Vendiendo mi virginidad... AL CEO romance Capítulo 173

PDV Teresa

Seguí discutiendo un poco más con mi madre y con mi hermano, después de un tiempo, finalmente me dejaron tranquila, aunque no parecía que iban a olvidar el asunto en cuestión, iba a tener que tener más cuidado desde ahora.

Después de que todo acabara, Toma se despidió de mí y de los demás y se fue, prometimos vernos luego, me quede con Daisy en mi cuarto para hablar un poco, cuando estuvimos solas empezó a preguntarme sobre lo que realmente había hecho anoche.

No se había tragado la excusa del avión a diferencia de los demás…

Mientras hablábamos, Daisy noto que tenía algunas molestias en la zona de abajo, y no le costó mucho hacer las cuentas para saber qué fue lo que de verdad había pasado anoche.

—Yo tuve que compartir un auto con Vincent, pero a pesar de eso, parece que tú tuviste una noche más agitada que yo ¿Por fin te convertiste por completo en mujer Teresa? —el tono de Daisy tenía cierta burla.

No evadí el tema, revise para ver si mi madre o mi hermano estaban cerca y después de hacerlo, le fui contando todo a Daisy.

Mientras le contaba todo a ella, de vez en cuando me decía un par de cosas solo para molestarme, se mantuvo bromista gran parte del tiempo.

—Eres todo un caso Teresa, nosotros aquí, preocupados de que te hubiera pasado algo, y mientras nos volvíamos locos, tú estabas teniendo sexo ebria, eres todo un caso.

—No fue algo planeado Daisy.

— ¿Ah no? ¿Y que fue?

—Nada, solo que estar ebria me hizo tener algo más de valor para llegar hasta el final en ese momento.

— ¿No pudiste escoger otro donde no volvieras locos a todos los demás?

—Estaba ebria, jamás pensé que algo como esto llegara pasar.

—Bien, como sea, por fin ya te graduaste finalmente Teresa, bienvenida al club.

—Gracias —le dije con cierto sarcasmo.

— ¿Y bien? ¿Sigues sintiendo molestias allí abajo o que pasa?

—No, ya se ha ido casi por completo Daisy.

—Que bien, por cierto ¿Qué harán tú y Tomas a partir de ahora?

—Ya te dije que lo vamos a intentar, hay que ver como acaba todo.

—Trata de hacer que se lleve bien con tu madre entonces.

— ¿Por qué dices eso?

—Bueno, debido a que no llegaste anoche como Tomas prometió, tu madre empezó a decir algunas malas palabras sobre él, algo así como que “Nunca debí haber confiado en él” “debí haberla traído yo misma”.

—Sí, suena algo que ella diría.

—Si fueras más independiente no tendrías tantos problemas, una vez yo desaparecí por 2 días enteros, y cuando yo llegue, mi mama solo me dijo me saludo como si hubiera llegado de la universidad.

—Tampoco hay que exagerar Daisy, lo tuyo ya es llegar al extremo.

—No tanto, al menos yo si le avise por teléfono que no iba a regresar pronto.

—…

—Trata de arreglar la confianza que tu mama le perdió a Tomas… si no hubieran sido tan urgidos anoche, no hubieran tenido que hacer nada ahora...

—Hare eso lo más pronto posible, quiero que todo esté bien.

—Las cosas que te pasan por golosa Teresa, aprende a cerrar las piernas desde ahora.

—… y de entre todas las personas ¿Tú me lo vas a decir?

—Obviamente.

Después de ese incidente, poco más de  1 semana había pasado, Tomas y yo empezamos a salir formalmente, aunque en ese tiempo… no habíamos vuelto a tener sexo.

Era difícil cuando mi mama y mi hermano estaban tan pendientes de mí en todo momento, así que dejamos las cosas por ahora, en su lugar, aprovechamos ese tiempo para tratar de que mi madre recuperar la confianza en Tomas, algo que perdió debido a lo que paso anteriormente.

Hicimos varias cosas de diversos tipos, en ocasiones llegamos a salir o comer juntos, y Tomas respeto los horarios que mi madre le ponía para mí.

Era mayor de edad, pero aun así, mientras viviera bajo su techo, tenía que respetar ciertas cosas, y eso ayudaría a que mejorara la opinión que tenía mi familia de él.

Mi madre había vuelto a empezar a trabajar, se fue con mi hermano a ayudarlo con el restaurant que administraba para Vincent, había recuperado el brío y la energía de antes en su mayor parte, no pasaría mucho antes de volver a ser como antes.

Tomas quiso que me quedara de vez en cuando en su casa, pero mi madre no quiso saber nada de eso, por esa razón, terminamos por decidir que Tomas pasaría 1 noche en mi casa.

No íbamos a dormir juntos, se supone que dormiría junto con mi hermano, se iba a quedar para que mi mama fuera viendo cómo se comportaba Tomas de forma natural en su día, aprovecharíamos el momento para pasar tiempo juntos incluso si no llegáramos a compartir cama o hiciéramos otras cosas.

