Una Chica Diferente (COMPLETA) romance Capítulo 36

Estoy pensando en decirle que se aleje y que me deje en paz y que se vaya de donde nunca debió volver, pero entonces Jared dice algo que me deja muda.

—¿Cuándo ibas a decirme que tendremos un hijo? –cuestiona con seriedad aunque su pregunta tiene un deje de decepción.

—¿Quién te lo dijo? ¿Papá? ¿Nelly? ¿Grecia?

Su expresión dura cambia inmediatamente a una de confusión.

—¿Grecia lo sabía? –cuestiona molesto.

Y entonces me doy cuenta de mi garrafal error.

—Yo le pedí que no te dijera nada. ¿Quién te lo dijo?

—¿Por qué no me lo dijiste?

—¿Quién te lo dijo? –vuelvo a preguntar.

—La asistente del idiota de Luca. Llamó a tu celular pero nadie respondió así que me llamó a mi para concretar la siguiente cita. ¿Por qué me lo ocultaste? ¿Acaso no merecía saberlo por ti y no por un error de la asistente?

—¡Te fuiste Jared! No me dijiste por qué ni a dónde, solo desapareciste. Me enteré cuando aún estaba en el hospital, ¿sabes lo difícil que fue enterarme de esto sin ti? ¡No! Además no quería que volvieras solo por saber sobre el tema, por compromiso.

—¿Compromiso? ¡Es mío también! Y claro que iba a volver en cuanto lo supe, pero tenía la esperanza de que me lo dijeras tú. Que me buscarías.

—¿Por qué carajo crees que te buscaría? Fuiste tú quien se alejó y para ser honesta no debiste volver.

—¿Por qué no? Acaso tú y el doctor ya planean una vida con mi hijo. Le dirás que es su padre y me negarás.

—No seas dramático Jared, Diego está fuera de mis planes. Han pasado cosas que quiero olvidar y no pienso poner en riesgo nada, mucho menos a mi bebé ahora que volviste.

—¿Por qué estarían en riesgo?

—Alguien se metió a mi casa, golpeó a mi padre y de no ser porque sabe defenderse quién sabe qué hubiese pasado. Le dijeron que eso era un ultimátum, que me alejara de ti o sería peor. Y no pienso poner en riesgo a nadie por una loca obsesión que claramente alguien tiene por ti.

—¿Denunciaste lo que pasó?

—Obviamente, pero no sirvió de nada. La justicia puede ser injusta a veces. No hay pruebas de nada, creen que solo fué un intento de robo.

—¿Mencionaste la amenaza?

—Sí, pero no lo tomaron en cuenta porque no fue a mi a quien me lo dijeron sino a papá.

—¿Entonces simplemente te alejaras de mi?

—Sí, por el bien de todos.

—¿Qué hay de nosotros? ¿Nuestros planes? ¿Nuestra familia, Daf?

Trago saliva queriendo disipar el nudo en mi garganta.

—Se acabó. –susurro.

—¿Entonces solo me dirás adiós? ¿Nos vas a hacer esto?

—No puedes culparme del todo Jared, tú fuiste el primero en olvidarnos, en hacernos daño, en darse por vencido. Yo solo sigo el camino que iniciaste sin preguntar.

—¡Pero te amo Dafne!

—También te amo, pero justo ahora hay alguien que necesita mi atención y mi protección y no haré nada para que esté en peligro.

—Déjame ayudarte con esto.

—No, solo vete y déjame tranquila.

—No puedes negarme la felicidad ni a mi hijo.

—Seguirá siéndolo, podrás tenerlo contigo, pero lo de nosotros se acabó.

—¡Mientes! Sé que lo haces. Mírame a los ojos y dime que se acabó.

Niego con la cara mirando al suelo, mis ojos pican con las primeras lágrimas acumuladas.

—¡Mírame!

Tomo un respiro y levanto la cabeza, lo miro a los ojos y entonces sucede.

—Se acabó, Jared. Ya no hay nosotros, por el bien de nuestro bebé.

Me levanto dispuesta a irme pero Jared no se da por vencido esta vez, me atrae hacía él y me abraza a su cuerpo y siento como su cuerpo tiembla.

—No me hagas esto Daf, sabía que nada sería igual cuando volviera pero jamás creí que nos fuéramos a dejar. Sabes que te amo como a nadie en la vida y eres mi vida entera, no me dejes te lo suplico.

