Vendiendo mi virginidad... AL CEO romance Capítulo 144

PDV Clara

Me divirtió un

poco ver la mirada frustrada de Tomas, aunque no tanto como cuando lo vi

recibir una cachetada de Teresa, y eso fue a pesar de que no entendí muy bien

el por qué actuó así, teniendo en cuenta que solo estaba con Tomas por interés.

— ¿Y bien Tomas?

¿Vas a llamar a Teresa y explicarle todo otra vez? Apoyare cualquier historia

que digas, hasta puedo hablar con ella en tu lugar si quieres.

—No vas a hacer

eso ¿Entendiste? —el tono de Tomas fue bastante brusco.

Parece que estaba

más enfadado de lo que esperaba.

Debería

agradecerme que hice huir a esa interesada, pero era lo opuesto a eso.

—Entiendo cariño,

no tienes que hablarme con ese tono, ¿Ya podemos regresar con el médico para

terminar nuestra cita?

Tomas me lanzo

una mirada rencorosa, y poco después avanzo, iba en dirección hacia el

consultorio, me le quede mirando unos momentos antes de seguirlo.

Trate de hablarle

en el camino, pero se mantuvo dándome un trato muy frio todo el trayecto, lo

que paso con Teresa le afecto bastante.

Ni si quiera

entiendo por qué le afecta tanto, con esos videos que vi de Teresa pude

confirmar todas mis sospechas sobre que era una interesada que buscaba el

dinero de Tomas, hasta llego a irse a un club nocturno a vender su supuesta

virginidad y se la vendió al mejor amigo de Tomas.

No estaba al

tanto de los detalles y las pequeñas cosas, pero en base a lo que vi pude

comprender más o menos, Teresa era la novia de Tomas y a pesar de eso fue a

vender su virginidad a un club, lo estaba engañando descaradamente, y se notaba

que solo le importaba el dinero.

Ella había jugado

con Tomas y Vincent y los había hecho quedar como tontos, en especial a este último,

conocía a Tomas y no le gustaba que le mintieran en la cara con asuntos como

esos, debería estar odiando a Teresa por hacerlo quedar como tonto y jugar

tanto con él como con su mejor amigo, pero en lugar de estar enojado, más bien

parecía que la quería aún más.

¿Por qué?

No entiendo por

qué, lo que hizo Teresa a espaldas de Tomas era algo peor de lo que causo

nuestra separación y a pesar de eso, Tomas seguía encaprichado con ella, no

puedo entenderlo.

Teresa era una

muy mala mujer, y sigue queriéndola, los hombres de verdad que son tontos,

siempre pensé que Tomas era diferente, pero ahora parece que a veces podía ser

igual de tonto que los demás.

Llegamos con el

médico y terminamos nuestra cita, Tomas seguía dándome un trato frio, eso me

hizo preocupar, también me enojo un poco, era capaz de perdonarle a Teresa la

forma en la cual jugo con él y la forma en la cual lo hizo quedar como tonto,

pero conmigo seguía insistiendo con el divorcio, era muy injusto la forma en la

cual me trataba a mí en comparación con esa caza fortunas.

Debo apartar a

Teresa, mandarla lejos para que Tomas la olvide, era preocupante la forma en la

cual la trataba, mejor me encargo de ella antes de que empeore todo, era mejor

prevenir antes que lamentar.

Por suerte hacer

eso no debería ser muy difícil, solo iba a necesitar la forma adecuada y podría

hacer que desapareciera de nuestras vidas, así podría sentirme más relajada.

PDV Teresa

Vincent alterno

su mirada entre Daisy y yo, no estaba contento con lo que hice.

— ¿Qué paso

Teresa? ¿Por qué la trajiste a ella?

— ¿Por qué no la

traería? Estaba junto conmigo cuando tú me contactaste, y decidí que sería

buena idea invitarla Vincent, no dijiste que no podría traer a alguien conmigo.

—Porque se supone

que cuando vas a trabajar no debes traer a tus amigas contigo Teresa, eso es

obvio ¿No crees?

—Claro, hemos

venido aquí por “trabajo” Vincent, eso es seguro.

—Teresa, de

verdad estamos aquí por asuntos de negocios, gracias a cierta personita que está

aquí presente, mi carga laboral ha aumentado en más del doble y ahora tengo que

encargarme de muchos asuntos, y este es uno de ellos, ¿Entiendes? Esa cierta

personita ha hecho que mí que mi trabajo sea casi un infierno… y lo peor es que

sigue haciendo de las suyas en estos momentos.

—Vamos Vincent,

no tienes que culparte tanto por haberte aumentado tú mismo tu cantidad de

trabajo, deja de culparte y perdónate, yo te ayudare sobrellevar todo lo que tú

mismo provocaste —le dije mientras palmeaba su hombro.

—…

—Además, incluso

soy tan buena que traje a una ayudante que nos ayudara de a gratis ¿No soy una

buena empleada Vincent?

— ¿Debo ayudar

gratis? ¿Ni siquiera me darán al menos 100$?

