PDV Teresa
— ¡Maldición! —dije en mi mente, mientras veía mi brazo temblar.
Gire mi mirada y vi que Daisy seguía distrayendo a Clara.
No iba a durar mucho, debía hacerlo ahora
Cerré los ojos por unos segundos, los medicamentos que Daisy me dio, eran pequeños, pero se sentían pesados.
Al final logre colocarlos en la comida de Clara, ocultándolos lo suficiente, también coloque el otro en su bebida.
Si todo salía bien, Clara ingeriría esos medicamentos… me aleje un poco y vi la bebida y la comida donde coloque esas cosas, mi corazón no paraba de latir fuerte.
Aun así, después de que todo estuvo listo, gire mi mirada para poder ver a Daisy.
Esta última me vio de reojo, le di la señal de que todo ya estaba listo desde mi asiento.
Daisy logro notarlo a pesar de tener que estar concentrada para que Clara no notara que me estaba viendo.
Ya solo faltaba que se despidiera de ella, no podía hacerlo de una vez, tenía que hacerlo de forma correcta para que Clara no sospechara nada, no podía simplemente irse y ya.
Ahora debía asegurarme de que Clara ingiriera los medicamentos.
Mientras esperaba que Daisy se liberara de Clara, empecé a pensar en un par de cosas, mis pensamientos se terminaron por desviar demasiados.
Empecé a pensar en el niño de Clara, ese niño podría ser como yo, como Mía, como Vincent o como Tomas, en especial podría ser como este último.
Al pensar en el futuro que estaría quitándole, el arrepentimiento pronto me invadió, también me entro miedo de que pudieran descubrirme.
¿Qué diría Tomas si supiera que le hice eso a su hijo? Daisy ya me dijo que no debería importarle… pero aun así…
—Maldita sea —pensé, mientras giraba mi mirada hacia Daisy.
Esta última me dio la señal de que estaba a punto de irse, la habíamos practicado mucho.
Tuve un impulso de adrenalina debido de forma abrupta, mi cuerpo se tensó, y al final me moví de forma rápida y volví a tomar los medicamentos que había colocado en la comida de Clara.
También tome los que coloque en su bebida, me moje la mano, todo paso muy rápido, al final… no pude hacerlo.
—Joder, ahora me empiezo a odiar a mí misma —pensé, mientras me limpiaba rápidamente mi mano llena de refresco.
Si hubiera sido Vincent o Mía, de seguro lo hubieran hecho sin pensarlo o sentir remordimientos, y más porque era una persona que odiaban.
Odiaba que no pudiera ser tan mente fría como esos 2.
Daisy al final pudo despedirse de Clara y camino para irse del lugar, esta última camino hacia mí.
Enfoque mi mirada en Daisy y esta mientras se iba me dio un pulgar arriba de forma discreta, claramente pensaba que lo había hecho.
—Perdona Daisy… —pensé, mientras Clara se sentaba junto conmigo.
—Perdona por la tardanza Teresa, asunto de negocios, tuve que arreglar todo… si hubieras aceptado mi oferta para poder montar tu propia empresa quizás podrías entenderlo en el futuro, pero bueno, ya perdiste la oportunidad.
—Sí, ya lo sé, ya he perdido muchas oportunidades —murmure mientras miraba su comida.
— ¿Muchas? Bueno, no creo que tantas, pero si perdiste una gran oportunidad que no podrás recuperar en toda tu vida… es una lástima, ahora ¿Dónde quedamos?
—Creo que me estabas diciendo que no ibas a permitirme a mí poder integrarme en el círculo de Tomas.
—Ah cierto, pues bueno, como te decía Teresa, ya me encargue de que todos te odien, incluso si Tomas te llega a presentar formalmente ante ellos y trate de que todos se lleven bien, no funcionara… y más cuando vean a mi pobre niño solo y sin padre… te van a decir muchas cosas a tus espaldas.
—… ¿No vas a parar nunca entonces?
—No, seguiré atacándote mientras sigas con Tomas, Teresa, solo tienes que dejarlo e irte con otro y dejar que nuestra familia siga unida, hasta que hagas eso, te hare la vida imposible.
Empiezo a arrepentirme de mi decisión de no darle esos medicamentos para abortar.
Otra oportunidad que eh desperdiciado… sí que soy tonta…
Clara y yo continuamos hablando un tiempo más, esta última continuo atacándome y advirtiéndome varias cosas y presumiendo sobre como a ella la amaban y a mí me odiaban, también que la madre de Tomas la iba a ayudar a librarse de mí.
Mientras más hablaba, mas arrepentimiento sentía por no haber hecho a lo que vine aquí, pero ya no podía dar marcha atrás.
Al final Clara se fue, cuando finalmente estuve sola, suspire fuertemente, Daisy me envió un mensaje y me pregunto si Clara ingirió la comida.
Al ver el mensaje me dio algo de pena con ella… se había esforzado para ayudarme pero al final todo fue en vano, incluso le enseñe muchas cosas privadas para que pudiera llevar a cabo el engaño.
Salí y regrese a mi casa, Daisy me estaba esperando allí, estaba junto con mi madre, no sabía de qué hablaban, charle unos momentos con esta última antes de ir con Daisy a mi cuarto.
Cuando cerré la puerta, Daisy no tardo en interrogarme.
— ¿Y bien Teresa? ¿Clara las ingirió?
—Daisy… pues…
— ¡No! ¡¿No me digas que no lograste hacer que las tomara?! ¡¿No pudiste hacerlo?!
