PDV Teresa
El viaje no fue muy largo, nuestra ubicación no quedaba tan lejos, cuando Tomas y yo llegamos a la zona en cuestión, pudimos ver a un montón de turistas paseándose por el lugar.
Era la primera vez que veía estas cosas, las pirámides se alzaban a bastante altura, había gente por todas partes, algunos estaban agrupados en grupos de entre 10 a 50 personas, parecían ser grupos de turistas.
Me quede embobada viendo todo lo que había a mi alrededor, no sabía cuándo podría disfrutar de esta vista, debía aprovecharla todo lo que pudiera.
Mientras estaba absorta, sentí algo en mi mano, Tomas me la había agarrado y me estaba viendo en estos momentos.
—Vamos, —me dijo.
— ¿Adonde?
—Hacia allá —Tomas levanto su mano y señalo una de las pirámides que estaban cerca de nosotros.
Había gente en medio de las escaleras, y también montada en la cima, al parecer se podía subir en ellas, pensaba que esto no se iba a poder, pero parece que me equivoque.
—Vamos —exclame emocionada, antes de empezar a caminar.
Tomas me siguió el paso, en el camino pasamos a través de muchos turistas, los cuales estaban tomándose fotos en distintas poses, cuando coloque mi primer pie en las escaleras de la pirámide, sentí un hormigueo por todo mi cuerpo.
Tarde unos instantes antes de poder recomponerme, gire mi mirada hacia Tomas, y poco después empezamos a subir.
Las escaleras eran largas, en el camino nos tomamos varias fotos al igual que los turistas que estaban cerca de nosotros, recibimos la mirada de varios curiosos, las miradas principalmente fueron dirigidas hacia Tomas.
Después de un rato subiendo, finalmente llegamos a la cima de la pirámide, la vista era magnifica.
— ¡Esto es hermoso! —exclame, mientras me colocaba en uno de los bordes para poder mirar todo de mejor forma.
—Teresa, ten cuidado, no te acerques tanto a los bordes —me dijo Tomas mientras se acercaba hacia mí.
—Tranquilo, solo quiero ver todo de mejor forma —le respondí, mientras giraba mi mirada hacia varios lugares.
Termine mirando hacia abajo, y pude ver a los turistas reunidos allí, la altura me termino asustando un poco y termine por retroceder de forma involuntaria.
Termino chocando con Tomas, el cual me tomo por los hombros.
—Vamos a tomarnos algunas fotos, quiero recordar esto —le dije, antes de tomar mi teléfono y jalarlo hacia cierto lugar, en donde había más turistas.
Junto con Tomas, empecé a tomarme varias fotos en la cima de la pirámide, todo fue fantástico, la posición en donde estábamos nos daba un muy buen fondo que supimos aprovechar.
Ahora entendía el por qué este sitio era un lugar que frecuentaba mucha gente, nos paseamos alrededor de la pirámide aquí y allá, también le pedimos a unos turistas que nos tomaran fotos juntos.
Me quede observando estas últimas fotos con detalle, debía enviárselas a mi mama para que pudiera verlas y saber que estaba bien, 1 de las condiciones que me puso para dejarme venir, fue que debía mantenerla informada de todas mis actividades y pasarle todo lo que hiciera.
Verme así de seguro le va a alegrar.
Tomas y yo estuvimos un tiempo más en la cima de la pirámide, paseándonos un poco más antes de finalmente bajar.
Después de eso fuimos con un guía de turistas, nos colamos en 1 de los numerosos grupos que habían esparcidos aquí y allá, ese guía nos comenzó a contar la historia de este lugar.
Tomas no estaba particularmente interesado en eso, y se mantuvo indiferente al relato, yo no sabían casi nada de este lugar, por lo que me mantuve prestando mucha atención a todo lo que el guía decía.
Ese guía también nos contó varias otras cosas y nos llevó a ciertos lugares, casi al final, se dio cuenta de que Tomas y yo no pertenecíamos a su grupo y no habíamos pagado la tarifa… nos terminó echando debido a eso, aunque de todas formas no importo.
Nos fuimos después de eso, y regresamos al hotel, el lugar en donde nos quedábamos, era muy grande, Tomas y yo descansamos en nuestra habitación, dormimos un par de horas, y luego de eso nos fuimos a una de las grandes piscinas que había aquí.
Había extranjeros de todo tipo, había gente asiática, gente piel oscura, otras personas que parecían venir de donde yo venía, y otras tantas más de diversas etnias.
La mayoría de las personas aquí reunidas era gente normal, exceptuando un cierto grupo de mujeres, las cuales tenían unos atributos femeninos bastante pronunciados.