Jared habla prometiendo que nada nos pasara mientras él esté con nosotros, que se encargará del tema, yo solo pienso en que si ese "alguien" está aquí y nos ve hablando podría ser malo. Habla y habla y el nudo en mi garganta crece al verlo llorar, Jared no merece sufrir así.

—Vámonos lejos. –sugiere.

—¿Lejos será suficiente? –cuestiono.

—Hasta el fin del mundo si es necesario.

Tomo su cara entre mis manos y beso sus labios, de cierta manera siento que me estoy despidiendo de él, que este es nuestro último beso, nuestro beso de despedida.

—Adiós Jared. –digo una vez que alejo mis labios de los suyos, camino sin mirara atrás, no quiero hacer esto.

—¡Dafne! Regresa Dafne por favor. –grita, pero no respondo ni me giro para verlo, solo será más difícil.

Llego hasta donde esta mi padre muy animado con Nelly, no me ven y tampoco me acerco demasiado para llamar su atención, Diego no está y Grecia tampoco, será mejor que me vaya de aquí, giro para salir y un cuerpo delgado y femenino me bloquea el paso.

—¿Te vas, querida? –cuestiona con una sonrisa de satisfacción.

Me hago hacia un lado y ella me imita.

—¿Por qué la mala educación, Dafne?

—No me apetece hablar contigo.

—Si te lo propusieras podríamos ser buenas amigas.

—No me interesa. –digo tajante.

—Debes estar pasandola muy mal sin Jared a tu lado, ¿verdad? Me da tanta pena verte sufrir cuando es claro que a Jared no le importas.

—Y obviamente él te lo dijo, ¿no?

—¿Tú lo sabías? –cuestiona señalandome.

—En realidad no, pero me alegro de que lo hayan hecho.

Me alejo dejando atrás a Jared y la loca de Mabel, no quiero seguir escuchando sus amenazas. Mi padre y Nelly no se han dado cuenta de lo que pasó y lo agradezco, no quiero arruinar su noche.

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Llevo media hora caminando sin rumbo fijo, pienso y analizo las cosas que han pasado y las que están por suceder, lo único que sé es que la vida es tan complicada e incierta que no sabes en qué momento tus planes van a fracasar.

No quiero hacerme la mártir y auto sacrificarme por los demás, pero si necesito hacerlo lo haré porque primero está mi familia. Amo a ese hombre con cada poro de mi ser y no puedo negarlo, no puedo solo ocultar lo que siento por él. Lo amo y eso nunca va a cambiar así muera, mi amor seguirá y prevalecerá vivo, junto a Jared.

Llego hasta el parque al que solíamos venir a correr Jared y yo por las mañanas, me siento en la banca y miro la gente pasar, de pronto una gota de agua cae en mi nariz y hace que me sobresalte. Miro al cielo y las gotas se vuelven constantes, camino lento bajo la lluvia, veo gente correr, yo no lo hago, he aprendido a amar hasta lo peor de las situaciones, sonrío sintiendo el agua llegar a todos los lugares de mi cuerpo, me permito llorar a gusto porque sé que nadie lo notara.

—Sabía que vendrías. –dice cuando me ve.

—No tenía nada mejor que hacer. –respondo alisando el vestido en vano.

Jared se acerca a mi y me abraza con fuerza, escucho su corazón latir frenéticamente al igual que el mío, se separa de mi y besa mis labios, no nos escondemos de la lluvia, la hacemos testigo de todo lo que sentimos.

—Te extrañé horrores. –confiesa.

—No más de lo que yo a ti.

—Gracias por venir, tenía razón sobre Mabel, pero ya no molestara más.

—¿Todo estará bien entre nosotros Jared?

—Lo estará, lo prometo.

—¿Y si muero?

—Eso no pasará.

—¿Y si me olvido de que existes? –bromeo.

—Haré que me recuerdes a diario.

—¿Me amarás de cualquier forma?

—Lo hago ahora y lo haré siempre, lo juro.

—Te amo tanto Jared, que me da miedo perderte.

—Prometo no huir, de nuevo.

—¿Pase lo que pase? –cuestiono.

—Pase lo que pase. –reafirma.

Jared toma mis labios entre los suyos y me besa como si fuese el último día de nuestras vidas, como ya dije la vida es incierta y nunca sabes qué nueva cosa te depara el destino, puede que sea un sí o puede que sea un no, puede ser un nunca o un para siempre, puede que siga aquí o que me vaya lejos. Todo depende del destino.