Vendiendo mi virginidad... AL CEO romance Capítulo 116

PDV Teresa

Después de que

Tomas me dijo que vendría a Paris y que quería conocer a mi jefe, me puse a

pensar en varias opciones que podría tomar, pero ninguna me satisfacía.

Le había dicho a

Tomas que mi jefe era un hombre de más de 60 años que encima de eso estaba en

silla de ruedas, pero la realidad era una muy distinta ¿Cómo podía explicar

esto?

Camine por mi

habitación tratando de encontrar una mentira convincente por la cual Tomas no

podría conocer a mi jefe,  pero no creo

ninguna de ella lo convenciera.

No sabía qué

hacer, llame a Daisy para ver que me aconsejaba, pero ella estaba tan perdida

como yo, no sabía que recomendarme ante esta situación.

Tomas llegaría

mañana, tenía que ir a su encuentro y presentarle a mi jefe, el hombre de 60

años en silla de ruedas que le dije que tenía.

Ahora sí que

estaba jodida.

Llame a Julia, la

amiga francesa que hice en Canadá para ver que podía recomendarme ella, al

igual que Daisy estaba sin ideas, y me pregunto cuáles eran las mentiras que

dije.

Le conté lo que

había hecho y porque lo hice, me dijo tonta por no decir la verdad desde un

comienzo, pero eso no era opción, conociendo a Tomas no me dejaría trabajar en

paz si supiera que alguien como Vincent era mi jefe y que pasaba tanto tiempo

junto conmigo.

Julia solo pudo

sugerirme usar a su padre, un hombre de casi 60, para que fingiera ser mi jefe,

al principio me pareció una idea tonta, pero lo pensé mejor y vi que era la

mejor opción, el padre de Julia encajaba en mi descripción de hombre mayor.

No tenía otras

opciones, así que le dije que haríamos eso.

Tomas iba a

llegar mañana, así que pase el resto del día junto con Julia, me excuse junto

con Vincent y le dije que iba a visitar una amiga, me dijo que tuviera cuidado

y después de eso me dejo ir.

Me encontré con

Julia y su padre y estuvimos todo el día practicando el acto que haríamos

frente a Tomas, esperaba poder engañarlo, por suerte nunca le dije al detalle

cómo era mi jefe,  por lo que cualquier

hombre mayor podría tomar el puesto.

Duramos hasta más

de la medianoche practicando, entonces me regrese al hotel, Vincent estaba algo

molesto por que llegue muy tarde pero me excuse diciéndole que tenía muchas

cosas con las cuales ponerme al día.

No dormí bien esa

noche, el día de mañana llego y tuve que ir al encuentro con Tomas, tome un

taxi temprano y llegue al lugar a donde aterrizo su Jet, lo vi bajar y caminar

hasta mí.

Mi corazón latía

como loco.

Nos saludamos,

quise darle un beso en la mejilla, pero este se movió e hizo que mi beso le

cayera en los labios, fue solo uno ligero ya que me aparte rápido, le dije que

no hiciera eso de nuevo y este solo se rio ligeramente.

Nos subimos a un

auto que estaba esperando a Tomas, y nos fuimos.

— ¿En dónde se

encuentra tu jefe Teresa?

—Está hablando

con una chica del trabajo en el parque del centro, no se quedara allí mucho

tiempo, si quieres verlo, aprovecha ahora.

—Ya veo, estoy

ansioso por que me lo presentes —me dijo Tomas, sentí su mirada muy intensa.

El auto avanzo

rápido, y mientras más nos acercábamos, más nerviosa estaba, finalmente

llegamos al parque y encontramos a Julia y su padre en medio del parque, ambos

estaban fingiendo ser un empleador y una empleada ante la vista de todos.

Nuestra fachada

era esa, no quería que Tomas hablara mucho con el padre de Julia, si lo hacia

podría descubrir la mentira, solo lo había puesto allí para que lo viera e

intercambiara un par de saludos antes de que se fueran, le conseguimos una

silla de ruedas al padre de Julia para que fingiera estar discapacitado como le

comente a Tomas.

Tomas y yo

caminamos hacia ellos, miró fijamente al padre de Julia mientras ella y yo

estábamos cerca.

—Es un gusto

conocerlo, señor —le dijo Tomas, mientras le daba la mano al padre de Julia.

—Igualmente,

Teresa me ha contado un par de cosas de usted —le dijo mientras estrechaba la

mano de Tomas.

— ¿En serio? ¿Qué

cosas?

—Nada importante,

solo un par de cosas, a primera impresión parece que acertó en todo lo que

dijo.

