

Cecilia se adelantó inmediatamente, tomó el brazo de su hermano mayor con afecto y dijo:

—Jairo, tienes que divorciarte de Yolanda de todos modos. En el colegio, ella siempre llevarme la contraria e incluso me ha robado la plaza de unirse al proyecto del profesor Rouco, que es invertido por nuestra familia. Ahora ya lo veo. Resulta que ella ha entrado en el grupo a través de tus contactos. Jairo, ¡tienes que ayudarme a echarla del grupo del proyecto!

—Disculpa. He sido admitida en el proyecto del profesor Rouco por mis buenas cualificaciones en el diseño. Por favor, no digas tonterías —Yolanda no pudo evitar interrumpirla.

Sí que ella había establecido un matrimonio de conveniencia con Jairo, pero no aprovechó los contactos de Jairo para entrar en el equipo del proyecto de diseño de automóviles.

—Cecilia, no des caprichos. La razón por la que no has sido admitida en el grupo del proyecto es posiblemente porque no eres suficientemente destacada.

Jairo siempre le había estado teniendo mucho cariño a su propia hermana menor desde pequeño, por lo que Cecilia se mostraba algo arrogante y consentida.

Jairo conocía muy bien al profesor Rouco, quien tenía un carácter bastante rígido, se dedicaba con todo el corazón a lo académico y nunca sería motivado por el dinero. El proyecto de diseño de coches del que el profesor se encargaba era de mucha importancia para el Grupo R&S, y su investigación se podría considerar como la clave para abrir el mercado mundial.

Jairo no esperaba que esta Yolanda formara parte del equipo de este proyecto tan importante.

Cuando Yolanda vio que el rostro de Ximena se puso pálido, se adelantó para aconsejarle:

—Abuela, cálmate. Tu estado de cuerpo no está muy estable y deberías evitar enfadarte.

Ximena la tomó de la mano a Yolanda, la miró amablemente y sonrió con alegría:

—Niña, puedes quedarte aquí como quieras con tranquilidad. Mientras yo esté aquí, nadie se atreverá a intimidarte.

—Sí, lo sé, abuela —Yolanda asintió torpemente.

Ella había crecido sin la compañía de sus familiares, pero la anciana amable siempre le daba una impresión muy cariñosa como si fuera su abuela biológica.

La razón por la que había accedido a establecer un matrimonio de conveniencia con Jairo fue porque quería que esta anciana pudiera cumplir su deseo en los últimos días de su vida.

Estela, con la cabeza gacha, no se atrevía a decir nada para refutar. Después de todo, Ximena, su suegra, era una de los fundadores de la familia Figueroa y contaba con diez veces más acciones que ella misma.

—Están todos esperando que yo muera cuanto antes para dividir los bienes, ¡¿verdad?!

Ximena dejó su bastón pesadamente en las baldosas, señaló con el dedo a Estela con mucho enojo. Sin embargo, cuando estaba a punto de continuar, le faltó el aliento de repente y se cayó directamente al suelo.

Historial de lectura

No history.

Comentarios

Los comentarios de los lectores sobre la novela: Un disparo en mi corazón