—Tendrás suerte

de permanecer aquí Daisy, no esperes que te pague, y menos por lo que vamos a

hacer.

—Eres muy injusto

Vincent, ¿Sabías que puedo demandarte por explotación laboral?

—Ni siquiera

trabajas para mí, así que adelante con la demanda, quiero ver que tanto has

aprendido en esa universidad a la que asistes.

—De hecho es más

buena de lo que te imaginas Vincent, ¿Qué vamos a hacer aquí?

—Vengan las 2,

tengo que terminar de hablar con un socio de este lugar.

Después de decir

esto último, Vincent se giró, Daisy y yo lo seguimos desde atrás y caminamos

juntos hacia la entrada donde había estado previamente.

Al llegar allí,

Vincent  continúo hablando con esos

hombres con los cuales había estado antes de que yo llegara, escucho el resto

de su conversación desde atrás, y me di cuenta del negocio que Vincent tenía en

este lugar.

Esta era una fábrica

de armas, Vincent y su grupo empresarial iban a invertir y convertirse en

socios de esa fábrica y la ayudarían a expandir sus operaciones por distintas

partes del mundo, no me agrado el hecho de que Vincent se involucrara en el

negocio de las armas.

Vincent termino

de hablar con esos hombres y poco después nos hicieron entrar a la fábrica

donde empezamos a ver los procesos industriales allí presentes, en el camino no

pude evitar preguntarle a Vincent el por qué iba a incursionar en esta área, no

me agradaba la idea.

—Vamos Teresa,

nosotros somos gringos, las armas están en nuestra sangre.

—Vincent,

nosotros nos somos de Texas —le dijo Daisy.

—No, pero es lo

mismo, ¿Sabías que hay más armas que personas en este país? Está en la

constitución Daisy,  cada persona

Americana debe tener al menos un arma para proteger a la nación, y yo soy tan

patriota que me encargare de que esa enmienda de nuestra constitución se cumpla

—Sigues sin tener

un poco de modestia Vincent, sería bueno que le bajes un poco a tu ego.

—Lo hare cuando

no tenga nada porque ser “egocéntrico” como tu dices Teresa, ¿Y bien? ¿Cómo

quede en esa comparación?

—Pues… yo dije

que tú no eras tan… diferente del novio de Daisy, ya que tenías 7 novias al

mismo tiempo, pero Daisy dijo que tú en comparación eras mejor, ya que por lo

menos cuando planeabas comprometerte con alguien ibas en serio, al punto de

romper con todas ellas.

— ¡¿Lo ves

Teresa?! Hasta tu amiga sabe que yo soy todo un partidazo, solo tú eres la

única que no lo reconoce, gracias Daisy, ahora eres mi mejor amiga —al decir

esto, Vincent abrazo con fuerza a Daisy.

— ¿Yo no era tu

mejor amiga Vincent? —le pregunte por impulso.

— ¡Cielos Teresa!

Estas volviendo a apuñalar mi corazón, lo estas destrozando cruelmente, míralo,

está temblando de dolor —Vincent se separó de Daisy me mostro su pecho al decir

eso.

— ¿Y a ahora que

hice?

— ¿Qué hiciste?

Más bien que no has hecho, nada más mira tus palabras, eso de ser mi mejor

amiga… esas palabras apuñalaron mi pobre corazón Teresa.

Santo cielo…

parece que sigue con eso de la FriendZone.

—No empieces con

eso Vincent.

—Muy tarde

Teresa, ya me apuñaste cruelmente, ahora lo único que podrá curarme es que me

es un abrazo.

— ¿Un abrazo?

—Sí, eso y que me

dejes tocarte la nalga mientras nos abrazamos, solo sentir lo suave y firmes

que son tus partes traseras podrá reconfortarme mi pobre…

Antes de que

lograra terminar lo que iba a decir, le di un ligero golpe a Vincent en la

parte trasera de su cabeza.

— ¿Y ahora además

de apuñalarme en el corazón tan bien me vas a agredir?

—Tienes suerte de

que no haya hecho algo peor.

—Me vas a hacer

llorar Teresa, ahora solo por eso, no voy a conformare con tocar una sola

nalga, sino las 2.

—Vincent…

—Vamos no te

hagas de rogar, por cierto Daisy, no estoy tan seguro de que tu novio este

mintiendo con respecto  a la forma en la

cual se embarazo esa chica.

— ¿En serio? ¿Por

qué? —le pregunto Daisy.

—Bueno,

recientemente me entere de formas insólitas con la cual las mujeres pueden

llegar a quedar encinta de manera artificial, hace poco escuche de uno de mis

amigos sobre como una mujer quedo encinta de él sin su consentimiento.

— ¿Un amigo?

¿Quién es Vincent?

—Se trata de

Tomas, Teresa, hace poco hablamos, y me conto lo último que había pasado en su

vida, y no vas a creer las cosas que le pasaron mientras yo no estaba pendiente

de él… cuando escuche eso de sus labios, quede con la boca abierta, de no ser

porque la conversación fue por teléfono de seguro le hubiera saltado encima.

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