Una Chica Diferente (COMPLETA) romance Capítulo 35

Miro por la ventana pensando en ella, ¿qué estará haciendo? ¿Pensara en mi? ¿Me odiara? Recuerdo la llamada de hoy por la mañana, no entiendo por que no me dijo nada.

—¿Y hasta cuando piensas regresar Jared? Llevas tres semanas aquí, ¿no piensas hacer nada al respecto?

—No quiero volver.

—¿No quieres o te da miedo?

—Me da miedo Kat, miedo de lo que piense Dafne.

—¿Qué puede pensar? Qué eres un idiota inmaduro y cobarde. –se encoge de hombros.

—¿Lo ves?

—Eso es lo que yo quiero creer que ella cree de tí, pero en realidad no sabemos que piense Dafne sobre esto. No pierdas la felicidad, Jared.

—¿Qué tal si ella ya no me quiere ver?

—No puedes ponerte a sacar conclusiones inciertas, no sabes de que manera reaccionaría. Así que agarra tus cosas y vámonos. Hoy es el evento que organiza mi madre así que debemos llegar pronto.

Miro a Kat decidida a llevarme con ella, lo pienso y lo pienso. ¿Será buena idea? ¿Y si Dafne me rechaza? ¿Y si ya no quiere saber más de mi?

—Mamá me dijo que Grecia y ella se han vuelto buenas amigas. ¿Lo sabías?

—No.

—Ella y Dafne han salido varias veces, y Grecia me comento que... ella vive en casa del doctor.

—¿Qué dices?

—Eso, Dafne dijo que solo fue porque alguien se metió a su casa e hirieron a su padre, pero tu hija esta empeñada en que nadie más este con Dafne y me lo dijo sabiendo que te lo diría.

—¿Ella esta bien?

—Lo está, gracias a Diego quien se ha convertido en su sombra desde que te fuiste. Los han visto Jared, él quiere algo más con ella.

—¿Quién te dijo eso?

—Nelly.

—¿Y Dafne lo acepta? –cuestiono sintiendo celos.

—No lo sé, deberías venir y averiguar.

–dice mientras camina a la salida.

Sin pensarlo la sigo, pero recuerdo que no llevo nada.

—Dame cinco minutos. -pido.

Corro hasta la habitación y tomo las cosas importantes, debo hablar con ella y que me diga que ocurre con el doctor.

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—Yo insisto en que deberías usar el azul. –sugiere Nelly.

—No, el verde le sienta bien.

—A mi me gustó el rojo. -digo sin saber por cual maldito vestido decidirme.

—¿Y si dejamos que el azahar decida? –cuestiona Aida.

—¡Hecho!

Nelly saca una moneda de su bolsa y la lanza al aire, antes de que caiga ambas eligen. Ese momento crucial en el que no sabemos de que lado va a caer la moneda y es emocionante.

-¡Gane! -grita Aida emocionada, Nelly hace cara de pocos amigos.

-Maldita suertuda. Es tu turno Daf.

Nelly vuelve a aventar la moneda y Aida y yo decidimos, me río como loca esperando el resultado, la moneda cae y Nelly grita y reímos todas, hace tiempo que no lo hacíamos juntas y hoy parece que no ha pasado nada, que nada cambió, aunque la realidad sea otra.

Las cosas no han ido como lo esperaba pero tampoco ha sido malas, puedo dormir tranquila al saber que mi padre y yo estamos a salvo en casa de Diego quien hace de todo para ganarse a mi padre, pero él es un hueso duro de roer. Mi embarazo está yendo bien, ahora tengo cinco semanas y no he notado cambios significativos, aunque es demasiado pronto para ello.

Grecia y yo hemos estado saliendo últimamente y es que después de saber lo de mi embarazo es imposible despegarla de mi y no es cosa que me moleste, sino todo lo contrario, me encanta la idea de ella y yo siendo amigas, después de todo no somos tan diferentes, compartimos casi los mismos gustos y somos casi de la edad así que me siento feliz de tener una amiga más en mi vida.

Por otra parte mi madre no está nada feliz con lo de la noticia de que va a ser abuela, ella dijo algo así como "por tu bien espero que vayas a decir que es de Diego " Todos pensamos que está loca, hasta Diego lo cree. ¿Cómo se atreve a pensar que les diré eso? La gente que me importa sabe que estaba con Jared y no con él, sería ilógico y estúpido de mi parte mentir.

En cambio mi padre esta que no cabe de emoción, ha conseguido un trabajo aunque no lo necesitaba y ha empezado secretamente a comprar ropa para bebé, azul en su totalidad, él espera que sea niño y yo solo deseo que el tiempo pase volando para poder tenerlo conmigo, aunque Jared no esté.

Diego ha sido muy atento y amable conmigo, se preocupa demasiado aunque yo le digo que no lo haga, he salido con él tres o cuatro veces solo por no parecer grosera, la gente no me lo dice pero sé que lo piensa, ellos saben que Jared y yo estábamos juntos y ahora ya no está. Nunca le he dado motivos a Diego para que se ilusione o piense que aceptaré algo más que su amistad, somos amigos, así lo veo yo y así será siempre. Mi corazón y mi mente están con Jared, el padre de mi bebé y el amor de mi vida, con nadie más.

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—Sabes, tengo una duda, estuve pensando... –asegura Nelly mientras limpia su boca.