No sé dónde venían ellas, pero hablaban español, estaba estrenando un nuevo traje de baño de 2 piezas, pero al verlas perdí cierta confianza, y más al ver como la parte de debajo de su bikini se le metía en medio de las rajas del culo.
Tomas me tomo de la mano mientras estaba sumergida en mis pensamientos.
—Vamos, entremos al agua —me dijo, antes de empezar a caminar mientras me tomaba de la mano.
Entramos al agua, recibimos varias miradas mientras estábamos allí, me mantuve mirando a Tomas de forma disimulada para poder comprobar si llegaba a mirar de reojo a las mujeres con esos atributos tan pronunciados que vi.
Esperaba que su atención no se desviara de mí.
Algunas mujeres se enfocaron más que otras en Tomas, y después me miraban a mí.
Sentían que me estaban comparando de alguna manera, eso me molesto un poco, trate de ignorarlas, pero el sentimiento era fuerte, parecían ser mayores que yo, tenían cierto aire adulto en ellas.
Al ver eso pensé en mí, ellas de seguro habían venido a este lugar sin tener que pedirle permiso a sus madres, me sentí muy niña, quizás necesitaba un cambio de look para parecer más madura.
Trabajaría en eso después, mientras tanto, disfrute la piscina junto con Tomas, nos iríamos pasado mañana, en la mañana, no debía perder tiempo, iba gozar con todo lo que estaba a mi alrededor.
PDV Clara
Me senté en mi silla, y poco después conecte el USB en mi laptop, no sabía si este tenía alguna clase de virus con el cual querían robar mi información, tenía muchas contraseñas importantes en mi laptop, pase un tiempo verificando que no hubiera nada malo.
Me lo había enviado un desconocido, debía tener cuidado, cuando se pasó todos los protocolos, mire la información que había en el.
Estaba vacío, solo había una imagen inocente nada más, la imagen de un pequeño pato dorado, eso me extraño en un principio, pero luego se me ocurrió que quizás había alguna clase de código en la imagen.
Grite con cierta frustración, pero poco después me quede pensando en lo que vi.
Teresa, en el video ella estaba sosteniendo algo mientras yo estaba hablando con la asistente de Tomas… eso fue justo antes de que perdiera a mi bebe…
— ¡Esa hija de…! —pensé, pude suponer lo que trato de hacer.
No se necesitaba pensar mucho para saber lo que hizo Teresa, elimino a mi hijo para quitarse un estorbo de en medio para estar con Tomas, maldita sea, ¿Cómo pude permitir eso?
Volví a gritar, no pude creer que eso hubiera pasado, ¿Cómo pude permitirlo?
Lo primero que hice al saber eso, fue tomar mi teléfono y llamar a Tomas.
Teresa había matado a nuestro hijo, no iba a permitir que se saliera con la suya, me negaba a creer que Tomas todavía aceptara estar con esa niñita sin escrúpulos que incluso fue capaz de matar al hijo de la persona a la cual supuestamente quería.
— ¿Esta Tomas? —le pregunte a la empleada que me contesto.
—No, en estos momentos no se encuentra.
— ¿En dónde está?
—Salió de viaje.
— ¿De viaje? ¿Justo ahora? ¿En dónde está?
La empleada me dio una rápida explicación, Tomas se había ido junto con su novia a México y después de allí se iría a Sudamérica, un viaje de 2 semanas que terminaría cuando llegaran al otro continente.
Le di las gracias a la empleada y después colgué, volví a gritar de frustración.
Me costó un tiempo calmarme, volví a poner mi mente en blanco y me puse a pensar.
Este video por sí solo no me iba a bastar para delatar a Teresa, necesitaba más cosas, no era suficiente, debía encontrar más.
Tenía 2 semanas antes de que Tomas llegara, cuando volviera le iba a presentar todo lo que tenía en mis manos… este video era un buen comienzo… quizás podría encontrar mas.
A él le gustaba llamarme sin escrúpulos, vamos a ver cómo reacciona al enterarse de que su noviecita mato a su hijo, no importa que, él no podría defenderla después de eso.
PDV Teresa
El día se había ido rápido, Tomas y yo nos divertimos bastante en el hotel, este tenía muchas atracciones que disfrutar, e incluso tenía un club nocturno, nos fuimos turnando para poder ir a cada cosa que había aquí.
El sol de la mañana me ilumino el rostro y me despertó lentamente, hoy era nuestro último día aquí en México, y era el último día para poder disfrutar los sitios turísticos, no tenía tiempo para perder.
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Los comentarios de los lectores sobre la novela: Vendiendo mi virginidad... AL CEO