—Pues…
— ¡No jodas Teresa! Tanto que nos esforzamos para poder lograr hacer todo ese acto enfrente de ella ¡¿Y al final no lograste hacerlo?! ¡¿Tienes idea de que tan nerviosa estaba mientras estaba hablando con esa mujer?! Podía sentir que mi corazón se me salía del pecho… maldita sea.
Daisy parecía bastante enojada, camino de un lugar a otro después de decir eso último… ahora me daba miedo el decirle que en realidad saque los medicamentos de la comida de Clara antes de que las ingiriera.
—Maldición Teresa, ¿Y ahora qué? Hacerlo por una 2 vez será más difícil, y más cuando ya conoce mi rostro ¿Cómo pudiste fallar? ¿Qué fue lo que paso?
—Daisy, tengo que decirte algo.
— ¿Qué cosa?
—Bueno… la verdad es que Clara si se terminó su comida.
— ¿En serio? ¡¿Entonces si se tomó los medicamentos?!
—Déjame terminar Daisy… la verdad es… que si pude colocar esas cosas en la comida y la bebida de Clara... pero en el último momento… yo… las saque de nuevo —mi voz se quebró al decir eso último.
Daisy abrió los ojos como platos al escuchar eso último que dije, estaba aturdida, chasquee mis dedos en frente de ella para hacer que despertara, pero no funciono, se quedó así unos segundos.
— ¿Qué fue lo que dijiste Teresa?
—Daisy… en el último momento, antes de que tú y ella se despidieran… yo me apresure y le quite los medicamentos que había colocado…
— ¿Por… por qué? ¿Por qué? ¿Por qué? ¿Por qué? ¿Por qué Teresa? —se estaba alterando cada vez más.
—Daisy, no sé qué me paso, pero en el último momento, cuando vi que de verdad estaba por hacerlo, mi mente se descontrolo, y empecé a pensar que estaría por arrebatarle todo el futuro a una persona que ni ha nacido y no se… eso me provoco algo, no sé qué paso, no pude controlarme.
— ¡¿Pero qué diablos te pasa tonta?! ¡¿Te acobardaste en el último momento?! ¡¿Si sabes que lo que tiene Clara allí es solo un feto por ahora?! Ni siquiera fue deseado Teresa.
—Ya lo sé Daisy, pero no pude hacerlo, mi mente se descontrolo, empecé a imaginarme que ese niño en el futuro podría ser como nosotras o como nuestros conocidos y al pensar que estaría evitando que alguien así naciera… no se… me hizo quebrar, al final mi cuerpo se descontrolo… no pude hacerlo.
—No puedo Mía, tengo que seguir, tarde o temprano se va a rendir, debo seguir presionando hasta que se quiebre… podrías ayudarme a hacerlo, de entre todos sus conocidos, solo tú y Vincent no se han puesto de mi lado, ¿Por qué no me ayudas un poco? Ustedes 2 son los únicos que faltan.
—Clara, a mí no me involucres en tu pelea de casados, tengo muchas cosas en la cabeza para eso, y ni esperes que Vincent se pelee con Tomas, esos 2 son como uña y mugre, no lograras nada allí.
—Eres mala, si fueras una buena amiga, me apoyarías.
—También soy amiga de Tomas, Clara, y mi relación con él es más vieja que la que tengo contigo, si tuviera que tomar lados, debería ser del suyo.
—Eres mala ¿Qué importa que lo conozcas a él de antes? Su madre lo conoces desde bebe y no tuvo problemas en hacerlo.
—Dije que no Clara.
—Como sea, tendré que usar lo que ya tengo, por cierto ¿Por qué le vas a organizar una fiesta a la mama de Teresa?
— ¿Quién te conto eso?
—Las personas hablan Mía.
—… ¿Fue Vincent?
—Quien sabe…
—Si fue él, dile que no sea tan chismoso, si, voy a hacerle una fiesta en uno de mis hoteles.
— ¿Por qué? ¿Por qué estás tan metida con ella Mía? Entiendo a Vincent, pero no entiendo por qué te juntas tanto con esa familia… incluso ya conociste a su madre.
— ¿Quién te lo dijo?
—Las personas hablan Mía.
—Tengo que enseñarle a Vincent a no hablar tanto, no es nada importante Clara, solo me parecen un poco divertidos, tengo que tener distracciones de vez en cuando.
—No te creo… vamos cuéntame.
La tonta de Mía no quería contarme sus verdaderos motivos, no me iba a creer que solo estaba con la familia de Teresa solo por diversión, mientras trataba de sacarle información para ver si podía saber algo útil, empecé a sentí cierta sensación.
Era un dolor, primer empezó leve, pero después fue agudizándose cada vez más y más.
Toda la zona entre mi cintura y mis pechos pronto empezó a doler de forma bastante fuerte, arrugue el ceño, pensaba que solo era un dolor pasajero, pero estaba empeorando cada vez más.
—Clara ¿Estas bien? —me pregunto Mía.
—Mal… ¡Maldición! —grite, al sentir como si me clavaran un puñal en mi cuerpo.
El grito sorprendió a Mía, esta última se levantó y camino hacia mí, su cara estaba llena de preocupación.
¿Qué demonios me estaba pasando?
El dolor no estaba cediendo.
— ¡Maldita sea! —grite, esto estaba empeorando.
— ¡Clara! ¡¿Qué te pasa?!
— ¡Llámalo! ¡Llama a Tomas! ¡Me siento muy mal! ¡Llámalo ahora! —le grite a Mía.
El dolor seguía empeorando cada vez más y más.
Me estaba asustando mucho.
Comentarios
Los comentarios de los lectores sobre la novela: Vendiendo mi virginidad... AL CEO