Suspire de alivio

en mi interior al ver lo que hizo el padre de Julia, habíamos practicado

bastante, y los 3 llegamos a la conclusión de que lo mejor era ser lo más vago

posible, de esa forma podríamos ajustar nuestra mentira a cualquier repentino

cambio.

Tomas y el padre

de Julia intercambiaron un par de palabras más, Julia intervino y le dijo que

ya era hora de irse, que tenían una agenda apretada.

El padre de Julia

se despidió de Tomas y después de eso Julia se lo llevo, nos despedimos de él,

si Tomas quería encontrarse en el futuro con mi “jefe” no sé qué iba a hacer,

ya que ahora para poder disimular esto tendría que pagarle un pasaje al padre

de Julia para venirse a mi país y fingir esto.

Ese problema

apareció en mi mente pero lo deseche después, esto fue solo para ganar tiempo,

cuando mi relación de alquiler con Tomas terminara, podría tener más libertad y

no tendría que preocuparme por si se enterara de que tenía un jefe joven  y atractivo como Vincent.

Tomas vio como

Julia y su padre se iban, cuando los perdimos de vista, giro su mirada hacia mí,

esperaba que se lo hubiera creído todo.

— ¿Qué tienes que

hacer a partir de ahora Teresa?

— ¿Ahora? Nada en

particular… mi jefe y su… otra secretaria van a arreglar un par de cosas, tengo

la tarde libre.

—Bien, entonces

acompáñame, quiero ver algunos lugares en esta ciudad —me dijo Tomas, antes de

tomar mi mano y empezar a caminar junto conmigo.

Parece que se

creyó el que el padre de Julia era mi jefe, me sentí aliviada.

— ¿A qué lugares

desconectaba por unos instantes, cuando me recupere, abrí mis ojos como platos

y alterne mi mirada entre ambas mujeres.

— ¿Es broma?

Tiene que ser broma… ¿Es una broma? No me gusta que jueguen así conmigo —le

dije a ambas.

—No es una broma

Vincent, ¿No me reconoces? Soy tu madre —me dijo Valentina mientras me miraba.

—No… pruébalo,

haber, pruébalo —le dije, mi tono empezaba a ser un poco frenético.

¿Esta mujer era

mi madre?

Valentina, empezó

a relatarme cosas acerca de mí y de mi hermana, nos dijo nuestros nombres

completos, nuestras fechas de nacimiento, el lugar donde nacimos, y otros datos

de importancia, me dijo su nombre completo y me mostro una identificación que

demostraba que se llamaba así.

Tenía experiencia

en eso de falsificar documentos, por lo que pude reconocer que era real, y si

era falso… pues se veía muy real.

El nombre y la

fecha de nacimiento que estaban en esa identificación eran los que mi madre

debió tener… no quería creerlo… pero hasta ahora puede que ella si fuera mi

madre.

Me entro pánico,

no sabía qué hacer, quise irme, pero mis piernas no tuvieron fuerza, solo pude

mirar aturdido a esa mujer.

Habían pasado 20

años aproximadamente desde que me abandono, 20 años sin 1 sola noticia de ella

y ahora estaba aquí frente a mí.

No sabía qué

hacer ante esto.

—Los dejare a

solas para que puedan hablar entre ustedes, de seguro tienen mucho que contarse

—me dijo la jueza del certamen mientras se levantaba de la mesa.

— ¡Espera! —le

dije, mientras tomaba su mano e impedía que se fuera.

No quería estar

solo con Valentina, no quiero estar solo con esta mujer.

—Vincent, tengo

cosas que hacer, necesito irme, ustedes son madre e hijo, me esforcé mucho para

poder organizar esta reunión, por favor, habla con ella —me dijo la jueza,

mientras se quitaba mi mano de ella.

Cuando me dijo

estas palabras, entendí por qué me llego de repente una invitación a ser juez

en el Miss Francia… pensaba que era por mi reputación… pero todo fue porque esa

mujer quiso reunirme con mi madre.

La jueza del

certamen se largó y me dejo solo, mi madre me llamo y con mucha renuencia gire

mi mirada para verla a los ojos.

Tenía una serie

de sentimientos encontrados, estaba fuera de control, no sabía qué hacer,

termine pensando en Teresa y cuando me conto acerca de su encuentro con su

padre… en un principio su historia no provoco mucho en mí, también recordé la

historia de Mía sobre esa chica que exploto en su fiesta… pero ahora que estaba

viviendo lo mismo en carne propia… podía empezar a entender cómo se sintieron…

y más esa chica que exploto en la fiesta de Mía.

Mientras miraba a

mi madre, recordé el momento en que pensé hacer un posible trio con la jueza y

ella… me sentí asqueado por varias razones…

Quería escapar.

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