Vendiendo mi virginidad... AL CEO romance Capítulo 170

PDV Teresa

La cara de mi madre estaba llena de sorpresa, Vincent se giró sonriente hacia ella, la tomo de la mano, y la guio hacia el centro del lugar mientras Mía la acompañaba detrás.

Al llegar al centro, todos los invitados empezaron a felicitarla, no eran muchos, pero todos eran cercanos, todos ellos la felicitaron con bastante alegría, mi madre tardo un pequeño rato hasta que finalmente llego mi turno.

—Felicidades mama —le dije, mientras la abrazaba.

Mi madre me respondió el abrazo, pero pude sentir que miraba algo detrás mío, cuando nos separamos, pude ver que a lo que estaba mirando, era a Tomas, quien estaba detrás de mí.

—Felicidades por haber sobrepasado su enfermedad señora —le dijo Tomas en un tono algo formal.

—Gracias Tomas.

Mi madre y él se miraron unos segundos, sentí el ambiente tenso por una razón, en momentos así, me gustaría tener a Vincent a mi lado para relajar las cosas, pero el idiota estaba hablando con algunas de las meseras que Mía había contratado y no estaba cerca.

—Después hablaremos nosotros 3, esperemos a terminar —me dijo mi madre, antes de separarse de nosotros.

Suspire, y vi como empezaba a hablar con una conocida, al final de la fiesta me esperaba algo incómodo.

—No te preocupes Teresa, si tu madre no quisiera vernos juntos, no hubiera esperado a que la fiesta termine… de seguro me hubiera echado directamente de aquí.

—No la conoces lo suficiente, es paciente, no hará nada mientras estemos aquí en público con tantos conocidos.

—Bueno, ya veremos eso después, veamos que preparo Mía para la fiesta —me dijo mientras me tomaba de la mano.

Los meseros que Mía coloco para la fiesta, no tardaron en atendernos pronto la comida corrió por todo el lugar, Daisy tomo todo lo que traían en las bandejas, y no fue la única, Mía también comió sin contenerse, me sorprendió verla así.

Ella tenía pinta de ser de esas que temía comer cualquier cosa por temor a perder la figura, incluso se juntó con Daisy e intercepto las bandejas que iban trayendo los camareros, esta ultima de vez en cuando les daba unas miradas resentidas, parece que seguían sin llevarse bien.

El tiempo empezó a irse rápido, Tomas y yo fuimos intercambiándome entre todos los conocidos que habíamos invitado para la fiesta de mi mama.

A medida que pasaba el tiempo, termine por presentarle a todos los conocidos que asistieron, aquí habían venido varios de mis primos, tías y tíos maternos, también mis abuelos, y también las amigas de mi mama, a todos ellos les presente a Tomas como mi novio.

Este último se comportó de forma encantadora, mis primas y algunas de las amigas de mi mama lo miraban embelesadas, creo que si me descuidaba, saltarían sobre él.

Por cómo iban las cosas, parece que el Tomas obtuviera una buena impresión ante todo mi círculo, sería muy fácil, al menos así fue hasta que Vincent apareció y empezó a hacer de las suyas.

Cuando él estaba cerca, Tomas parecía alguien diferente, y estos 2 no tardaron en hacer un pequeño “Show” al estar juntos.

No sé si Vincent lo hizo a propósito o no, pero lo cierto es que todos mis conocidos que habían visto a Tomas antes se quedaron mudos cuando vieron el cambio de actitud que tuvo cuando Vincent estaba cerca.

Me termine separando de ellos e ir junto con Daisy para poder tomar algo de comida y descansar un rato de ese par.

— ¿Qué paso Teresa? ¿El chavo y el chapulín te lo están poniendo difícil? —me dijo Daisy, mientras señalaba al par del cual me separe.

—Algo nada más... voy a patear a Vincent después de que termine todo.

— ¿Quieres que intervenga?

—No es necesario, no quiero que hagas lo que hiciste la última vez con ese tubo.

—Vamos.

—No.

—Bueno, ¿Y por qué no le pides a Mía que controle a su hermano?

Ella señalo a Mía al decir esto último, gire mi mirada y vi a esta junto con mi mama y mi hermano hablando con algunas de sus conocidas.

Mi mama parecía muy entusiasmada en estos momentos, de seguro estaba aprovechando la oportunidad para hacerles pensar que Mía estaba de novia de mi hermano o algo similar.

—No, no quiero arruinarles el momento, acompáñame para ver si contigo presente, esos 2 se comportan.

—Vamos.

Daisy me siguió mientras tomaba una bandeja con comida que les gusto, no tardamos mucho en llegar con el par, Vincent estaba hablando con un tono muy elevado, se podía escuchar lo que decía mientras un mesero nos atendía.

—Joder, mira esa mesera Tomas, si esta buena, este lugar lleno de meseras lindas, y a nosotros nos tocó el mesero más feo —Vincent tomo algo de la bandeja de comida que el mesero le dio al decir eso.