—Que raro. –me burlo.

—Te vuelves insoportable Marín.

–gruñe.

—¿En qué estabas pensando?

—En Jared, ¿en verdad te alejarás de él?

Miro mi hamburguesa que hasta hace un momento era mi mejor conquista y pienso.

—Tengo que hacerlo aunque no quiera Nelly, no pondré en riesgo a nadie.

—No seas estúpida Darín, ¿por qué no solo vamos y denunciamos a quienes hicieron esto?

—Oh es verdad, vayamos a decirles de nuevo a los policías que alguien entró a la casa pero no sabemos por qué o quién es. Seguro que ahora si encuentran algo.

—No seas tan cruel conmigo, yo solo decía.

—Eso ya lo sé, pero si la primera vez fue inútil ¿qué te hace creer que esta vez harán algo?

—No lo sé, la justicia debería ser justa.

–se queja.

—Lamentablemente no lo es, o lo es con quien le conviene serlo. De una o de otra forma ya pasó y se quedará en el pasado.

—Supongamos que, metafóricamente hablando, te encuentras con Jared por la calle o en algún lugar estratégicamente no planeado, él te sonríe y se te acerca para hablar, ¿tú lo rechazaras?

—¿Por qué siento que me ocultas algo?

—¡NO! digo, pff, ¿cómo que te ocultaría? soy mala en eso de guardar secretos y planes no planeados.

—Eres demasiado tonta para hacerlo.

Nelly pone cara de indignación , alzo una ceja esperando a que diga algo y ella abre y cierra la boca varias veces.

—Tienes razón, soy muy tonta para hacer eso. Iré a ver si tu papá ya... hizo algo de lo que dijo que haría cuando dijo que lo haría.

—Quiero creerte Nelly, pero no sé porque no puedo.

—No tienes alternativa, debes confiar en mi porque no soy tan inteligente.

Nelly sale de la habitación y escucho como saluda a mi padre, ella siempre grita y se pone tonta a su lado. Papá cree que esta medio zafada pero sabe que es inofensiva. No me gustaría ver a Jared, no sé si podría verlo y alejarme de él, no cuando lo amo más que nunca.

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—¿Estas lista Marín? –cuestiona Nelly desde la sala.

—Ya voy.

Me miro en el espejo, hace una hora que estoy lista pero no he querido bajar porque no me siento cómoda. mi cabello quedó bien, el maquillaje, el vestido, los zapatos, todo es perfecto, pero no me siento a gusto.

Golpes en la puerta me hacen que salte de la cama, mi padre entra y mi sonrisa se hace enorme al verlo que me sonríe.

—¿Cómo me veo? –cuestiona girando.

—Te ves muy guapo, muy elegante. Tendré que vigilarte toda la noche.

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El ambiente es animado, Grecia me abrazó en cuanto me vio y se disculpó porque casi mete la pata con su padre, se aleja casi corriendo, Nelly baila animada con papá, sonríe como nunca.

—¿Quieres bailar? -cuestiona Diego.

—No, no tengo muchas ganas, de hecho vine por mi padre.

—Bien, no presionare. –se ríe.

Veo a papá ir a la barra mientras Nelly llega sonriente.

—No sabes lo feliz que me siento. –confiesa.

—Puedo verlo. –sonrío cómplice.

—De no ser porque es mayor juraría que te gusta. –señala Diego.

Nelly se sonroja y Diego entiende el mensaje y ríe sonoramente. Se tensa de pronto y se pone a la defensiva. Luca viene caminando hacia nosotros.

—San Román. –saluda Luca mientras asiente.

—Hernán. –Diego usa el mismo gesto.

Por segundos se matan con la mirada, me siento tan incómoda con esto que Nelly lo nota.

—¿De qué me perdí? –cuestiona Nelly.

—Nelly, él es Luca Hernán, mi ginecólogo.

—Un placer, Dafne no sabía que estuvieras con san Román.

—No estoy con san Román. –aclaro.

—¿Por qué le das explicaciones?

—No es una explicación, Diego.

—Si tus intenciones son otras te sugiero que hagas fila, o que lo olvides, habemos mas de uno. –dice Luca riendo.

—¿Más de uno? Dafne no esta interesada en nadie.

—¿Y te incluyes en la lista? Porque si no es así es una tristeza.

—No intentes pasarte de listo Luca, no te queda bien serlo.

—¿Aún me guardas rencor por el pasado?

—Dafne esta conmigo.

—¡No! No estoy con nadie Diego y lo sabes.

—Lo que quiero decir es que...

—¿Dafne, podemos hablar? –cuestiona Jared.

Mi corazón se acelera en cuestión de nada con solo verlo, su expresión me intranquiliza. Miro por todos lados, no sé si hago bien.

—Nelly, puedes buscar a papá y quedarte con él.

Nelly asiente y se va.

—¿Quieres que te acompañe? –cuestiona Diego.

Lo miro perpleja y niego con la cabeza.

—No, Diego, es Jared. Estaré bien.

Camino lejos de Luca y Diego, Jared me sigue hasta el jardín, me detengo en una banca de cemento. No dice nada, solo me observa, quiero decir tantas cosas pero nada sale. Estoy pensando en decirle que se aleje y que me deje en paz y que se vaya de donde nunca debió volver pero entonces Jared dice algo que me deja muda.

—¿Cuando ibas a decirme que tendremos un hijo?