Una mate para el Alpha romance Capítulo 35

Estoy caminando en por una calle solitaria nos es muy tarde, pero con la lluvia las personas se encierran en su casa, ni autos pasan y si pasa tarda en empezar.

Estoy caminando cuando un carro me pita, pero no volteo así que aceleró el paso, pero el carro me sigue y yo con miedo.

Cuando una voz familiar hace que me detenga y volteó.

Edwin: Nikki sube al auto - me ordena.

Nikki: no

Edwin: sube por las buenas

Nikki: te dije que no y hazle como quieras.

Edwin: ¿segura?

Nikki: si - sigo caminando, ahora si viene a darme órdenes, en eso Edwin acelera un poco más y yo sigo caminando cuando lo veo bajar de su auto y se recarga con los brazos cruzados con la mirada fija mirándome.

Yo sigo caminando estoy cerca de pasar donde esta cuando se pone en mi camino con la misma postura y yo igual.

Edwin: vamos Nikki - me paro enfrente de él y lo miró a los ojos, pero tiene la mirada fría.

Nikki: te dije que no. - solo me mira y se acerca a mi amenazante yo retrocedo mientras lo miro a los ojos, sin dejar se retroceder, me detengo cuando chico con su auto y él pone las manos para impedirme el paso.

No dice nada solo me mira a los ojos y su mirada no tiene ninguna expresión.

Edwin: ¿te gustó el beso de imbécil? - me pregunta con la voz algo golpeada.

Nikki: ¿qué? .... - no me deja hablar porque me interrumpió.

Edwin: ¡¡¡¡contéstame!!! - me grita hace que brinque del susto.

Nikki: no…. no - dijo con nervios, se acerca a mis labios y me besa algo brusco, me agarra de la cintura acercándome a su cuerpo, suelto las cosas.

Pará seguirle el beso, al no sentir rechazo sus besos fueron despacio con ternura, lo agarro de la cintura y le acaricio la espalda suavemente.

Con una mano abre la puerta del auto sin dejar de besarme entramos al auto, una vez estando a dentro despega los labios de los míos y sale, recoge las cosas para poner llave a la puerta.

Y el entra al auto sin decir nada, lo pone en marcha, solo me mira por ratos en el retrovisor del auto.

Edwin: te lo dije Nikki.

Nikki: ¿porque me besaste?

Edwin: porque quise

Nikki: solo porque tedio la gana

Edwin: ¡¡si!!

Solo asistí con la cabeza y miró para otro lado, me contengo las ganas de llorar, no quiero darle el gusto de verme llorar.

(.....)

Llegamos a la manada de Edwin y la lluvia bajó un poco, le quito el seguro a la puerta y tomó mis cosas, salgo antes que Edwin salga del auto, mi padre está en la puerta.

Joseph: hija estas muy mojada te vas a enfermar.

Nikki: me agarro la lluvia, papá nos podemos ir a nuestra casa

Joseph: ¿por qué?

Nikki: no preguntes papá, ¿nos podemos ir?

Edwin: ¡¡¡no!! - escucho a Edwin responder y no le hago caso.

Joseph: ¿qué pasa Nikki?

Nikki: nos vamos papá ya no tengo nada que hacer aquí

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        EDWIN

solo veo como el auto avanza para desaparecer de mi vista, me quedo pardo sin hacer nada, solo viene a miente cuando ese imbécil besa a mi luna.

Siento como correr mi sangre de lo furioso que estoy, no quería que se fuera mi luna, pero tenía miedo a que se quede y diga algunas cosas que la lastime.

Me siento en el borde de la puerta de mi casa y miro hacia el cielo miro la luna, cuando la voz de mi beta (o delta, pero meda igual la historia es mía y le puedo poner como a mí me dé la gana).

Agustín: ¿que tienes Edwin? - se pega a la pared con los brazos cruzados.

Edwin: nada

Agustín: si no tuvieras nada, no estarías aquí sentado y no hubieras dejado que Nikki se vaya.

Edwin: ¿cómo sabes eso?

Agustín: puedo oler tu estado de ánimo y tu cara lo dice todo.

Edwin: a ti no te puedo mentir, es Nikki

Agustín: ¿qué pasa?, está bien ella?

Edwin: si - le cuento lo que paso con ella y ese imbécil de Mateo.

Agustín: deja que acomode sus ideas, ya mañana hablas con ella para arreglar el problema, pero Nikki no te aria nada para hacer daño y mucho menos jugaría contigo, pero tienes que poner en su lugar a Mateo y hacerle entender que Nikki es tu mate.

Edwin: tienes razón, mañana a primera hora voy a esperar a Nikki y hablare con ella, voy arreglar asunto con Mateo.

Me despido de Agustín y entro a mi casa para darme un baño, para no enferme, pero soy un hombre lobo nunca me enfermo...

 

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