Pude ver el enojo de este último.

—No te enojes, ¿No vas a pensar que te voy a decir que eres guapo? Chico, tu no estas nada mal, pero no eres como mi amigo de aquí, a este si se me ofrece, por el me voy al otro lado… aunque Tomas espero que recuerdes nuestras conversaciones anteriores, si se da algo, yo soy el activo —Vincent rodeo por la cintura a Tomas al decir eso.

Este último se separó de forma brusca y casi lo pateo, Vincent lo esquivo todo entre risas, mientras seguía hablando de un par de cosas más.

—Bueno Tomas, no te me enojes, si tanto te molesta, tu serás el activo entonces, no tengo problema.

— ¿Quieres callarte Vincent?

— ¿Por qué me tienes que tratar así? ¿Ahora por qué tienes novia vas a olvidar lo nuestro? ¿No me digas que me vas a dejar abandonado?

Todos los presentes a su alrededor, se quedaron mirando el acto que este par armaban, me iba a ser difícil explicarles las cosas después.

El tiempo se fue rápido, la noche pronto llego, mientras el tiempo avanzaba, los presentes empezaron a beber más y más, muchos empezaron a estar ebrios, Vincent era uno de ellos.

En medio de su estado, no sé cómo, pero convenció a las meseras… y algunas de mis primas… a bailar Twerk, él sería el juez, y las calificaría, también quiso que Tomas fuera el otro juez, las chicas harían el Twerk justo frente a ellos y tendrían que observarlas fijamente para poder ver quien lo haría mejor.

Fue mi turno de enojarme con Vincent, y casi le di una patada como quiso hacer Tomas antes, arrastre a este a otro lado y Vincent se quedó como juez solitario, quiso invitar a mi hermano, pero este último le echó un vistazo a Mía se negó.

Al final el concurso siguió, mis primas se metieron de lleno, y tuve que ver cómo le hacían el Twerk a Vincent, al final me di la vuelta con Tomas, y fui con mi madre, iba a aprovechar el momento para hablar con ella finalmente.

Mi madre estaba también algo ebria, y miro con atención el espectáculo que Vincent armo, salto cuando la tome del brazo y la lleve lejos del grupo de gente para poder hablar a solas nosotros 3.

El Pent-house, era grande y tenían varias habitaciones, tome 1, nos metí allí, y empezamos a hablar juntos.

La conversación fluyo libremente, mi madre a pesar de estar algo ebria, todavía tenía razón como para hacer preguntas directas.

Más que todo, le pregunto a Tomas el asunto con respecto a su esposa, su posible hijo, y que pensaba que iba a lograr al involucrarse con una universitaria, mientras estaba casado.

Deje que Tomas hablara, y respondió de forma formal y muy centrada, le explico a mi madre el asunto con respecto a Clara mejor de lo que yo lo hice, le dijo que no tenía planeado volver con ella por asuntos que pasaron antes de que me conociera, ya no se sentía cómodo a su lado y no había esperanzas de volver.

Mi madre pregunto qué fue lo que paso, no quiso contestar, después de eso explico que el bebe de Clara no sería problema por todo lo que paso recientemente, y en cuanto a mí, pues no podía asegurar nada, todo dependería de ver si podíamos durar a largo plazo.

Lo que si le aseguro a mi madre, es que iba muy en serio conmigo, y no era ninguna promesa vacía.

Fue una conversación larga y al principio incomoda, pero al final mi madre pareció estar complacida con todo lo que Tomas le dijo y le explico, después nos miró a ambos, y nos dijo que esperaba que las cosas salieran bien y que no quería arrepentimientos después por lo que haríamos.

Al final fuimos nosotros los que tomamos la decisión.

Después de eso último, salimos de la habitación, justo a tiempo para ver a Vincent bailándole sin camisa a una de mis primas, la cual tomo su asiento de juez del concurso de Twerk que había organizado.

Al vernos, invito a Tomas a unírsele, tome algo de comida y se la lance, el tonto logro a atraparla con su boca.

El tiempo paso, y la noche ya era muy tarde, todos ya estaban ebrios, incluyéndome, ya era hora de irse, Mía, la que parecía seguir sobria a pesar de todo, por fin dijo que iban a picar el pastel.

Incluso tomo algunas velas y las encendió.

— ¿No es demasiado Mía? No es necesario soplar velas como si estuviera cumpliendo años —le dijo mi madre.

—Vamos, este pastel es por sobrepasar su enfermedad es algo que solo haremos 1 vez en su vida señora, no sea tímida y sople, con suerte será la única vez que tenga que hacer esto.

Mi madre le hizo caso a Mía y apago las velas, el pastel empezó a repartirse entre todos los presentes, fue todo risas hasta que finalmente llegó la hora de irse.

Mía era la única sobria, no sé si era porque tenía resistencia, o porque bebió mucho, de todas formas, al estar ella así, bajo a pedirles taxis a todos los presentes.

