Una Chica Diferente (COMPLETA) romance Capítulo 22

—Parece que no te da gusto verme.

–dice mirando las fotos en la mesa.

—Yo...lo lamento. Nunca creí volver a verte.

—Si, tampoco creí que regresaría. Fue difícil pasar por eso. ¿Dónde esta mi niña? –cuestiona.

—Ella...se fue con Nelly, tuvo una semana dura con la brigada y fueron al cine. –miento.

—Muero de ganas por verla. ¿Tardará mucho?

—Sí, de hecho dormirá con ella sólo por esta noche, no es algo que haga a menudo, pero se lo merecía.

—Supongo que será mañana.

Max me mira como esperando alguna reacción de mi, pero no sé como reaccionar. No lo esperaba y sinceramente me sorprende verlo aquí.

—Amanda, sé que esto en extraño, fue mucho tiempo pero no actúes como si no me conocieras, estamos casados, tenemos una hija, y me da tristeza que te comportes como si no supieras quien soy.

—Max yo... pasó tanto tiempo y no supe de ti, te creí...muerto.

—Pero no es así, hice todo mi esfuerzo para volver, quise comunicarme pero el lugar en donde estaba no había manera, además no sabía si ustedes seguían aquí.

—¿Y a dónde me iba? No quise moverme de aquí esperando por ti.

—Ya estoy aquí. Y me alegra estarlo, ¿a ti no?

—Ha pasado mucho... yo...

—¿Ya no me amas?

—Claro que si.

—¿Hay un pero?

—Pero estoy confundida.

—Hay alguien más. –afirma.

—¿Qué esperabas? No supe nada de ti, fueron cinco años. Me sentía sola, necesitaba apoyo de alguien y...

—¿Quién es?

—El padre de Alexander. –confieso.

Max me sonríe derrotado.

—Supongo que no hay nada más que decir.

—Max perdóname.

—No tengo nada que perdonarte, debí suponer que sucedería. Podrías decirle a mi niña que vendré mañana por la tarde.

—¿A dónde irás a esta hora?

—Buscaré un hotel cerca.

—Max por favor quedate.

—No quiero hacerlo, no quiero que esto se vuelva incómodo.

—No me incómoda.

—Pero creo que a mi sí. Hasta mañana Amanda.

Max abre la puerta y no vuelve a mirarme. Me siento mal por no reaccionar como imaginé que lo haría, pero es que ahora todo es diferente.

இ═══════இ

—¿Está loco? ¿Cómo que no quiere bebés? –cuestiona Nelly comiendo no sé que rayos de su plato.

—Pues eso dijo, lo descartó.

—Y supongo que tú no le dijiste nada sobre...

—No, no pude ni decir nada. –bebo un sorbo de café–. Tenía tantas cosas en la cabeza que preferí no hacerlo.

—Esto es un problema.

—Hay un problema mayor, mi madre me corrió de la casa, ya sabe de Jared y yo.

—Que extremista.

—Me ha llamado como veinte veces y no respondí. No quiero que me diga que estoy mal y bla bla bla.

—Pues a mi me llamo en la mañana, me dijo que... tu padre había regresado.

—¿Qué locura dices?

—Eso dijo ella.

—Esto no es justo, no puede estar jugando con eso.

—Se escuchaba mal Daf, creo que estaba desesperada por encontrarte. Dijo algo de buscar a Jared.

—Creo que esta llegando lejos con todo esto.

—Deberías ir a verla.

—¿Me acompañarías?

—Claro que si amiga, vamos.

Nelly y yo salimos de su casa y dejamos el desayuno para más tarde, una vez afuera esperamos un taxi, ¿por qué mi madre es así? Siento acidez estomacal y luego una maldita agrura, como odio eso.

—¿Qué pasa?

—Acidez estomacal.

—Deberías dejar de tomar café.

—Si, si tu dejas de tomar cerveza.

—¿Bromeas? La de las agruras eres tú no yo.

—El desayuno no me cayó bien. Eres una pésima cocinera.

—Culparas a mi desayuno o a algo que te desayunaste hace semanas atrás.

—No, a tu desayuno.

—¡Que maldita!

—¿Me apoyaras con eso?

—Por supuesto que si, pero debes hablar con Jared.

—Lo haré, lo prometo.

Asiento como agradecimiento, ella puede ser una maldita pero sé que nunca me dejaría sola.

இ═══════இ

Estamos paradas frente a la casa que hasta hace un día era mi casa. Quiero tocar pero no sé como vaya a reaccionar mi madre, qué me va a decir o que clase de cosas va a hacer para que recapacite.

La puerta se abre de golpe y veo que mamá lleva su abrigo y bolsa.

—¿Desde a que hora estas aquí?

—Acabo de llegar.

—¿Y por qué no tocaste?

—No lo sé. ¿Qué locura es esa que inventaste? No creas que por mentir con mi padre voy a cambiar de opinión. No voy a dejar a Jared, y ahora menos que...

—¿Daf? –me llama Nelly.

Me giro para verla y entonces mis ojos lo ven a él, tal como lo recuerdo, los mismos ojos, su sonrisa...

—¡Papi! –digo en un susurro.

Mis ojos no pueden creer lo que estan viendo, él en verdad esta aquí. Corre hacía mi y me abraza con fuerza, mis mejillas estan húmedas, ni siquiera me di cuenta de que comencé a llorar.

—Mi niña hermosa, estás divina, y tan grande. Te extrañé mucho preciosa, perdóname por no volver antes.

—En verdad eres tú. –acaricio su cara.

—Sí, soy yo nena, y estoy aquí.

De pronto siento un vuelco en el estómago y la sensación como de mariposas... no espera... ¿abejas africanas? ¡Oh por Dios! Me inclino un poco y con grandes arcadas dejo salir la "sensación" Nelly me toma del cabello y lo aparta de mi cara, de reojo puedo ver a mamá y a papá con cara de sorpresa. ¿Quién dice que no se vomita de emoción?

—¿Estás bien Daf? –cuestiona Nelly dándome un pedazo de papel.

Asiento. Me incorporo y limpio mi boca.

—Lo siento, creí que era emoción.

—¿Estás bien, hija?

—Sí, estoy bien papi.

—Vamos adentro, debes descansar.

–sugiere.

Comentarios

Los comentarios de los lectores sobre la novela: Una Chica Diferente (COMPLETA)