Un disparo en mi corazón romance Capítulo 74

—En pocas palabras, primero tenemos que ir al Registro Civil a presentar la solicitud y reclamaremos el certificado de divorcio 30 días después de la solicitud —Yolanda explicó con impotencia.

—¡¿Qué?! —Estela se puso incrédula— Olvídalo, entonces vaya a presentar la petición el lunes primero.

«¡Qué molesto! Vaya uno a saber qué accidentes podrían ocurrir dentro de un mes. No, tengo que encontrar una manera de alejar a Yolanda de mi hijo. Ella es demasiado embrujadora. Jairo ya está completamente hechizado por ella, así que no puedo dejarla estar más con Jairo.»

—Jairo, dale a Yolanda una suma de dinero y déjala salir del Grupo R&S para evitar molestias innecesarias, después —Estela instigó a su hijo.

Cecilia asintió repetidamente a un lado para demostrar que estaba de acuerdo con la afirmación de su madre.

Jairo hizo una mueca fea y entrecerró los ojos irradiando una aura peligrosa.

—En primer lugar, el lunes, Yolanda tiene que estar presente en la ceremonia de premiación de «La Estrella Más Brillante de la Ciudad Kanblanza».

Tras decir esto, sacó la invitación del bolsillo de su traje y se la entregó a Yolanda.

«¿La Estrella Más Brillante de la Ciudad Kanblanza? ¿Qué es esto?»

Yolanda la abrió con dudas y se dio cuenta de que realmente era una invitación. Según la invitación, ella había sido seleccionada como la primera Estrella Más Brillante de la Ciudad Kanblanza y la representante de imagen de la ciudad, y la ceremonia de entrega se celebraría el lunes. Además, la hora, la dirección y los contactos estaban claramente escritos en la invitación.

«¡No me digas! ¿Por qué de repente me han seleccionado como la Estrella Más Brillante? ¿Por qué no sabía nada de eso?»

—El organizador envió la invitación al Grupo, y la empresa ya lo ha confirmado —Jairo añadió.

Luego, levantó los ojos para mirar a su madre y le advirtió con severidad:

—En segundo lugar, más vale que no se te ocurra despedir a Yolanda.

Un escalofrío le corrió en la espalda a Estela frente a la mirada severa de su hijo.