Venceré romance Capítulo 13

Escuché que esas personas se habían ido rápidamente.

No pasó mucho tiempo cuando Anastasia entró con Eloy en un brazo y una taza de medicina en el otro. Colocó la taza en la mesa y me dijo: "Bébete la sopa, vendré por la taza en un rato."

Luego salió apresuradamente, sin verificar si yo bebía la medicina o no.

Mientras miraba pensativamente la medicina, decidí que debía preparar un plan para enviarla para un análisis, en caso de que no tuviera otra oportunidad.

Con ese pensamiento, me levanté apresuradamente de la cama y empecé a buscar frenéticamente en cajones y armarios, pero no tuve suerte.

No pude encontrar nada en lo que pudiera verter la medicina.

Miré todos los frascos y botellas de cosméticos, pero sabía que incluso si vaciaba uno para usar, cualquier residuo podría alterar los resultados de un posible análisis de laboratorio.

Además, si Anastasia se daba cuenta de que faltaba algo, estaría en problemas.

Por el aroma de su perfume, estaba bastante segura de que ella conocía muy bien mis cosméticos.

Pronto, me encontré en un estado de pánico. Anastasia podría volver en cualquier momento para recoger la taza y no quería beber la medicina.

Justo cuando estaba a punto de rendirme y verter el caldo, tuve una idea brillante.

Corrí a abrir el cajón de la mesita de noche y saqué una caja.

De la caja, saqué un condón.

Luego, llevé la taza al baño y lo vertí directamente en el condón. Até la apertura y lo escondí.

¡Perfecto!

Después de esconder el líquido, volví a la cama, tratando de calmar mi corazón que latía a mil por hora debido a la tensión.

Después de un desayuno ligero, le dije a Anastasia con una expresión de agotamiento: "Voy a dormir un rato, por favor, que nadie me moleste. ¡Es tan temprano y ya hay tanto ruido!"

Volví a mi habitación y, con las sábanas sobre mí, encendí mi celular y me conecté a WhatsApp.

Sabía que mi apariencia la había asustado.

Mis ojos se llenaron de lágrimas y no pude decir nada.

Ofelia, furiosa, gritó: "¡Llama a la policía! Janet, ¿qué estás esperando?"

Le respondí: "No es el momento. No tengo ninguna pruebas. ¿Con qué voy a llamar a la policía?"

"No podemos permitir que se salgan con la suya," replicó Ofelia, todavía furiosa. "No me digas que todavía lo defiendes, Janet. Te está reteniendo contra tu voluntad. ¿Qué estás esperando? Si esperas más tiempo, ¡puede que sea demasiado tarde!

Otros no saben, pero yo conozco muy bien a este malparido. Sin ti, Janet, no sería nada más que un conocido peluquero. ¿Qué tiene él?

Ni aunque trabajara con el cabello de la gente toda su vida, llegaría a ser más que un perro pretendiendo ser un humano. No es que quiera ofenderte, pero nunca debiste haber abandonado tu empresa... ¡Ay, Janet! ¡No te ofendas si soy muy dura como mis palabras!"

"Por eso, necesito saber qué es lo que Marco realmente quiere. Lo que busco es la verdad. Quiero saber por qué están actuando así conmigo" Me atraganté brevemente, apretándome los dientes, "No voy a dejar que esto pase así nomás. Les voy a hacer desear nunca haber nacido, ¡no van a tener paz ni siquiera en la muerte!"