Vendiendo mi virginidad... AL CEO romance Capítulo 189

PDV Teresa

Me quede viendo la pista mientras el avión aterrizaba, después de 2 semanas fuera, finalmente habíamos regresado a casa.

La última parada que habíamos hecho, había sido Argentina, estuvimos allí varios días, viendo distintas cosas, fuimos a una zona que tenía bastantes atracciones para turísticas, al igual que los otros lugares, me gustó mucho ir allí, pero al final tuvimos que irnos y regresar a nuestro hogar.

La verdad era que le pedí a Tomas que alargara más el viaje, todavía no quería tener que enfrentarme a mi familia por lo de mudarme a la casa de este último, quería evitar eso.

Tomas no me complació en ese sentido, según él tenía cosas que hacer y no podía retrasar nuestro regreso, tuve que resignarme y aceptar volver.

Mientras estábamos volando de regreso, fui pensando cómo es que iba a hablar con mi mama, pensé en varias cosas para decirle, pero cuando el avión puso pie en la pista, aun creía que no tenía nada convincente todavía.

Después de aterrizar, Tomas y yo bajamos del avión, nos montamos en su auto, y nos fuimos a mi casa, íbamos a ir juntos a explicarle las cosas a mi mama, Tomas tenia cosas que hacer al regresar, pero aparto un tiempo para mí, de esa forma no estaría sola cuando hablara con mi familia.

Llegamos a mi casa, nos bajamos del auto, me quede viendo unos momentos la puerta, tuve ganas de darme la vuelta, pero antes de poder hacerlo Tomas me tomo de la mano y me hizo avanzar.

Después de tocar la puerta, esta se abrió, y la persona que nos recibo fue mi mama, sabía que regresaríamos hoy y de seguro se había preparado.

—Estoy de vuelta, traje algunos regalos —le dije mientras levantaba un par de bolas que traía en mis manos.

—Pasa rápido —me dijo mi mama, antes de tomarme de la mano y jalarme junto con ella.

Ni siquiera me dio tiempo de nada, casi se me caen las bolsas, por suerte Tomas logro evitar eso y entro junto conmigo.

Me quede viendo la parte trasera de mi mama, pensaba que pronto me daría el sermón, no fue sino hasta que entramos cerca de la sala, hasta que logre ver a Vincent sentado en el sofá junto con mi hermano.

Al verlo allí me quede perpleja, esta era una reunión familiar… ¿Por qué es que él…?

— ¿Qué haces aquí? —le pregunte cuando estábamos cerca.

— ¿Así es como me recibes Teresa? No nos hemos visto en 2 semanas ¿Y eso es lo primero que me dirás? Eres un monstruo sin corazón —me dijo Vincent haciendo el acto de llorar.

—Sabes de que hablo, ¿Qué haces aquí? Esto es una reunión para la familia —le dije mientras me soltaba de mi mama e iba hacia él.

— ¿Y yo no soy parte de la familia?

— ¡No!

—Justo en el corazón Teresa, me has dado justo en allí, ¿No tienes piedad?

—Ya deja de comportarte como estúpido y vete de aquí, ¿Qué estás haciendo aquí en primer lugar? —le dijo Tomas.

—Yo lo invite —nos dijo mi mama.

— ¿Lo invitaste? ¿Por qué?

—Porque tu mama ha estado tan preocupada por ti Teresa que ha venido buscando consejos para educar a la mala hija que tiene que ni siquiera le dijo que quería dejar el nido, y yo acudí a ella… por eso estamos aquí, para evitar que te vayas… y mostrarte lo errada que estas al irte a vivir con este frígido con ojos de quiero matar a Vincent que tienes al lado y cuyo nombre empieza por “T”.

—Vincent, tienes 5 minutos, pasado ese tiempo, no quería verte más en esta casa —le dijo Tomas.

—Disculpa Tomasito, estamos hablando con Teresa, no seas mal educado, ahora ¿Dónde estaba? Ah sí, bueno, como iba diciendo, Teresa, no sabes el error que estas cometiendo al irte a vivir con este “señor” que tienes al lado… créeme, yo sé de lo que hablo.

— ¿Cómo es eso de que sabes de que hablas? ¿A qué te refieres con eso exactamente?

— ¿Tu qué crees?

— ¿Tu y Tomas han vivido juntos? —le pregunte mientras me acercaba.

—Claro… por un tiempo, por eso te digo que cometes un error al irte a vivir con este frio, confía en mi Teresa.

— ¿Cuándo fue que ustedes 2 vivieron juntos? ¿Cuándo exactamente?

—Fue hace varios años, no te preocupes por eso, tu debías ser toda una preadolescente, pero créeme que se de lo que hablo, incluso llegamos a dormir juntos y no fue nada agradable.

— ¡¿Qué?! —dijimos mi mama y yo al mismo tiempo, mientras alternábamos nuestra mirada entre ambos.

—No es lo que piensas Teresa, ¿Por qué me miras con esa cara? Cuando dijo dormir juntos, se refería eso, a dormir nada más en la misma cama, no pasó nada, no me mire de ese modo.

—Tomas ¿Por qué durmieron juntos en primer lugar?

—Bueno, no se pudo evitar, solo paso algunas veces cuando llovía, en esos momentos cualquier cosa podía pasar, y más cuando tronaba, esos rayos que caían no me dejaban dormir en paz, necesitaba a alguien fuerte a mi lado para reconfortarme —por el tono que uso Vincent, no sabía si hablaba en serio o no.

— ¿Quieres dejar de hablar así? Por ese tono que usas la gente termina por mal interpretar todo idiota —le dijo Tomas.

—No eh dicho nada malo, ellos son los de mente sucia, ¿En que estabas pensando cuando dije que Tomas y yo dormimos juntos? —me pregunto Vincent.

—Vuelve al punto de Vincent.

—Bueno, bueno, pero como decía Teresa, créeme cuando te digo que vivir con este señor no fue nada agradable, y menos lo fue dormir con èl, yo iba a su cama por un brazo de apoyo y lo que recibí fue lo opuesto a eso… no quiero que pases por la misma experiencia que yo Teresita… lo más pesado fueron las noches que pasamos juntos él y yo.

— ¡¿Quieres dejar de hablar así?! —le grito Tomas.

—…

Comentarios

Los comentarios de los lectores sobre la novela: Vendiendo mi virginidad... AL CEO