Una mate para el Alpha romance Capítulo 54

SELENA

Después de dejar a Nikki a su casa, manejo hasta mi casa para esperar que sea de noche, para decirle a Enrique lo que investigue y tenga mi libertad.

Una vez que consiga mi libertad me iré de aquí, para empezar de nuevo, sé que muchos pensaran que soy una persona cruel o que no tengo corazón, pero no es así.

Yo soy una humana y ellos son seres con poderes sobre humanos, son inmortales en cambio yo no, si me matan no puedo revivir o sanar como ellos.

Se que no me van a perdonar y sobre todo Joseph, porque lo use para llegar a su hija, pero yo no soy como ellos.

En unas cuadras antes de llegar a mi casa me estaciono, para pensar si está bien o no, sino lo hago sé de lo que es capaz Enrique y yo aun quiero vivir.

Selena - hay Selena, en que estupidez te metiste esta vez

Me llevo las manos a la cara por lo frustrada que estoy, sé que no me puedo arrepentir y mucho menos puedo mentir Enrique lo sabría.

así que tomo mi celular de mi bolsa para marcarle y decirle lo que averigüe, así no tendría que ir a su casa que la verdad parece película de terror, marco el número y espero a que entre la llamada.

Enrique - hola cariño

Selena - te dije no me digas así

Enrique - no me importa, que no se te olvide que tú me perteneces

Selena - eso ya se termina hoy

Enrique - ¿Qué quieres decir con eso? 

Selena - voy hacer clara contigo Enrique, después de lo que te diga no me volverás a ver

Enrique - ¿Qué quieres decir?

Selena - Nikki es la chica que estas buscando 

Enrique - ¿Quién te lo dijo? - así que le empiezo a contar lo que Nikki me dijo hoy en la cafetería.

Selena - así que yo ya cumplí con mi parte, y no me volverás a ver Enrique  

corto la llamada si esperar una respuesta, dejo caer mi teléfono del alivio que sentía al ser libre pero un poco mal ya que utilice a Joseph, después de un rato de haber recuperado el aliento, pongo en marcha mi auto para empezar arreglar mi maleta e irme.   

(......)

Ya es de noche y mis padres ya están durmiendo así que tomo mis cosas, antes de salir les dejo una carta explicando por qué me fui, sobre todo el motivo y pidiéndole que me perdone por no ser la hija que ellos merecen.

Salgo de la casa con cuidado de no hacer ruido, subo mis cosas al coche, después subo poniendo en marcha el auto sin mirar atrás.

Conduzco por un rato hasta tomar carretera, cuando miro a lo lejos una silueta de una persona parada en la calle, así que bajo mi velocidad.

Estando cerca de la silueta le pitó para que se quite, pero esta no se mueve así que freno cerca, las luces del carro alumbran su rostro y veo que es Enrique.

Apago el motor del auto y bajo, para ver que quiere hacerle entender que ya no le pertenezco.

Selena - ¿Qué quieres?

Enrique - no te pensabas despedir cariño

Se empieza acerca a mí, como un Tigre casa a su presa y la verdad eso me asusta.

Selena - yo... Yo ya pagué mi libertad

Enrique - no querida - mueve su dedo negado - tu vienes conmigo

Selena - ¡No!

Al decir eso sus ojos cambiaron de color y me agarra con fuerza la cara, se acerca a unos centímetros de mis labios, se queda quieto por un minuto sin hacer nada.

Enrique - tu nunca te iras de mi lado querida

Sin soltarme me acacia el rostro con la otra mano, pero hace más preciso mi cara del dolor me salen las lágrimas.

Selena - suéltame... me lastimas... - contrabajo le dijo ya que con la fuerza que aplica no puedo hablar casi, así que me suelta y acaeció mi cara.

Enrique - llévensela, mientras yo me encargo del auto.

Quise correr, pero unas manos me lo impiden, trato de zafarme, pero no lo consigo, pero no dejo de pelear

En eso siento que alguien me agarra del cabello con fuerza asiendo que eche para atrás mi cabeza dejando libre mi cuello.

Solo logró soltar un grito al sentir unos colmillos en mi cuello, trató de quitármelo, pero sintió que pierdo la fuerza para pelear.

Mi cuerpo cada día pesa más, todo se empieza a poner oscuro, siento que en cualquier momento me voy a desmayar o morir.

Los colmillos salen de mi cuello y mi cuerpo no se puede sostener por si mismo, unos brazos me cargan.

Enrique - déjala en mi habitación

??? - si Rey

Mis ojos los siento muy pesados, por ratos se cierran, trato de no cerrarlos, pero me cuesta mucho mantenerlos abierto, hasta que el me gana y cierro los ojos.

(.......)

NIKKI

Después de que Selena me dejó, entre a casa para cambiarme de ropa para entrenar sola ya que Joan no regresa.

Estando en el lugar donde Edwin entrena con su manada, me pongo a calentar los músculos por unos 30 minutos.

Al terminar tomo una de las espadas y empiezo a practicar como si tu viera un oponente, en mi mente repaso lo que Joan me ha enseñado todo este tiempo.

Estoy practicando cuando siento un dolor fuerte en mi cabeza que hace que me queje del dolor, trato de aislar el dolor.

Pero no logro hacerlo y el dolor aumenta más a siendo que caiga al piso, así que trato de bloquear ese dolor.

Edwin - ¡Nikki!, ¡Nikki!, ¿Qué tienes amor?

Nikki - mi... cabeza…siento que va explotar del dolor

Edwin - abre los ojos y mírame

Abro los y miró a Edwin a los ojos, puedo escuchar sus pensamientos.

Edwin - tranquila amor 

Nikki - sabes que puedo escucharte

Edwin - no, pero ahora sí, vas a estar bien

Nikki - siento que puedo escuchar los pensamientos de otras personas - en eso escucho la voz de Joan

Joan - ¡Nikki!, ¡Nikki!  ayu...

Nikki - ¡Joan!, ¿Qué pasa?

No recibo nada y de repente me deja de doler la cabeza.

Edwin - Nikki es en serio, yo aquí preocupado por ti y tu pensando en el brujo.

Me suelta y se levanta para irse de ahí sin mirar atrás, solo escucho como maldice mientras camina hasta la casa, yo me quedo sentada ahí tratando de entender lo que acaba de pasar.

Después de un rato me levanto del piso y dejo la espada en su lugar, para ir a la casa en busca de mi libro y buscar una explicación de lo que acaba de pasar.

Entró a la casa y voy directo a la habitación para buscar el libro de hechizos, entró a la habitación, pero Edwin no está ahí y por una parte mejor así

Salgo de la casa, busco un lugar donde pueda estar tranquila y leer el libro sin ser molestado, miro un árbol grande queda una buena sombra.

Me siento y me pongo a leer en busca de una respuesta a lo que acaba de pasar, pero aún no encuentro nada.

(....)

No sé cuánto tiempo pasó, por qué el sol se ocultó dejando ver las estrellas y la luna tan hermosa, cierro los ojos por un momento para descansar...

Cuando una pesadilla me despierta de golpe con la respiración agitada, miró el lugar donde estoy, y veo que sigo en el mismo lugar que me quede dormida.

Me levanto del suelo y no veo a nadie afuera el aire se siente algo fresco, entró a la casa, me voy directo a la habitación donde Edwin debe estar durmiendo.

Al entrar me llevo una sorpresa al no verlo ahí, me imagino que está en su oficina trabajando, así que dejo el libro aún lado ye acuesto en la cama....

 

 

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