1 a 1, fueron bajando para para poder irse.

Yo estaba sentada, Tomas estaba enfrente de mí, estaba bastante ebria, pude ver a Vincent irse junto con Daisy, estaba algo loco por todo lo que bebió y empezó a decirle a Daisy para que le ayudara con su “despecho” por ser rechazado por mí.

Trato de tocarle allí abajo al decir eso, Daisy tomo su mano e hizo que se diera una cachetada a sí mismo, pero de todas formas se fueron juntos.

Mi hermano también se fue junto con algunas de mis primas, mi madre que era una de las ultimas en permanecer en el pent-house, se giró hacia nosotros 2.

—Teresa, yo ya me voy, ¿Vienes con nosotros? —nos preguntó.

—Ya la llevare señora, el taxi es pequeño, será más cómodo si nos vamos aparte —le dijo Tomas.

—Bien, los esperaremos entonces, vamos.

—Estoy algo desequilibrada ahora mama, adelántate, llegare a la casa dentro de poco, espera a que no vea doble mientras camino.

—Bien Teresa, te esperare en la casa.

Mi madre salió después de decir eso último, algunas meseras que permanecían sobrias ayudaron a recoger las cosas que quedaron y poco después salieron.

Ya solo quedábamos Tomas y yo.

Tenía mi cabeza recostada en una mesa, pero pude ver que tomo una de sus cosas, listo para irse.

—Ya es hora de irnos Teresa, despierta y vámonos —me dijo mientras me sacudió un poco.

Alce un poco la mirada para poder verlo, pero seguía con la cabeza recostada en la mesa.

—Despierta de una vez, ya nos vamos —Tomas se giró al decir eso último.

En un impulso que tuve, termine por estirar mi mano, y use mis dedos para agarrarlo desde uno de los bordes de sus camisa, lo detuve en seco.

— ¿Tienes ganas de irte?

— ¿Así que estas despierta por completo? —se giró hacia mí.

— ¿Se terminó? ¿Ya todos se fueron?

—Sí, somos los únicos que quedan, el pent-house de seguro deben de cerrarlo dentro de no mucho.

—Ya veo… lo hiciste muy bien con mi mama allí en la habitación.

—Bueno, eso es cierto, pero ella no me lo dejo fácil, parecía que quería encontrar algo de lo cual quejarse.

—Sí, de verdad que te esforzaste mucho allí dentro, lo hiciste todo muy bien a pesar de todo… ¿No mereces una recompensa por hacer todo eso?

—Estas realmente ebria ¿Verdad? Levántate Teresa.

Al oír eso último, levante de golpe mi cabeza de la mesa y mire fijamente a Tomas.

—Solo por esta noche, puedo dejarlo pasar.

— ¿A qué te estas refiriendo?

Apreté con más fuerza el agarre de mis dedos sobre la camisa de Tomas.

Este último pareció entender a qué me refería.

—Pero si estas ebria Teresa.

—Justo como la primera vez que estuvimos juntos.

—Es diferente.

—Lo sé, creo que tú también estas algo ebrio.

—No tanto como tú.

—Ambos lo estamos, una excusa perfecta para dejarse llevar como en aquella ocasión.

—Nos están esperando… tu madre en tu casa.

—Ya soy adulta, y de todas formas no dijimos cuando íbamos a ir exactamente.

—El pent-house lo cerraran pronto.

—Más razón para empezar de una vez ¿Cierto?

Tomas al escuchar eso último se me quedo mirando fijo unos momentos, yo me termine levantándome, me acerque a él y lo bese.

Fue bastante profundo, y él me respondió el beso, estaba ebria y no pude mantener el equilibrio bien, mi cuerpo termino justo encima del de Tomas ya que no pude mantenerme bien.

Sus labios estaban bastante frescos, fue muy bueno, no sé qué impulso me dio, pero termine por bajar mi mano y le apreté una de sus nalgas.

Tomas salto al sentir eso, nuestros labios se separaron.

— ¿Qué haces?

—Tú lo has hecho muchas veces conmigo, ya era mi turno.

Antes de que Tomas pudiera decir algo, use mi otra mano y le apreté la otra nalga, volvió a saltar un poco, fue divertido verlo así, me gusto la sensación, no sé por qué, creo que mi tiempo con esos 2 provoco que ese fetiche se me pegara.

—Ven —me tomo de la mano y quise hacerme caminar.

No pude mantener el equilibrio, y casi me caigo, por suerte me atajo y empezó a cargarme con sus brazos, abrió una de las habitaciones del pent-house mientras continuábamos besándonos, al final me lanzo a la cama, rebote con fuerza.

Me levante poco instantes después, justo a tiempo para ver cómo se sentaba a mi lado y volvía juntar sus labios con los míos.

Comentarios

Los comentarios de los lectores sobre la novela: Vendiendo mi virginidad... AL CEO