El día de hoy, Tomas llegaría en la tarde, después de que mi madre y mi hermano regresaran de trabajar del restaurante, no querían que viniera mientras estuviera sola.

Yo llegue antes de mi trabajo con Vincent, recientemente Mía se empezó a integrar conmigo y también me estaba introduciendo en su propio sector de negocios, aunque a Vincent no le gustó mucho y estaba poniendo trabas.

De todas formas, estaba teniendo bastante experiencia con ambos Saint, me dejaron ir, aunque Vincent al enterarse de que Tomas se quedaría en mi casa, también quiso ir, al final tuve que ser ruda con él para evitar que eso pasara.

Llegue a mi casa y me puse limpiar para que todo estuviera ordenado,  tarde un tiempo, pero lo hice, todo estuvo ordenado cuando esos 3 llegaron.

Tomas llego con solo un bolso pequeño, solo se iba a quedar 1 noche en mi casa, no trajo mucho con él.

Se saludó junto con mi madre y mi hermano, y después de eso, ella junto mi hermano, fueron a hacer la comida.

Tomas y yo nos quedamos en la sala mientras tanto.

—Creo que a tu madre empiezo a caerle bien otra vez —me dijo Tomas mientras ambos estábamos sentados en el sofá.

—Maldición —pensé, mientras me recostaba sobre Tomas, no podía mantener bien el equilibrio.

Me termino de subir la falda hasta arriba, coloco una de mis piernas encima de él, ahora tenía todo el camino despejado sin nada que lo obstruyera.

Tuve que colocar una de mis manos en mi boca para evitar dejar salir ruidos, podía escuchar a esos 2 allá atrás en la cocina, y eso solo me hacía sentir aún más agitada, no paraba de temblar en todas partes.

Tomas me hizo girarme y darle un beso mientras seguía tocándome allí abajo, mientras mi pierna estaba encima de él, empecé a notar que algo se levantaba, su erección empezó a golpear ligeramente mi pierna.

—No seas egoísta y muévete tú también Teresa, no me has dado nada en más de 1 semana.

— ¿Y qué quieres que yo haga?  —murmure mientras lo veía.

—Tienes 2 manos y una boca libres, vamos, eres lista, piensa que puedes hacer.

No me costó mucho entender que es lo que quería Tomas que hiciera.

Vacile unos momentos sobre que usar, pero al final me decidí y guie mi mano hacia la entrepierna de Tomas.

Cuando ya estaba por bajarle el pantalón que tenía, oí algo atrás de mí…

—Ya está lista la comida, pueden venir —me dijo mi madre desde la cocina.

Cuando escuche su voz, salte, y me aleje rápidamente de Tomas, fue muy brusco y debido al movimiento casi me caigo del sofá, por suerte pudo agarrarme a último momento y evite esto.

Tomas se me quedo mirando unos momentos antes de levantarse, yo lo seguí y ambos fuimos a la mesa para comer con mi hermano y mi mama.

Nos sentamos todos juntos, y mi madre nos sirvió, estaba algo incomoda por lo que paso hace unos momentos, pero fingí que no había pasado nada, aunque mi mama noto que estaba extraña y me hizo varias preguntas.

En nuestras posiciones en la mesa, Tomas estaba sentado frente a mí, mientras estábamos comiendo, pude sentir uno de sus pies colocarse en mis piernas, empezó a subir hacia el interior de mi falda.

Le lance una mirada asesina y me moví de forma algo brusca para detenerlo, no me iba a arriesgar de nuevo.

Llame la atención, y mi madre me vio raro, por suerte Tomas cambio el tema hacia él y fue el centro de atención el resto de la cena, exceptuando eso que hicimos en el sofá y lo que quiso hacer Tomas con su pie, toda la cena fue buena.

Mi madre y Tomas lograron entenderse con facilidad, y quizás sea como él dijo que pronto recuperaría la confianza que perdió por lo que paso en el hotel de Mía.

Terminamos de comer, y continuamos hablando todos juntos por bastante tiempo mientras veíamos televisión, cuando fueron casi las 12 de la noche, nos fuimos a dormir.

Me despedí de Tomas y lo vi entrar junto con mi hermano a su habitación para que durmiera con él, se supone que sería vigilado por este para que no tratara de hacer nada mientras dormíamos…

Me fui a mi cuarto y me acosté en mi cama, la estancia de Tomas hasta ahora había sido más o menos perfecta, se había llevado muy bien con mi mama, pronto dejaría de ponerme trabas a mis salidas con Tomas… cuando eso pasara este ultimo de seguro me llevaría de inmediato a la cama.

Solo había pasado poco más de 1 semana y parecía que hubiera pasado 1 mes para él desde la última vez que estuvimos juntos.

Mientras estaba en mi cama pensando, mi puerta sonó, me levante y fui a abrirla, y vi a Tomas parado enfrente.

¿Cómo fue que salió sin que mi hermano lo persiguiera?

Historial de lectura

No history.

Comentarios

Los comentarios de los lectores sobre la novela: Vendiendo mi virginidad... AL CEO